Córdoba recuerda a don Ata a 26 años de su partida

El deceso de Atahualpa Yupanqui, artista criollo de excelencia, será recordado el próximo miércoles a 26 años de su muerte con una velada de música y cine que se desarrollará en la Biblioteca Córdoba de la capital provincial y el sábado con un encuentro la casa-museo en Cerro Colorado, en dos actividades promovidas por la Agencia Córdoba Cultura.

21 MAY 2018 - 10:46 | Actualizado


El 23, desde las 18, en la biblioteca sita en 27 de Abril 375, se proyectará “Horizontes de piedra”, de Román Viñoly Barreto, que Yupanqui protagonizó junto a Mario Lozano, Milagros de la Vega y Julia Sandoval; luego el artista Raúl Soria presentará postales realizadas con la figura de Atahualpa e ilustrará en vivo una nueva imagen que será exhibida en la Biblioteca Córdoby a continuación su hijo Roberto Chavero ofrecerá un mini-recital.

En tanto, el sábado, el tributo se trasladará a Cerro Colorado, el lugar que Yupanqui eligió para vivir y en el que fueron esparcidas sus cenizas, donde a partir de las 12.30 habrá una actividad en la que participarán sus familiares y artistas de la región con micrófono abierto.

Atahualpa nació el 31 de enero de 1908 en un paraje del partido bonaerense de Pergamino, pero su música abrazó acentos regionales que desbordaron a la zona pampeana. Estudió violín y guitarra desde los seis años con el profesor Bautista Almirón, quien le presentó los preludios de Fernando Sor y las transcripciones de Schubert, Liszt, Beethoven, Bach, Schumann que lo encandilaron de inmediato.

A los 19 compuso "Camino del indio", una canción simple de su infancia tucumana que luego se convirtió en un himno de la indianidad. Y más tarde, en tiempos del primer peronismo, fue perseguido y encarcelado por su afiliación al Partido Comunista, que declinó años después.

En 1949 buscó un aire nuevo en tierras europeas, donde logró el cobijo artístico de Edith Piaf y encontró el éxito internacional. Su obra Atahualpa se popularizó a nivel local en los años 60 con el impulso de Jorge Cafrune y Mercedes Sosa, quienes grabaron sus composiciones. 

Registró 325 canciones entre las que sobresalen "La alabanza", "El arriero", "Basta ya", "Los ejes de mi carreta", "Le tengo rabia al silencio", "Piedra y camino", "Viene clareando", "Chacarera de las piedras", "La hermanita perdida", "Camino del indio", "Zamba del grillo", "Milonga del peón de campo", "Luna tucumana", "La añera", "La pobrecita", "La flecha", "El alazán", "Madre del monte", "A qué le llaman distancia" y "Milonga del solitario".
 

21 MAY 2018 - 10:46


El 23, desde las 18, en la biblioteca sita en 27 de Abril 375, se proyectará “Horizontes de piedra”, de Román Viñoly Barreto, que Yupanqui protagonizó junto a Mario Lozano, Milagros de la Vega y Julia Sandoval; luego el artista Raúl Soria presentará postales realizadas con la figura de Atahualpa e ilustrará en vivo una nueva imagen que será exhibida en la Biblioteca Córdoby a continuación su hijo Roberto Chavero ofrecerá un mini-recital.

En tanto, el sábado, el tributo se trasladará a Cerro Colorado, el lugar que Yupanqui eligió para vivir y en el que fueron esparcidas sus cenizas, donde a partir de las 12.30 habrá una actividad en la que participarán sus familiares y artistas de la región con micrófono abierto.

Atahualpa nació el 31 de enero de 1908 en un paraje del partido bonaerense de Pergamino, pero su música abrazó acentos regionales que desbordaron a la zona pampeana. Estudió violín y guitarra desde los seis años con el profesor Bautista Almirón, quien le presentó los preludios de Fernando Sor y las transcripciones de Schubert, Liszt, Beethoven, Bach, Schumann que lo encandilaron de inmediato.

A los 19 compuso "Camino del indio", una canción simple de su infancia tucumana que luego se convirtió en un himno de la indianidad. Y más tarde, en tiempos del primer peronismo, fue perseguido y encarcelado por su afiliación al Partido Comunista, que declinó años después.

En 1949 buscó un aire nuevo en tierras europeas, donde logró el cobijo artístico de Edith Piaf y encontró el éxito internacional. Su obra Atahualpa se popularizó a nivel local en los años 60 con el impulso de Jorge Cafrune y Mercedes Sosa, quienes grabaron sus composiciones. 

Registró 325 canciones entre las que sobresalen "La alabanza", "El arriero", "Basta ya", "Los ejes de mi carreta", "Le tengo rabia al silencio", "Piedra y camino", "Viene clareando", "Chacarera de las piedras", "La hermanita perdida", "Camino del indio", "Zamba del grillo", "Milonga del peón de campo", "Luna tucumana", "La añera", "La pobrecita", "La flecha", "El alazán", "Madre del monte", "A qué le llaman distancia" y "Milonga del solitario".
 


NOTICIAS RELACIONADAS