"En los últimos días se dio a conocer un informe donde se detalla lo vivido por al menos mil sobrevivientes, víctimas del abuso sexual, de poder y de conciencia en manos de sacerdotes durante aproximadamente setenta años", escribe el papa en la carta difundida por el Vaticano.
"Si bien se puede decir que la mayoría de los casos corresponden al pasado, sin embargo, con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen y nos obligan a condenar con fuerza estas atrocidades, así como a unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte; las heridas nunca prescriben", añade Francisco.
Hace tres días, el Vaticano expresó su "vergüenza y dolor" tras la revelación de abusos sexuales en Pennsylvania por parte de más de 300 de curas durante décadas.
Pero este lunes el papa Francisco fue más lejos y empleó palabras más duras para referirse al caso.
"Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión", prosiguió.
Continuando, señaló: "que el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválidos. Ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias".
- "Es para Irlanda, es para EEUU, es para Chile..."
También hizo un llamado a la comunidad católica a movilizarse para "denunciar todo aquello que pone en peligro la integridad de cualquier persona".
En un mensaje de audio que acompaña la carta del papa, Greg Burke, portavoz del Vaticano, subraya el hecho de que Francisco considere los abusos pedófilos como "crímenes".
Burke destacó además la universalidad del mensaje del Sumo Pontífice: "es para Irlanda, es para Estados Unidos, es para Chile. Pero no sólo, el papa Francisco ha escrito a todo el pueblo de Dios, y eso significa a todos y cada uno".
El papa es esperado de visita en Irlanda el 25 y 26 de agosto, donde se confrontará a la historia de los escándalos vinculados a las sevicias cometidas en el seno de la Iglesia, que han apartado a numerosos irlandeses de la religión católica. Discretamente, se entrevistará con algunas de las víctimas.
Francisco concluye su carta al "Pueblo de Dios", llamando a los creyentes al "ayuno y la oración".
Un mensaje considerado insuficiente en una primera reacción de las víctimas.
"El Vaticano y el papa deberían cesar de decirnos qué tan terribles son los abusos (...) En lugar de ello, deberían decirnos qué harán para que los culpables rindan cuentas por sus acciones.
Es lo que queremos escuchar", escribió en Twitter la irlandesa Marie Collins, de 71 años, víctima a los 13 años de abusos sexuales perpetrados por un sacerdote.
En marzo de 2017, Collins abandonó la Comisión antipedofilia del Vaticano, considerando que los actos no se ajustan a las palabras de firmeza pronunciadas por Francisco.
"En los últimos días se dio a conocer un informe donde se detalla lo vivido por al menos mil sobrevivientes, víctimas del abuso sexual, de poder y de conciencia en manos de sacerdotes durante aproximadamente setenta años", escribe el papa en la carta difundida por el Vaticano.
"Si bien se puede decir que la mayoría de los casos corresponden al pasado, sin embargo, con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen y nos obligan a condenar con fuerza estas atrocidades, así como a unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte; las heridas nunca prescriben", añade Francisco.
Hace tres días, el Vaticano expresó su "vergüenza y dolor" tras la revelación de abusos sexuales en Pennsylvania por parte de más de 300 de curas durante décadas.
Pero este lunes el papa Francisco fue más lejos y empleó palabras más duras para referirse al caso.
"Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión", prosiguió.
Continuando, señaló: "que el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválidos. Ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias".
- "Es para Irlanda, es para EEUU, es para Chile..."
También hizo un llamado a la comunidad católica a movilizarse para "denunciar todo aquello que pone en peligro la integridad de cualquier persona".
En un mensaje de audio que acompaña la carta del papa, Greg Burke, portavoz del Vaticano, subraya el hecho de que Francisco considere los abusos pedófilos como "crímenes".
Burke destacó además la universalidad del mensaje del Sumo Pontífice: "es para Irlanda, es para Estados Unidos, es para Chile. Pero no sólo, el papa Francisco ha escrito a todo el pueblo de Dios, y eso significa a todos y cada uno".
El papa es esperado de visita en Irlanda el 25 y 26 de agosto, donde se confrontará a la historia de los escándalos vinculados a las sevicias cometidas en el seno de la Iglesia, que han apartado a numerosos irlandeses de la religión católica. Discretamente, se entrevistará con algunas de las víctimas.
Francisco concluye su carta al "Pueblo de Dios", llamando a los creyentes al "ayuno y la oración".
Un mensaje considerado insuficiente en una primera reacción de las víctimas.
"El Vaticano y el papa deberían cesar de decirnos qué tan terribles son los abusos (...) En lugar de ello, deberían decirnos qué harán para que los culpables rindan cuentas por sus acciones.
Es lo que queremos escuchar", escribió en Twitter la irlandesa Marie Collins, de 71 años, víctima a los 13 años de abusos sexuales perpetrados por un sacerdote.
En marzo de 2017, Collins abandonó la Comisión antipedofilia del Vaticano, considerando que los actos no se ajustan a las palabras de firmeza pronunciadas por Francisco.