Francia: trabajadores estatales en huelga contra la reforma laboral

Los trabajadores del sector público francés se manifiestan hoy contra la reforma laboral del presidente Emmanuel Macron, al tiempo que los sindicatos convocaron a realizar paros que afectan sobre todo a los transportes.

10 OCT 2017 - 9:45 | Actualizado


Por primera vez en diez años, todos los sindicatos de la función pública se han unido para denunciar los efectos negativos sobre su sector de los planes del Ejecutivo, según destaca el canal "BFM TV".

En su convocatoria, las nueve organizaciones sindicales consideran "inaceptable" que su poder adquisitivo se vaya a ver perjudicado y que haya un recorte previsto de cerca de 120.000 puestos en su sector.

La protesta, que invita a tomar las calles a unos 5,4 millones de trabajadores, repercutirá especialmente en el transporte: la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) recomendó a las compañías aéreas reducir el 30 % de los vuelos previstos para hoy.

Entre otras aerolíneas, Easyjet suprimirá cerca de 104 vuelos, y Ryanair cuenta con dejar en tierra otros 220 servicios.
Aunque la compañía ferroviaria SNCF no espera perturbaciones, la empresa gestora de los transportes públicos, RATP, advierte de que puede haber retrasos en el cercanías B de la región parisina.

Todos los profesores han sido convocados también por sus respectivos sindicatos, y solo en París, según Snuipp-FSU 75, está previsto el cierre de 70 centros escolares, en una jornada en la que también están llamados a manifestarse los agentes de las fuerzas del orden o el personal sanitario.

Los sindicatos, según su llamamiento, exigen "una verdadera negociación salarial", que se traduzca en un "verdadero reconocimiento" de su trabajo y en la consecución de los medios necesarios para poder ejercerlo. 

Según el gobierno, solo un 17,5% de los docentes apoyan la huelga, mientras que desde la central SNUIpp-FSU, la principal de las que los agrupan, aseguran que el porcentaje está entre el 35% y el 50%: la mitad de los docentes de primaria y un tercio de los de la secundaria.

Nueve institutos públicos en París han sido escenario de protestas a cargo de estudiantes, que bloquearon las entradas con contenedores de basura y, en un caso, provocaron un incendio con algunos daños materiales.

Una encuesta del instituto demoscópico Harris Interactive - LCP los franceses se sienten muy desinformados acerca de la reforma, aunque un 65% se opone a la nueva normativa laboral. 

Sólo 4 de cada 10 dicen que están bien informados, menos aún que en junio de 2016, cuando el gobierno de Francois Hollande intentó hacer que se apruebe su propio proyecto de "Derecho Laboral".

El 65% de la población, según la encuesta, se opone a la reforma (a finales de agosto, era el 58%). 

El 63% de los franceses, además, está convencido de que la nueva normativa va a deteriorar sus condiciones de trabajo, y el 57% apoya las huelgas y manifestaciones.

El gobierno liberal de Macron asegura que estas reformas son imprescindibles para que las pequeñas y medianas empresas, menos restringidas por los sindicatos, puedan contratar trabajadores. Solo el 29% de la población cree que pueda tener ese efecto, aunque los riesgos de despido y precarización ocupan el segundo lugar en sus inquietudes, detrás de los derechos y condiciones laborales.

Hasta los votantes de Macron decayeron en su apoyo (de 82% en agosto a 71% en octubre).

En lo que hay certeza es en el impacto sobre la capacidad de negociación de los trabajadores. El 76% de la población opina que el poder de los sindicatos se reducirá, y el 63% cree que las condiciones de trabajo de los empleados se van a deteriorar.

Además, menos de la mitad del país (44%) cree que la reforma va a mejorar la competitividad de las empresas francesas, y si bien entre los electores de Macron se mantiene el optimismo sobre los efectos macroeconómicos, crece la preocupación por las consecuencias individuales de las medidas.

10 OCT 2017 - 9:45


Por primera vez en diez años, todos los sindicatos de la función pública se han unido para denunciar los efectos negativos sobre su sector de los planes del Ejecutivo, según destaca el canal "BFM TV".

En su convocatoria, las nueve organizaciones sindicales consideran "inaceptable" que su poder adquisitivo se vaya a ver perjudicado y que haya un recorte previsto de cerca de 120.000 puestos en su sector.

La protesta, que invita a tomar las calles a unos 5,4 millones de trabajadores, repercutirá especialmente en el transporte: la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) recomendó a las compañías aéreas reducir el 30 % de los vuelos previstos para hoy.

Entre otras aerolíneas, Easyjet suprimirá cerca de 104 vuelos, y Ryanair cuenta con dejar en tierra otros 220 servicios.
Aunque la compañía ferroviaria SNCF no espera perturbaciones, la empresa gestora de los transportes públicos, RATP, advierte de que puede haber retrasos en el cercanías B de la región parisina.

Todos los profesores han sido convocados también por sus respectivos sindicatos, y solo en París, según Snuipp-FSU 75, está previsto el cierre de 70 centros escolares, en una jornada en la que también están llamados a manifestarse los agentes de las fuerzas del orden o el personal sanitario.

Los sindicatos, según su llamamiento, exigen "una verdadera negociación salarial", que se traduzca en un "verdadero reconocimiento" de su trabajo y en la consecución de los medios necesarios para poder ejercerlo. 

Según el gobierno, solo un 17,5% de los docentes apoyan la huelga, mientras que desde la central SNUIpp-FSU, la principal de las que los agrupan, aseguran que el porcentaje está entre el 35% y el 50%: la mitad de los docentes de primaria y un tercio de los de la secundaria.

Nueve institutos públicos en París han sido escenario de protestas a cargo de estudiantes, que bloquearon las entradas con contenedores de basura y, en un caso, provocaron un incendio con algunos daños materiales.

Una encuesta del instituto demoscópico Harris Interactive - LCP los franceses se sienten muy desinformados acerca de la reforma, aunque un 65% se opone a la nueva normativa laboral. 

Sólo 4 de cada 10 dicen que están bien informados, menos aún que en junio de 2016, cuando el gobierno de Francois Hollande intentó hacer que se apruebe su propio proyecto de "Derecho Laboral".

El 65% de la población, según la encuesta, se opone a la reforma (a finales de agosto, era el 58%). 

El 63% de los franceses, además, está convencido de que la nueva normativa va a deteriorar sus condiciones de trabajo, y el 57% apoya las huelgas y manifestaciones.

El gobierno liberal de Macron asegura que estas reformas son imprescindibles para que las pequeñas y medianas empresas, menos restringidas por los sindicatos, puedan contratar trabajadores. Solo el 29% de la población cree que pueda tener ese efecto, aunque los riesgos de despido y precarización ocupan el segundo lugar en sus inquietudes, detrás de los derechos y condiciones laborales.

Hasta los votantes de Macron decayeron en su apoyo (de 82% en agosto a 71% en octubre).

En lo que hay certeza es en el impacto sobre la capacidad de negociación de los trabajadores. El 76% de la población opina que el poder de los sindicatos se reducirá, y el 63% cree que las condiciones de trabajo de los empleados se van a deteriorar.

Además, menos de la mitad del país (44%) cree que la reforma va a mejorar la competitividad de las empresas francesas, y si bien entre los electores de Macron se mantiene el optimismo sobre los efectos macroeconómicos, crece la preocupación por las consecuencias individuales de las medidas.


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