Lleral visitó la comunidad mapuche sin custodia y tomó nuevos testimonios

El juez federal negoció durante más de dos horas con los referentes de la comunidad mapuche. Hubo fogón y mate. Logró que un hombre y una mujer contaran lo que vieron en el operativo de agosto donde desapareció Santiago Maldonado.

Final. El juez Lleral deja el lugar luego de lograr algunos datos para la causa por la desaparición.
04 OCT 2017 - 22:27 | Actualizado

El juez federal Gustavo Lleral visitó ayer por la mañana la comunidad mapuche Resistencia Cushamen y le tomó declaración testimonial a dos de sus integrantes, que presenciaron el operativo de Gendarmería del primero de agosto, durante el cual desapareció Santiago Maldonado.

El magistrado –quien reemplazó en la investigación al recusado Guido Otranto- llegó al Pu Lof alrededor de las 8, acompañado sólo por dos secretarios y un escribiente, quienes dialogaron durante más de dos horas con Andrea Millañanco, pareja del lonko (autoridad máxima) de la comunidad Facundo Jones Huala, y Elizabeth Loncopán, entre otros.

En un día lluvioso y frío, el encuentro se produjo en un modesto resguardo en una de las entradas al predio, al que llaman “guardia”, en torno a un fogón, donde funcionarios judiciales y mapuches compartieron varias rondas de mate y dialogaron sobre la necesidad de formalizar en la causa las testimoniales de dos jóvenes, quienes no lo habían hecho hasta ahora.

Se trata de una mujer y un hombre de alrededor de 25 años, cuyas identidades no fueron informadas, y que ofrecieron su testimonio de a uno, sólo ante el juez y los secretarios, en el interior de la camioneta en la que los funcionarios llegaron hasta el lugar.

Antes de prestar sus declaraciones, los mapuches transmitieron al juez su preocupación sobre los “riesgos” que corren quienes dan sus testimonios, a lo que les respondieron con explicaciones sobre las garantías procesales previstas para estos casos.

Lleral evitó dar declaraciones públicas y se limitó a señalar a Télam que encabezó una “negociación” con los mapuches en el marco del trabajo de investigación del caso, y que “cualquier intervención” externa podría frustrar sus objetivos.

Estas dos nuevas declaraciones se suman a las realizadas en el Juzgado Federal de Esquel ante Otranto por Millañanco, Soraya Maicoño y Fernando Santana, quien dijo haber visto cuando varios gendarmes detuvieron a Maldonado junto al río Chubut, lo golpearon y lo subieron a un camión o unimog, para pasarlo a una camioneta que se lo llevó del lugar.

El nuevo juez de la causa ya había visitado la comunidad el sábado, pero en esa ocasión sólo dialogó informalmente con los mapuches que se encontraban en el lugar, y su visita de ayer fue la primera actuación oficial en el lugar con los integrantes de la comunidad.

En ambos casos, el magistrado llegó sin custodia policial.

Otranto, en cambio, había visitado el lugar el lunes 18 de septiembre pero custodiado por cientos de efectivos de la Policía Federal, en el marco de un rastrillaje del río y las costas en busca de rastros de Maldonado, y no tuvo contacto con los mapuches.

En tanto, el hermano de Santiago se entrevistó con la fiscal federal de Esquel, Silvina Ávila, quien se mantuvo en la causa tras la salida de Otranto. “Yo no veo ningún avance. Vería avance si estuvieran todos presos y juzgados”, se quejó en declaraciones a la prensa tras el encuentro con la fiscal que instruye en el caso caratulado como “desaparición forzada”.

Y subrayó: “Lamentablemente, mi visión es esa. Para mí siempre está en el mismo lugar. Yo no veo progreso”.

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Final. El juez Lleral deja el lugar luego de lograr algunos datos para la causa por la desaparición.
04 OCT 2017 - 22:27

El juez federal Gustavo Lleral visitó ayer por la mañana la comunidad mapuche Resistencia Cushamen y le tomó declaración testimonial a dos de sus integrantes, que presenciaron el operativo de Gendarmería del primero de agosto, durante el cual desapareció Santiago Maldonado.

El magistrado –quien reemplazó en la investigación al recusado Guido Otranto- llegó al Pu Lof alrededor de las 8, acompañado sólo por dos secretarios y un escribiente, quienes dialogaron durante más de dos horas con Andrea Millañanco, pareja del lonko (autoridad máxima) de la comunidad Facundo Jones Huala, y Elizabeth Loncopán, entre otros.

En un día lluvioso y frío, el encuentro se produjo en un modesto resguardo en una de las entradas al predio, al que llaman “guardia”, en torno a un fogón, donde funcionarios judiciales y mapuches compartieron varias rondas de mate y dialogaron sobre la necesidad de formalizar en la causa las testimoniales de dos jóvenes, quienes no lo habían hecho hasta ahora.

Se trata de una mujer y un hombre de alrededor de 25 años, cuyas identidades no fueron informadas, y que ofrecieron su testimonio de a uno, sólo ante el juez y los secretarios, en el interior de la camioneta en la que los funcionarios llegaron hasta el lugar.

Antes de prestar sus declaraciones, los mapuches transmitieron al juez su preocupación sobre los “riesgos” que corren quienes dan sus testimonios, a lo que les respondieron con explicaciones sobre las garantías procesales previstas para estos casos.

Lleral evitó dar declaraciones públicas y se limitó a señalar a Télam que encabezó una “negociación” con los mapuches en el marco del trabajo de investigación del caso, y que “cualquier intervención” externa podría frustrar sus objetivos.

Estas dos nuevas declaraciones se suman a las realizadas en el Juzgado Federal de Esquel ante Otranto por Millañanco, Soraya Maicoño y Fernando Santana, quien dijo haber visto cuando varios gendarmes detuvieron a Maldonado junto al río Chubut, lo golpearon y lo subieron a un camión o unimog, para pasarlo a una camioneta que se lo llevó del lugar.

El nuevo juez de la causa ya había visitado la comunidad el sábado, pero en esa ocasión sólo dialogó informalmente con los mapuches que se encontraban en el lugar, y su visita de ayer fue la primera actuación oficial en el lugar con los integrantes de la comunidad.

En ambos casos, el magistrado llegó sin custodia policial.

Otranto, en cambio, había visitado el lugar el lunes 18 de septiembre pero custodiado por cientos de efectivos de la Policía Federal, en el marco de un rastrillaje del río y las costas en busca de rastros de Maldonado, y no tuvo contacto con los mapuches.

En tanto, el hermano de Santiago se entrevistó con la fiscal federal de Esquel, Silvina Ávila, quien se mantuvo en la causa tras la salida de Otranto. “Yo no veo ningún avance. Vería avance si estuvieran todos presos y juzgados”, se quejó en declaraciones a la prensa tras el encuentro con la fiscal que instruye en el caso caratulado como “desaparición forzada”.

Y subrayó: “Lamentablemente, mi visión es esa. Para mí siempre está en el mismo lugar. Yo no veo progreso”.


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