La cifra representa una media de 20 muertes por día, lo que anticipa que la cifra total de fallecimientos de refugiados e inmigrantes indocumentados puede aumentar aún entre 200 y 300 en lo que queda de año, afirmó la organización con sede en Ginebra en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
"Es posible que muchas muertes pasen desapercibidas y no sean registradas por los gobiernos o por los agentes humanitarios", alertó, además, la organización.
Las víctimas contabilizadas por la OIM en el año 2015 fueron 5.740 y, en 2014, 5.267. Ambas cifras son muy inferiores a los casi 7.200 fallecidos registrados hasta hoy.
Todas las rutas habituales de migración -el Mediterráneo, el norte y el sur de África, África central y la frontera entre México y Estados Unidos- registraron más fallecimientos que en 2015.
Como en los dos últimos años, las rutas que unen el norte de África, Medio Oriente y Europa contabilizaron el 60% de los decesos de refugiados e inmigrantes ilegales en todo el mundo.
Así, las rutas del Mediterráneo fueron las más mortíferas, dado que perdieron sus vidas 4.812 personas al tratar de cruzar el mar.
Organizaciones humanitarias acusaron sistemáticamente este año a la Unión Europea de ser responsable de estas muertes ya que, en su opinión, los países miembros y la propia Bruselas cerraron o hicieron muy difícil acceder a vías legales de inmigración o para solicitar refugio.
Además, al menos 700 eritreos, etíopes, yibutíes y somalíes fallecieron por varias causas, incluidos accidentes de los vehículos, cuando viajaban, como parte de sus peligrosas travesías, en Sudán, Egipto y Libia, o por ataques violentos o falta de medicinas, comida, refugio o agua durante sus viajes.
La OIM también denunció que centenares de inmigrantes indocumentados y refugiados perdieron la vida en el continente americano, especialmente en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se encontraron 176 cuerpos sin vida a lo largo de este año.
Por otro lado, en América Latina se registraron 90 fallecimientos más que en 2015.
La selva del Darién, entre Colombia y Panamá, es parte de una ruta utilizado por muchas personas para llegar a Centroamérica, un punto intermedio obligatorio en el camino hacia Estados Unidos.
Esa ruta se cobró al menos 30 vidas, la mayoría cubanos.
Por último, la OIM también destacó la muerte de seis personas que se ahogaron en Chiapas, México, cuando intentaban llegar a las costas de Estados Unidos.
La cifra representa una media de 20 muertes por día, lo que anticipa que la cifra total de fallecimientos de refugiados e inmigrantes indocumentados puede aumentar aún entre 200 y 300 en lo que queda de año, afirmó la organización con sede en Ginebra en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
"Es posible que muchas muertes pasen desapercibidas y no sean registradas por los gobiernos o por los agentes humanitarios", alertó, además, la organización.
Las víctimas contabilizadas por la OIM en el año 2015 fueron 5.740 y, en 2014, 5.267. Ambas cifras son muy inferiores a los casi 7.200 fallecidos registrados hasta hoy.
Todas las rutas habituales de migración -el Mediterráneo, el norte y el sur de África, África central y la frontera entre México y Estados Unidos- registraron más fallecimientos que en 2015.
Como en los dos últimos años, las rutas que unen el norte de África, Medio Oriente y Europa contabilizaron el 60% de los decesos de refugiados e inmigrantes ilegales en todo el mundo.
Así, las rutas del Mediterráneo fueron las más mortíferas, dado que perdieron sus vidas 4.812 personas al tratar de cruzar el mar.
Organizaciones humanitarias acusaron sistemáticamente este año a la Unión Europea de ser responsable de estas muertes ya que, en su opinión, los países miembros y la propia Bruselas cerraron o hicieron muy difícil acceder a vías legales de inmigración o para solicitar refugio.
Además, al menos 700 eritreos, etíopes, yibutíes y somalíes fallecieron por varias causas, incluidos accidentes de los vehículos, cuando viajaban, como parte de sus peligrosas travesías, en Sudán, Egipto y Libia, o por ataques violentos o falta de medicinas, comida, refugio o agua durante sus viajes.
La OIM también denunció que centenares de inmigrantes indocumentados y refugiados perdieron la vida en el continente americano, especialmente en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se encontraron 176 cuerpos sin vida a lo largo de este año.
Por otro lado, en América Latina se registraron 90 fallecimientos más que en 2015.
La selva del Darién, entre Colombia y Panamá, es parte de una ruta utilizado por muchas personas para llegar a Centroamérica, un punto intermedio obligatorio en el camino hacia Estados Unidos.
Esa ruta se cobró al menos 30 vidas, la mayoría cubanos.
Por último, la OIM también destacó la muerte de seis personas que se ahogaron en Chiapas, México, cuando intentaban llegar a las costas de Estados Unidos.