Por Francisco Caputo
En determinadas circunstancias, el fútbol es justo. Expone de forma visible situaciones y realidades de forma sumamente eficaz. El clásico entre Independiente y Racing Club, disputado en el CeDeTre, es prueba de ello.
Con un elenco integrado por suplentes del torneo federal, la "Academia" trituró por 3-0 al "Rojinegro", que debió presentar un equipo de emergencia tras la salida de su anterior DT, Federico Sardón. Tras la victoria, el "Albirrojo" se aseguró el primer puesto en la Zona 1 del campeonato.
La goleada marca con estricta veracidad el presente deportivo de cada conjunto. Por un lado está Racing Club, un club presenta un elenco alternativo a nivel doméstico, integrado por futbolistas de su semillero en su enorme mayoría.
La otra cara es Independiente, a quien la participación en el Federal C le ha dejado un saldo desolador. No posee el número suficiente de jugadores mayores para afrontar un partido liguista.
Juveniles del club, sin experiencia en el círculo superior, debieron enfundarse la camiseta del "Rojinegro" y afrontar una situación que no generaron y de la cual están exentos de toda responsabilidad.
Amplia diferencia
Esa difrencia quedó plasmada con velocidad en el rectángulo de juego. A los 20 minutos, tras dos aproximaciones de Independiente, Rodrigo Ríos, con un remate fulminante, marcó el primer tanto racinguista. Cuatro minutos después, Maximiliano Videla, con un exquisito tiro libre, amplió la diferencia en el marcador.
Los minutos posteriores al tanto de Videla fueron testimoniales. La perseverancia de la formación de Independiente no resultó suficiente para incomodar en términos reales a la "Academia". El innegable esmero no alcanzó para reducir la diferencia en el tanteador.
En tiempo de descuento de la etapa final, Nicolás Bobadilla transformó la victoria en goleada. Efectuó un disparo desde fuera del área, que impactó en el travesaño. Marcos Fernández, a instancias del asistente de aquel sector, Nicolás Díaz, consideró que el balón había atravesado por completo la línea de gol. De este modo, convalidó la tercera conquista visitante.
Racing Club, por un lado, se ilusiona con lograr el título liguista. Independiente, por el otro, aspira a que transcurra con velocidad este tramo aciago. Esa es la realidad que el fútbol, de forma inobjetable, se encargó de refrendar ayer.
Expulsión y denuncia
Antes del inicio del encuentro, se produjo una situación inusual. Fernández expulsó a Nicolás Cottet, capitán visitante, por supuestas faltas de respeto al momento de firmar la planilla. Cottet salió a la cancha con sus compañeros de equipo. Se negó a abandonar el campo de juego por espacio de 18 minutos, hecho que demoró el comienzo del partido. Finalmente, el golero se retiró. Fue reemplazado por Teo Arrúa, quien a sus 15 años debutó en Primera, quien mostró sobriedad.
La historia tuvo un segundo episodio. Cottet se apersonó en la Comisaría 4ª de Trelew, donde denunció a Fernández por amenazas. #
Por Francisco Caputo
En determinadas circunstancias, el fútbol es justo. Expone de forma visible situaciones y realidades de forma sumamente eficaz. El clásico entre Independiente y Racing Club, disputado en el CeDeTre, es prueba de ello.
Con un elenco integrado por suplentes del torneo federal, la "Academia" trituró por 3-0 al "Rojinegro", que debió presentar un equipo de emergencia tras la salida de su anterior DT, Federico Sardón. Tras la victoria, el "Albirrojo" se aseguró el primer puesto en la Zona 1 del campeonato.
La goleada marca con estricta veracidad el presente deportivo de cada conjunto. Por un lado está Racing Club, un club presenta un elenco alternativo a nivel doméstico, integrado por futbolistas de su semillero en su enorme mayoría.
La otra cara es Independiente, a quien la participación en el Federal C le ha dejado un saldo desolador. No posee el número suficiente de jugadores mayores para afrontar un partido liguista.
Juveniles del club, sin experiencia en el círculo superior, debieron enfundarse la camiseta del "Rojinegro" y afrontar una situación que no generaron y de la cual están exentos de toda responsabilidad.
Amplia diferencia
Esa difrencia quedó plasmada con velocidad en el rectángulo de juego. A los 20 minutos, tras dos aproximaciones de Independiente, Rodrigo Ríos, con un remate fulminante, marcó el primer tanto racinguista. Cuatro minutos después, Maximiliano Videla, con un exquisito tiro libre, amplió la diferencia en el marcador.
Los minutos posteriores al tanto de Videla fueron testimoniales. La perseverancia de la formación de Independiente no resultó suficiente para incomodar en términos reales a la "Academia". El innegable esmero no alcanzó para reducir la diferencia en el tanteador.
En tiempo de descuento de la etapa final, Nicolás Bobadilla transformó la victoria en goleada. Efectuó un disparo desde fuera del área, que impactó en el travesaño. Marcos Fernández, a instancias del asistente de aquel sector, Nicolás Díaz, consideró que el balón había atravesado por completo la línea de gol. De este modo, convalidó la tercera conquista visitante.
Racing Club, por un lado, se ilusiona con lograr el título liguista. Independiente, por el otro, aspira a que transcurra con velocidad este tramo aciago. Esa es la realidad que el fútbol, de forma inobjetable, se encargó de refrendar ayer.
Expulsión y denuncia
Antes del inicio del encuentro, se produjo una situación inusual. Fernández expulsó a Nicolás Cottet, capitán visitante, por supuestas faltas de respeto al momento de firmar la planilla. Cottet salió a la cancha con sus compañeros de equipo. Se negó a abandonar el campo de juego por espacio de 18 minutos, hecho que demoró el comienzo del partido. Finalmente, el golero se retiró. Fue reemplazado por Teo Arrúa, quien a sus 15 años debutó en Primera, quien mostró sobriedad.
La historia tuvo un segundo episodio. Cottet se apersonó en la Comisaría 4ª de Trelew, donde denunció a Fernández por amenazas. #