Detuvieron en Alemania al ex presidente catalán Carles Puigdemont

El prófugo ex presidente catalán afronta la posibilidad de ser trasladado a España para responder a cargos de rebelión agravada luego de ser arrestado y encarcelado hoy en Alemana, adonde ingresó en automóvil en viaje desde Finlandia hacia Bélgica.

25 MAR 2018 - 10:35 | Actualizado

Puigdemont había iniciado el viaje en automóvil luego de enterarse de que el viernes pasado un juez español reactivó una orden europea de captura en su contra y ahora enfrenta un traslado a España por decisión judicial germana.

Funcionarios de la policía caminera del Land (estado federado) de Schleswig-Holstein respondieron a la orden y detuvieron a Puigdemont a las 11:19 horas (06:19 hora argentina) de hoy, después de que cruzara en coche la frontera desde Dinamarca para regresar a Bruselas, informó un portavoz de la policía estadual en Kiel.

La detención del señalado como principal responsable del plan separatista que abrió una crisis institucional en España pone fin al misterio sobre su paradero desde que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivara el viernes en Madrid una orden europea de captura contra él y otros cinco independentistas.

El regreso de Puigdemont a Bruselas estaba previsto el sábado, pero a última hora se supo que había abandonado Finlandia el viernes por la noche, por medios en ese momento desconocidos.

El político catalán quedó detenido unas horas en la comisaría de la localidad alemana de Jagel, de donde luego fue trasladado a la cárcel del estado de Schleswig-Holstein en Neumünster, al sur de la capital estadual, el puerto báltico de Kiel.

Al mismo tiempo, un vocero del Ministerio de Justicia alemán informó que el fiscal General de Schleswig-Holstein estudiará la orden de arresto pedida por el juez Llarena.

El viernes pasado, Llarena pidió la captura del ex mandatario catalán y otros 12 dirigentes, seis fuera de España, a los que acusó de rebelión y malversación en relación con el proceso de secesión.

El procedimiento de análisis y eventual ejecución de la orden de arresto europea quedó a cargo de la Fiscalía local y la decisión definitiva puede demorarse entre quince y hasta 45 días, según fuentes alemanas citadas por la agencia española de noticias EFE.

El Código Penal alemán no tiene tipificado el cargo de rebelión como tal, pero sí el de alta traición, en el artículo 81, indicó.

La definición es similar y el artículo prevé penas de cárcel "de no menos de diez años" o "hasta cadena perpetua" -lo que en Alemania equivale a un máximo de 25 años, apuntó la agencia española.

Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Puigdemont, señaló que el político "se dirigía a Bélgica para ponerse como siempre a disposición de la Justicia" y había recibido "un trato correcto" en la comisaría de Jagel.

Puigdemont se dirigía a Hamburgo, desde donde quería regresar a Bélgica, donde está exiliado mientras se tramita en España un proceso en su contra bajo acusaciones de "rebelión" e "incitación" por su intento de promover un referéndum de independencia en Cataluña, informó la agencia alemana de noticias DPA.

Puigdemont había ido de visita a Helsinki el jueves pasado para mantener reuniones en el Parlamento finlandés y ofrecer una conferencia en la universidad.

Después de la reactivación de la orden de arresto, las autoridades españolas comenzaron a trabajar con la Fiscalía alemana y con Eurojust, órgano de la Unión Europea (UE) responsable de la cooperación judicial entre los países miembros, para ofrecer la documentación necesaria para hacer efectiva la orden europea de captura.

El servicio de inteligencia español, entretanto, tenía a Puigdemont enfocado todo el tiempo, y cuando partió de Finlandia informó a la policía federal alemana, que a su vez retransmitió el alerta a la policía del Estado de Schleswig-Holstein, aseguró el semanario alemán FOCUS.

España eligió pedir el arresto en Alemania y no en Dinamarca porque su arresto en territorio alemán plantea al ex mandatario un problema mayor que si hubiese ocurrido en Bélgica, cuyos códigos legales no incluyen artículos tan equiparables a los de rebelión en España.

"España no garantiza un juicio justo, solo venganza y represión", escribió en Twitter Elsa Artadi, portavoz de la plataforma Junts per Catalunya (JxCat)de Puigdemont.

Mireia Boya, ex diputada del partido soberanista y antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP), planteó en la misma red social:"Ahora se verá si la Unión Europea avala la vulneración de derechos fundamentales por parte del Estado español".

Por el contrario, Albert Rivera, líder del partido antiindependentista Ciudadanos, celebró el fin de "la huida del golpista".

"Intentar destruir una democracia europea, saltarse las leyes democráticas, romper la convivencia o malversar dinero público para ello no puede gozar de impunidad", proclamó.

Puigdemont vive en Bruselas desde hace casi cinco meses, cuando abandonó España luego de ser destituido por el Gobierno de Madrid debido al plan independentista en Cataluña, que culminó el 27 de octubre con el fracasado intento del Parlamento regional de crear una república.

El ex presidente catalán está procesado por un delito de rebelión agravada, castigado con hasta 30 años de cárcel, vinculado a ese proceso. 25 de los 28 investigados por el plan fueron procesados el viernes por diversos cargos y quedaron a un paso de ser juzgados.

25 MAR 2018 - 10:35

Puigdemont había iniciado el viaje en automóvil luego de enterarse de que el viernes pasado un juez español reactivó una orden europea de captura en su contra y ahora enfrenta un traslado a España por decisión judicial germana.

Funcionarios de la policía caminera del Land (estado federado) de Schleswig-Holstein respondieron a la orden y detuvieron a Puigdemont a las 11:19 horas (06:19 hora argentina) de hoy, después de que cruzara en coche la frontera desde Dinamarca para regresar a Bruselas, informó un portavoz de la policía estadual en Kiel.

La detención del señalado como principal responsable del plan separatista que abrió una crisis institucional en España pone fin al misterio sobre su paradero desde que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivara el viernes en Madrid una orden europea de captura contra él y otros cinco independentistas.

El regreso de Puigdemont a Bruselas estaba previsto el sábado, pero a última hora se supo que había abandonado Finlandia el viernes por la noche, por medios en ese momento desconocidos.

El político catalán quedó detenido unas horas en la comisaría de la localidad alemana de Jagel, de donde luego fue trasladado a la cárcel del estado de Schleswig-Holstein en Neumünster, al sur de la capital estadual, el puerto báltico de Kiel.

Al mismo tiempo, un vocero del Ministerio de Justicia alemán informó que el fiscal General de Schleswig-Holstein estudiará la orden de arresto pedida por el juez Llarena.

El viernes pasado, Llarena pidió la captura del ex mandatario catalán y otros 12 dirigentes, seis fuera de España, a los que acusó de rebelión y malversación en relación con el proceso de secesión.

El procedimiento de análisis y eventual ejecución de la orden de arresto europea quedó a cargo de la Fiscalía local y la decisión definitiva puede demorarse entre quince y hasta 45 días, según fuentes alemanas citadas por la agencia española de noticias EFE.

El Código Penal alemán no tiene tipificado el cargo de rebelión como tal, pero sí el de alta traición, en el artículo 81, indicó.

La definición es similar y el artículo prevé penas de cárcel "de no menos de diez años" o "hasta cadena perpetua" -lo que en Alemania equivale a un máximo de 25 años, apuntó la agencia española.

Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Puigdemont, señaló que el político "se dirigía a Bélgica para ponerse como siempre a disposición de la Justicia" y había recibido "un trato correcto" en la comisaría de Jagel.

Puigdemont se dirigía a Hamburgo, desde donde quería regresar a Bélgica, donde está exiliado mientras se tramita en España un proceso en su contra bajo acusaciones de "rebelión" e "incitación" por su intento de promover un referéndum de independencia en Cataluña, informó la agencia alemana de noticias DPA.

Puigdemont había ido de visita a Helsinki el jueves pasado para mantener reuniones en el Parlamento finlandés y ofrecer una conferencia en la universidad.

Después de la reactivación de la orden de arresto, las autoridades españolas comenzaron a trabajar con la Fiscalía alemana y con Eurojust, órgano de la Unión Europea (UE) responsable de la cooperación judicial entre los países miembros, para ofrecer la documentación necesaria para hacer efectiva la orden europea de captura.

El servicio de inteligencia español, entretanto, tenía a Puigdemont enfocado todo el tiempo, y cuando partió de Finlandia informó a la policía federal alemana, que a su vez retransmitió el alerta a la policía del Estado de Schleswig-Holstein, aseguró el semanario alemán FOCUS.

España eligió pedir el arresto en Alemania y no en Dinamarca porque su arresto en territorio alemán plantea al ex mandatario un problema mayor que si hubiese ocurrido en Bélgica, cuyos códigos legales no incluyen artículos tan equiparables a los de rebelión en España.

"España no garantiza un juicio justo, solo venganza y represión", escribió en Twitter Elsa Artadi, portavoz de la plataforma Junts per Catalunya (JxCat)de Puigdemont.

Mireia Boya, ex diputada del partido soberanista y antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP), planteó en la misma red social:"Ahora se verá si la Unión Europea avala la vulneración de derechos fundamentales por parte del Estado español".

Por el contrario, Albert Rivera, líder del partido antiindependentista Ciudadanos, celebró el fin de "la huida del golpista".

"Intentar destruir una democracia europea, saltarse las leyes democráticas, romper la convivencia o malversar dinero público para ello no puede gozar de impunidad", proclamó.

Puigdemont vive en Bruselas desde hace casi cinco meses, cuando abandonó España luego de ser destituido por el Gobierno de Madrid debido al plan independentista en Cataluña, que culminó el 27 de octubre con el fracasado intento del Parlamento regional de crear una república.

El ex presidente catalán está procesado por un delito de rebelión agravada, castigado con hasta 30 años de cárcel, vinculado a ese proceso. 25 de los 28 investigados por el plan fueron procesados el viernes por diversos cargos y quedaron a un paso de ser juzgados.


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