Gracias al aceite de cannabis, dejó de romper vidrios con la cabeza

Giuliano tiene 16 años, vive en Cipolletti y nació con un síndrome que lo torna agresivo y lo hace autolesionarse pero, como relata su mamá, "gracias al aceite mi hijo no rompió más un vidrio con su cabeza".

Giuliano sufre de síndrome de Cornelia de Lange, una rara enfermedad que lo vuelven agresivo. El aceite lo salvó.
22 JUN 2017 - 21:10 | Actualizado

Fernanda Canut es una de las mamás que participa del Primer Congreso de Cannabis Medicinal que se realiza en La Plata y desde su experiencia reclama que los médicos "se animen" a recetar el uso del aceite y que se reglamente la ley para que se regule el autocultuvo y se fomente su aprendizaje.
Giuliano sufre de síndrome de Cornelia de Lange, una rara enferemdad congénita por el cual padece alteraciones psiquiátricas que lo vuelven agresivo, lo hacen autolesionarse y ser hiperactivo.
"A los 8 años se tiraba del automóvil en plena ruta, o a la pileta en pleno invierno , rompía vidrios con su cabeza y era muy agresivo, una situación muy dolorosa que además va enfermando al resto de la familia", contó a Télam Fernanda, madre de otros tres hijos.
En Cipoletti no había clínicas psiquiátricas para niños y jóvenes por lo que la familia resolvió que Fernanda se interne con el nene en una clínica psiquiátrica para adultos en la ciudad de Rosario, donde ambos vivieron meses durante los cuales la fuerte medicación que recibía le bajó las defensas y Giuliano contrajo neumonía, por lo que hubo que derivarlo a un hospital común.
Ya en Cipoletti, Fernanda se contactó con la asociación Mamá Cultiva y los canabicultores de la región de Alto Valle, quienes le proveyeron el aceite de cannabis para su hijo.
"Empezó tomando una medida de aceite, similar a un granito de arroz, por la mañana, la tarde y la noche y la mejoría fue muy notoria: Giuliano pudo relacionarse con su primo y no pegarle; jugar con su hermana sin darle una paliza, sentarse tranquilo, relajado y no rompió más un vidrio con su cabeza desde que comenzó a tomar el aceite en octubre del año pasado", dijo emocionada.
Canut aclaró que "no es la cura mágica, no es la panacea, pero es un plus de mejora para Giuliano".
"Los médicos tienen que saber que es una ley la del cannabis medicinal, que deben aplicarlo, hay un camino por recorrer, porque es un proceso de prueba y error, ya que el cuerpo se acostumbra y hay que ir probando combinaciones de cepas, pero hay que pensar que no tiene toxicidad porque es algo natural, es una planta", dijo la madre.
Exigió que la reglamentación de la ley contemple las formas de autocultivo y la enseñanza para la obtención del aceite.
Florencia Cifarelli es mamá de Charo, una nena de 13 años, que tiene Síndrome de Ondina, autismo y epilepsia refractaria y que encontró en el aceite de cannabis una forma de atenuar los padecimientos de su hija.
"Hice todo lo que me dijeron los médicos y no encontré solución al problema de Charo, llegó un momento en que no sabía cuánto era (propio del cuadro de) Charo y cuánto era producto de la medicación que tomaba", afirmó.
Cifarelli remarcó que Charo no respondía al tratamiento de la medicina tradicional y dormía apenas 2 horas diarias pero tras comenzar el tratamiento con el aceite de cannabis "mejoró mucho, dio resultado, se regularizó".

Giuliano sufre de síndrome de Cornelia de Lange, una rara enfermedad que lo vuelven agresivo. El aceite lo salvó.
22 JUN 2017 - 21:10

Fernanda Canut es una de las mamás que participa del Primer Congreso de Cannabis Medicinal que se realiza en La Plata y desde su experiencia reclama que los médicos "se animen" a recetar el uso del aceite y que se reglamente la ley para que se regule el autocultuvo y se fomente su aprendizaje.
Giuliano sufre de síndrome de Cornelia de Lange, una rara enferemdad congénita por el cual padece alteraciones psiquiátricas que lo vuelven agresivo, lo hacen autolesionarse y ser hiperactivo.
"A los 8 años se tiraba del automóvil en plena ruta, o a la pileta en pleno invierno , rompía vidrios con su cabeza y era muy agresivo, una situación muy dolorosa que además va enfermando al resto de la familia", contó a Télam Fernanda, madre de otros tres hijos.
En Cipoletti no había clínicas psiquiátricas para niños y jóvenes por lo que la familia resolvió que Fernanda se interne con el nene en una clínica psiquiátrica para adultos en la ciudad de Rosario, donde ambos vivieron meses durante los cuales la fuerte medicación que recibía le bajó las defensas y Giuliano contrajo neumonía, por lo que hubo que derivarlo a un hospital común.
Ya en Cipoletti, Fernanda se contactó con la asociación Mamá Cultiva y los canabicultores de la región de Alto Valle, quienes le proveyeron el aceite de cannabis para su hijo.
"Empezó tomando una medida de aceite, similar a un granito de arroz, por la mañana, la tarde y la noche y la mejoría fue muy notoria: Giuliano pudo relacionarse con su primo y no pegarle; jugar con su hermana sin darle una paliza, sentarse tranquilo, relajado y no rompió más un vidrio con su cabeza desde que comenzó a tomar el aceite en octubre del año pasado", dijo emocionada.
Canut aclaró que "no es la cura mágica, no es la panacea, pero es un plus de mejora para Giuliano".
"Los médicos tienen que saber que es una ley la del cannabis medicinal, que deben aplicarlo, hay un camino por recorrer, porque es un proceso de prueba y error, ya que el cuerpo se acostumbra y hay que ir probando combinaciones de cepas, pero hay que pensar que no tiene toxicidad porque es algo natural, es una planta", dijo la madre.
Exigió que la reglamentación de la ley contemple las formas de autocultivo y la enseñanza para la obtención del aceite.
Florencia Cifarelli es mamá de Charo, una nena de 13 años, que tiene Síndrome de Ondina, autismo y epilepsia refractaria y que encontró en el aceite de cannabis una forma de atenuar los padecimientos de su hija.
"Hice todo lo que me dijeron los médicos y no encontré solución al problema de Charo, llegó un momento en que no sabía cuánto era (propio del cuadro de) Charo y cuánto era producto de la medicación que tomaba", afirmó.
Cifarelli remarcó que Charo no respondía al tratamiento de la medicina tradicional y dormía apenas 2 horas diarias pero tras comenzar el tratamiento con el aceite de cannabis "mejoró mucho, dio resultado, se regularizó".


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