Condenan a 24 años de prisión al asesino de una estudiante de psicología

Un hombre fue condenado a 24 años de prisión por el asesinato de la estudiante de psicología y acróbata Melisa Tuffner, a quien atacó a golpes y puñaladas en una calle de la localidad bonaerense de Glew en 2015, según la sentencia difundida en los tribunales de Lomas de Zamora.

14 NOV 2017 - 16:12 | Actualizado

Se trata de Oscar Orlando Sosa (41), alias "El Buey" o "Sandro", quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de Lomas de Zamora por el delito de "homicidio simple".

Por unanimidad, los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata consideraron a Sosa autor del homicidio de la estudiante y le aplicaron 24 años de prisión, uno menos que lo que había solicitado en su alegato el fiscal del juicio, Pablo Pando.

En tanto, la defensa oficial había pedido que el imputado, quien pidió no estar presente en la lectura del veredicto, sea absuelto por falta de pruebas o, en forma subsidiaria, se lo condene a ocho años.

Tras la lectura de la sentencia, los familiares de Melisa y vecinos de Temperley, junto a organizaciones de defensa de las víctimas de inseguridad, celebraron con muestras de alegría y emoción en la sala.

Al finalizar la audiencia, el padre de la joven, Marcelo, manifestó en diálogo con Télam su satisfacción por la condena, y dijo estar "muy agradecido con el fiscal, su equipo y todos los que acompañaron durante estos dos años de investigación".

"Quiero que ahora mi hija descanse en paz, vamos a seguir trabajando por la memoria de ella, ayudando a otras personas que pasan por lo mismo y les cuesta llegar a la Justicia, para que sepan todo lo que puede llegar a pasar en una causa judicial", concluyó.

Además, el fiscal Pando consideró que "a pesar de las pocas pruebas que se pudieron recolectar", se obtuvo "un fallo ejemplar dentro de la línea de homicidio simple" de la causa, en referencia a las imágenes de cámaras de seguridad de la zona del hecho que permitieron imputar a Sosa.

"Estamos muy contentos como fiscalía por el trabajo de los jueces, la ayuda que tuvimos de toda la familia y la comunidad de Temperley para que podamos llegar a la verdad y a esta condena", expresó a Télam.

El crimen fue cometido la tarde del domingo 19 julio de 2015, cuando -según consideró el fiscal-, Sosa vio en la calle a Tuffner (22) y comenzó a perseguirla mientras ella se dirigía al centro cultural "El Gringo Viejo", en Glew.

La joven tenía previsto ir a ese sitio y luego encontrarse con su familia en la cancha de Temperley, el club del cual era fanática, aunque nunca llegó, ya que antes los vecinos la encontraron tirada en la vía pública gravemente herida y agonizando.

Melisa fue trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de la vecina localidad Longchamps, donde los médicos constataron que presentaba dos heridas punzo-cortantes profundas en la cabeza, una en la parte posterior y otra en la sien, y un corte en la cara, además de golpes.

Cuando sus familiares se enteraron de lo sucedido, tramitaron su traslado al Hospital Sirio Libanés, en el barrio porteño de Villa Devoto, aunque la joven llegó allí con muerte cerebral y finalmente falleció a los tres días.

El fiscal señaló como prueba más relevante contra Sosa las imágenes de las cámaras de seguridad de un gimnasio y de una peluquería que captaron cuando el imputado perseguía a Melisa mientras miraba hacia los costados y trataba de esconderse.

Si bien las cámaras no tomaron el ataque, se los ve doblar en una esquina y a cien metros de allí es donde la joven fue encontrada herida gravemente, sin que le hayan robado nada y sin signos de abuso.

Después del hecho, Sosa se presentó en la comisaría y si bien no hizo una confesión, los policías que lo recibieron ese día declararon que dijo: “Me vengo a entregar, sé que me están buscando. Mi alma es impura, sé por qué Dios me puso aquí”.

Posteriormente, el hombre se reconoció en los videos, pero aseguró que él no había matado a Melisa y que ni se había dado cuenta de que la habían atacado porque él se había ido directamente a su casa.

Por otra parte, se valoraron los testimonios de familiares de la víctima que aseguraron que Sosa era una persona "aterradora" que provocaba "miedo" a las mujeres del barrio, incluso a Melisa.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
14 NOV 2017 - 16:12

Se trata de Oscar Orlando Sosa (41), alias "El Buey" o "Sandro", quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de Lomas de Zamora por el delito de "homicidio simple".

Por unanimidad, los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata consideraron a Sosa autor del homicidio de la estudiante y le aplicaron 24 años de prisión, uno menos que lo que había solicitado en su alegato el fiscal del juicio, Pablo Pando.

En tanto, la defensa oficial había pedido que el imputado, quien pidió no estar presente en la lectura del veredicto, sea absuelto por falta de pruebas o, en forma subsidiaria, se lo condene a ocho años.

Tras la lectura de la sentencia, los familiares de Melisa y vecinos de Temperley, junto a organizaciones de defensa de las víctimas de inseguridad, celebraron con muestras de alegría y emoción en la sala.

Al finalizar la audiencia, el padre de la joven, Marcelo, manifestó en diálogo con Télam su satisfacción por la condena, y dijo estar "muy agradecido con el fiscal, su equipo y todos los que acompañaron durante estos dos años de investigación".

"Quiero que ahora mi hija descanse en paz, vamos a seguir trabajando por la memoria de ella, ayudando a otras personas que pasan por lo mismo y les cuesta llegar a la Justicia, para que sepan todo lo que puede llegar a pasar en una causa judicial", concluyó.

Además, el fiscal Pando consideró que "a pesar de las pocas pruebas que se pudieron recolectar", se obtuvo "un fallo ejemplar dentro de la línea de homicidio simple" de la causa, en referencia a las imágenes de cámaras de seguridad de la zona del hecho que permitieron imputar a Sosa.

"Estamos muy contentos como fiscalía por el trabajo de los jueces, la ayuda que tuvimos de toda la familia y la comunidad de Temperley para que podamos llegar a la verdad y a esta condena", expresó a Télam.

El crimen fue cometido la tarde del domingo 19 julio de 2015, cuando -según consideró el fiscal-, Sosa vio en la calle a Tuffner (22) y comenzó a perseguirla mientras ella se dirigía al centro cultural "El Gringo Viejo", en Glew.

La joven tenía previsto ir a ese sitio y luego encontrarse con su familia en la cancha de Temperley, el club del cual era fanática, aunque nunca llegó, ya que antes los vecinos la encontraron tirada en la vía pública gravemente herida y agonizando.

Melisa fue trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de la vecina localidad Longchamps, donde los médicos constataron que presentaba dos heridas punzo-cortantes profundas en la cabeza, una en la parte posterior y otra en la sien, y un corte en la cara, además de golpes.

Cuando sus familiares se enteraron de lo sucedido, tramitaron su traslado al Hospital Sirio Libanés, en el barrio porteño de Villa Devoto, aunque la joven llegó allí con muerte cerebral y finalmente falleció a los tres días.

El fiscal señaló como prueba más relevante contra Sosa las imágenes de las cámaras de seguridad de un gimnasio y de una peluquería que captaron cuando el imputado perseguía a Melisa mientras miraba hacia los costados y trataba de esconderse.

Si bien las cámaras no tomaron el ataque, se los ve doblar en una esquina y a cien metros de allí es donde la joven fue encontrada herida gravemente, sin que le hayan robado nada y sin signos de abuso.

Después del hecho, Sosa se presentó en la comisaría y si bien no hizo una confesión, los policías que lo recibieron ese día declararon que dijo: “Me vengo a entregar, sé que me están buscando. Mi alma es impura, sé por qué Dios me puso aquí”.

Posteriormente, el hombre se reconoció en los videos, pero aseguró que él no había matado a Melisa y que ni se había dado cuenta de que la habían atacado porque él se había ido directamente a su casa.

Por otra parte, se valoraron los testimonios de familiares de la víctima que aseguraron que Sosa era una persona "aterradora" que provocaba "miedo" a las mujeres del barrio, incluso a Melisa.


NOTICIAS RELACIONADAS