Mujeres acosadas por Trump piden al Capitolio que lo investigue
Tres de las mujeres que durante la campaña presidencial de 2016 acusaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de haberlas acosado sexualmente dijeron hoy que el mandatario debería renunciar, o al menos, ser investigado por el Congreso.
"La única razón por la que estoy hoy aquí es porque este agresor es hoy el presidente de nuestro país", dijo a periodistas Raquel Crooks, una ex recepcionista que asegura que el magnate inmobiliario la besó en la boca sin su consentimiento en 2005 cuando trabajaba en la Torre Trump de Nueva York.
Crooks, en rueda de prensa en Nueva York junto a Jessica Leeds y Samantha Holvey, que también denunciaron acosos sexuales de Trump, dijo que lo correcto "sería que renunciase, pero no creo que lo vaya a hacer. Sólo podemos pedirle al Congreso que se encargue" de investigar sus denuncias, agregó.
Y remarcó que si el Congreso considera investigar al senador demócrata Al Franken, contra quien se han formulado similares denuncias y quien la semana pasada anunció su dimisión, "es justo" hacerlo también con el presidente.
"En otros espacios de la sociedad se está haciendo responsable a la gente por conductas inapropiadas, pero no al presidente", se indignó Jessica Leeds, de 75 años, informó la agencia de noticias EFE.
Ella recordó que hace tres décadas Trump se le abalanzó en un avión, le tocó los pechos e intentó meterle la mano por debajo de la pollera.
"Desafortunadamente, tengo la sensación que su conducta sexual inapropiada está bastante abajo en la lista de cosas que Trump ha hecho mal", sentenció Leeds.
Los relatos de Leeds y Crooks coinciden con la actitud que demostró Trump en un video de 2005 que salió a la luz y desató el escándalo en la campaña electoral de 2016.
Dime de qué alardeas y te diré... a qué te expones
Allí se escucha al presidente alardear que besaba y tocaba las partes íntimas de las mujeres sin su consentimiento.
Sin embargo, según Leeds, ni esta grabación ni los testimonios de varias mujeres "parecen ser suficientes para llevar al presidente ante los tribunales".
Las declaraciones públicas de hoy se producen en medio de una ola de acusaciones de acoso sexual a hombres poderosos de Estados Unidos, ligados a la política y al espectáculo que, hasta ahora, habían actuado impunemente, como el productor de Hollywood, Harvey Weinstein, quizás el caso más emblemático de los últimos meses.
Ellas tres, junto a otras 13 mujeres, denunciaron durante la campaña presidencial que el multimillonario candidato y actual mandatario había abusado de ellas, en hechos que en algunos casos se remontan a la década de 1970.
Desde la Casa Blanca negaron todo tipo de acusaciones y la semana pasada, su vocera, Sarah Sanders, dijo directamente que ellas "mienten", aunque la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, republicana y elegida por Trump para ese cargo, sostuvo que "deben ser escuchadas".
Las acusaciones de abusos sexuales contra Trump volvieron a la palestra gracias al movimiento en las redes sociales conocido como #MeToo que permitió que numerosas personas denunciaran públicamente haber sufrido abusos en el pasado.
Llegan además antes de la votación de mañana en Alabama, en la que el senador republicano Roy Moore, acusado de agresión sexual a una chica menor de edad cuando él tenía 30 años, busca capturar la banca que dejó vacante el actual fiscal general, Jeff Sessions.
Luego de cierta renuencia inicial, Trump manifestó su pleno apoyo a Moore.
"La única razón por la que estoy hoy aquí es porque este agresor es hoy el presidente de nuestro país", dijo a periodistas Raquel Crooks, una ex recepcionista que asegura que el magnate inmobiliario la besó en la boca sin su consentimiento en 2005 cuando trabajaba en la Torre Trump de Nueva York.
Crooks, en rueda de prensa en Nueva York junto a Jessica Leeds y Samantha Holvey, que también denunciaron acosos sexuales de Trump, dijo que lo correcto "sería que renunciase, pero no creo que lo vaya a hacer. Sólo podemos pedirle al Congreso que se encargue" de investigar sus denuncias, agregó.
Y remarcó que si el Congreso considera investigar al senador demócrata Al Franken, contra quien se han formulado similares denuncias y quien la semana pasada anunció su dimisión, "es justo" hacerlo también con el presidente.
"En otros espacios de la sociedad se está haciendo responsable a la gente por conductas inapropiadas, pero no al presidente", se indignó Jessica Leeds, de 75 años, informó la agencia de noticias EFE.
Ella recordó que hace tres décadas Trump se le abalanzó en un avión, le tocó los pechos e intentó meterle la mano por debajo de la pollera.
"Desafortunadamente, tengo la sensación que su conducta sexual inapropiada está bastante abajo en la lista de cosas que Trump ha hecho mal", sentenció Leeds.
Los relatos de Leeds y Crooks coinciden con la actitud que demostró Trump en un video de 2005 que salió a la luz y desató el escándalo en la campaña electoral de 2016.
Dime de qué alardeas y te diré... a qué te expones
Allí se escucha al presidente alardear que besaba y tocaba las partes íntimas de las mujeres sin su consentimiento.
Sin embargo, según Leeds, ni esta grabación ni los testimonios de varias mujeres "parecen ser suficientes para llevar al presidente ante los tribunales".
Las declaraciones públicas de hoy se producen en medio de una ola de acusaciones de acoso sexual a hombres poderosos de Estados Unidos, ligados a la política y al espectáculo que, hasta ahora, habían actuado impunemente, como el productor de Hollywood, Harvey Weinstein, quizás el caso más emblemático de los últimos meses.
Ellas tres, junto a otras 13 mujeres, denunciaron durante la campaña presidencial que el multimillonario candidato y actual mandatario había abusado de ellas, en hechos que en algunos casos se remontan a la década de 1970.
Desde la Casa Blanca negaron todo tipo de acusaciones y la semana pasada, su vocera, Sarah Sanders, dijo directamente que ellas "mienten", aunque la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, republicana y elegida por Trump para ese cargo, sostuvo que "deben ser escuchadas".
Las acusaciones de abusos sexuales contra Trump volvieron a la palestra gracias al movimiento en las redes sociales conocido como #MeToo que permitió que numerosas personas denunciaran públicamente haber sufrido abusos en el pasado.
Llegan además antes de la votación de mañana en Alabama, en la que el senador republicano Roy Moore, acusado de agresión sexual a una chica menor de edad cuando él tenía 30 años, busca capturar la banca que dejó vacante el actual fiscal general, Jeff Sessions.
Luego de cierta renuencia inicial, Trump manifestó su pleno apoyo a Moore.