Los rindes del maíz en el Valle son hasta 70% más altos que los conseguidos en la Pampa Húmeda

Es de acuerdo a las pruebas que han sido cotejadas por el INTI en la localidad de 28 de Julio. A través de cultivos experimentales se piensa el mercado de la carne, en el desarrollo de biodiesel con cultivos de girasol y la cadena cervecera. Proyectan planta de rendering para evitar impacto ambiental.

Girasoles. Junto al maíz y la cebadas son los cultivos que se están probando en la localidad de 28 de Julio.
25 FEB 2017 - 21:29 | Actualizado

El Económico estuvo durante la presentación del Plan Estratégico Agrícola de 28 de Julio, uno de los municipios en donde gran parte de la actividad pasa por el desarrollo agro-industrial que los productores realizan en conjunto con el Municipio para seguir agrandando la cadena de valor del sector.
Hoy en la localidad existe una chacra demostrativa donde se trabaja con maíz, cebada y girasol. Se trata de cultivos tradicionalmente producidos en el norte, pero con el tiempo y con ayuda de instituciones como el INTI y el INTA se han desarrollado, aunque todavía a una escala menor, en la zona de Valle Inferior del Río Chubut.
De acuerdo a las pruebas de rigor realizadas sobre los cultivos, el maíz por ejemplo en el Valle tiene un rinde de hasta 70% superior que en la Pampa Húmeda. Mientras en la zona núcleo el rendimiento promedio está entre 8 y 10 toneladas por hectárea, las pruebas en 28 de Julio han obtenido una performance de 14 y hasta 17 toneladas por hectárea.
En la chacra experimental, donde el municipio valletano realiza pruebas piloto para luego asesorar a los productores que desean invertir en la actividad, se observan las plantaciones que hoy muestran dos mazorcas de choclo por planta, cuando lo normal en este tipo de cultivos una mazorca por planta. La clave, según dicen, consiste en “regar cuando tenés que regar, cuando el suelo te lo pide”.
Si bien no se cuenta en la zona con la bendición de la naturaleza en cuanto a los suelos, se compensa con el funcionamiento de los canales, que gracias a la existencia del río permiten abastecer a los cultivos del agua necesaria como para lograr siembras óptimas.
Este año se busca llegar a las 300 hectáreas de siembra de maíz en el Valle y 1.000 hectáreas de cebada. Este último cultivo se enmarca en la posibilidad de desarrollar una maltería y unir la materia prima con el proceso industrial para lograr una cerveza 100% chubutense en asociación con la Cooperativ Pulpo Rojo.
El correlato de las producciones que se desarrollan en la localidad valletana de 28 de Julio es la Cooperativa de Trabajo Coopalfa, a través de la cual hoy se administran algunos de estos cultivos para la producción de alimento balanceado que se comercializa o sirver como insumo para el engorde de ganado y el posterior faenamiento en el matadero, vinculado al proyecto del Polo Cárnico.
El objetivo a largo plazo tiene que ver con ir reemplazando aquellos cultivos que se traen del norte del país con la cosecha propia, para lo cual todavía falta un largo recorrido, pero también financiamiento. Ya se le ha acercado al ministro de AgroIndustria de la Nación, Ricardo Buryaile, un proyecto para la ampliación de la superficie agrícola del Valle y la zona de Trevelin. Traer insumos desde afuera implica un costo muy importante en el flete. Hoy tiene un peso dentro del precio final cercano al 40%, lo cual encarece toda tipo de producción.
Completar procesos

Desde la producción de alimento forrajero, hoy se intenta avanzar en dos direcciones. Una relacionada con la ampliación de la superficie de siembra. La otra, con incorporar nuevos eslabones a la cadena productivo e industrializar la materia prima que se cultiva.
El girasol, que se utiliza básicamente para producir aceite, podrá servir en un futuro para la planta de biodiesel, que demandaría una inversión cercana a los 3 millones de pesos y que espera por la llegada de fondos de Nación. Eso permitiría autoabastecimiento en cuanto al combustible para la maquinaria agrícola. Además del aprovechamiento de los subproductos como el expeler de girasol y la glicerina.
Del otro lado, se busca poner en funcionamiento la fase dos del polo cárnico. En la localidad se cumple con el faenamiento.
Y la búsqueda está en llegar a la habilitación para la comercialización de cortes seleccionados y de esa forma llegar a los grandes mercados, en las góndolas, con precios hasta un 30% inferiores para el consumidor y con una mayor rentabilidad para el productor.
Asimismo, la planificación del Municipio tiene que ver con el aprovechamiento de los subproductos de la faena para cueros ovinos y además para la conformación de una planta de rendering del VIRCh, que en este caso serviría para el tratamiento de las sobras del matadero y de esa forma reducir el impacto ambiental que las mismas producen.#

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Girasoles. Junto al maíz y la cebadas son los cultivos que se están probando en la localidad de 28 de Julio.
25 FEB 2017 - 21:29

El Económico estuvo durante la presentación del Plan Estratégico Agrícola de 28 de Julio, uno de los municipios en donde gran parte de la actividad pasa por el desarrollo agro-industrial que los productores realizan en conjunto con el Municipio para seguir agrandando la cadena de valor del sector.
Hoy en la localidad existe una chacra demostrativa donde se trabaja con maíz, cebada y girasol. Se trata de cultivos tradicionalmente producidos en el norte, pero con el tiempo y con ayuda de instituciones como el INTI y el INTA se han desarrollado, aunque todavía a una escala menor, en la zona de Valle Inferior del Río Chubut.
De acuerdo a las pruebas de rigor realizadas sobre los cultivos, el maíz por ejemplo en el Valle tiene un rinde de hasta 70% superior que en la Pampa Húmeda. Mientras en la zona núcleo el rendimiento promedio está entre 8 y 10 toneladas por hectárea, las pruebas en 28 de Julio han obtenido una performance de 14 y hasta 17 toneladas por hectárea.
En la chacra experimental, donde el municipio valletano realiza pruebas piloto para luego asesorar a los productores que desean invertir en la actividad, se observan las plantaciones que hoy muestran dos mazorcas de choclo por planta, cuando lo normal en este tipo de cultivos una mazorca por planta. La clave, según dicen, consiste en “regar cuando tenés que regar, cuando el suelo te lo pide”.
Si bien no se cuenta en la zona con la bendición de la naturaleza en cuanto a los suelos, se compensa con el funcionamiento de los canales, que gracias a la existencia del río permiten abastecer a los cultivos del agua necesaria como para lograr siembras óptimas.
Este año se busca llegar a las 300 hectáreas de siembra de maíz en el Valle y 1.000 hectáreas de cebada. Este último cultivo se enmarca en la posibilidad de desarrollar una maltería y unir la materia prima con el proceso industrial para lograr una cerveza 100% chubutense en asociación con la Cooperativ Pulpo Rojo.
El correlato de las producciones que se desarrollan en la localidad valletana de 28 de Julio es la Cooperativa de Trabajo Coopalfa, a través de la cual hoy se administran algunos de estos cultivos para la producción de alimento balanceado que se comercializa o sirver como insumo para el engorde de ganado y el posterior faenamiento en el matadero, vinculado al proyecto del Polo Cárnico.
El objetivo a largo plazo tiene que ver con ir reemplazando aquellos cultivos que se traen del norte del país con la cosecha propia, para lo cual todavía falta un largo recorrido, pero también financiamiento. Ya se le ha acercado al ministro de AgroIndustria de la Nación, Ricardo Buryaile, un proyecto para la ampliación de la superficie agrícola del Valle y la zona de Trevelin. Traer insumos desde afuera implica un costo muy importante en el flete. Hoy tiene un peso dentro del precio final cercano al 40%, lo cual encarece toda tipo de producción.
Completar procesos

Desde la producción de alimento forrajero, hoy se intenta avanzar en dos direcciones. Una relacionada con la ampliación de la superficie de siembra. La otra, con incorporar nuevos eslabones a la cadena productivo e industrializar la materia prima que se cultiva.
El girasol, que se utiliza básicamente para producir aceite, podrá servir en un futuro para la planta de biodiesel, que demandaría una inversión cercana a los 3 millones de pesos y que espera por la llegada de fondos de Nación. Eso permitiría autoabastecimiento en cuanto al combustible para la maquinaria agrícola. Además del aprovechamiento de los subproductos como el expeler de girasol y la glicerina.
Del otro lado, se busca poner en funcionamiento la fase dos del polo cárnico. En la localidad se cumple con el faenamiento.
Y la búsqueda está en llegar a la habilitación para la comercialización de cortes seleccionados y de esa forma llegar a los grandes mercados, en las góndolas, con precios hasta un 30% inferiores para el consumidor y con una mayor rentabilidad para el productor.
Asimismo, la planificación del Municipio tiene que ver con el aprovechamiento de los subproductos de la faena para cueros ovinos y además para la conformación de una planta de rendering del VIRCh, que en este caso serviría para el tratamiento de las sobras del matadero y de esa forma reducir el impacto ambiental que las mismas producen.#


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