Lanzaron una campaña de sensibilización y visibilización sobre venta de alcohol a menores

Según un estudio de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), entre 2010 y 2017 el consumo del alcohol en menores de 18 años se ha incrementado un 13%, el 30% de los chicos reconoció haber tenido algún episodio agudo y cada vez es menor la edad en que inician a beber, entre los 12 y 13 años.

La propuesta tiene como eslogan “#Venderle a un menor no es menor” y apunta a generar la toma de conciencia en toda la comunidad.
03 ENE 2019 - 20:29 | Actualizado

Desde allí las autoridades municipales junto a sus pares de la Cámara de Comercio y Producción decidieron lanzar la campaña de prevención que apunta a evitar la venta de bebidas alcohólicas a los menores en la ciudad. La presentación del programa estuvo a cargo de Gabriela Pastore (CAMAD), Santiago Bermejo y Micaela Turbiner–responsables de inspecciones generales y de la dirección de prevenciones de la comuna-.

En Argentina existe una ley (Nº 24.788) que prohíbe el consumo, acceso y distribución del alcohol a menores de dieciocho años, sin embargo acceden, en muchos casos amparados por adultos que son quienes lo proveen, naturalizando de este modo el consumo.

El hecho a analizar, más allá de lo que se debe a la Justicia, es la importancia que se le da al cuidado de los jóvenes. Los adultos responsables, las instituciones estatales de cualquier jurisdicción, las empresas del sector turístico y del entretenimiento y los fabricantes y comercializadores de bebidas alcohólicas deben velar por el cuidado de los niños, jóvenes y adolescentes ante la ingesta nociva de ese tipo de productos.

Los menores de 18 años no están preparados ni física ni psicológicamente para el consumo de alcohol y cualquier tipo de ingesta, moderada o abusiva, puede conllevar prácticas de riesgo, como accidentes, sexo sin protección, embarazos no deseados y otras situaciones problemáticas.

Desde el área de prevenciones de la comuna se remarcó que cuando un niño empieza a beber antes de los 15 años, es mucho más propenso a convertirse en un bebedor crónico o en bebedor problemático. Esto puede generar que el consumo de alcohol en menores de 18 años puede influir de manera negativa en el desarrollo del cerebro.

Dentro de las consecuencias que genera el consumo de alcohol a corto plazo está la afectación de la memoria y el aprendizaje; los adolescentes bebedores tienden a obtener los más bajos resultados en su rendimiento escolar.

Asimismo, produce trastornos cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardíaco, hipertensión arterial y miocardiopatía dilatada por consumo crónico (afección a partir de la cual el corazón se debilita y se dilata y no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo).

Los efectos del consumo prolongado de alcohol en el cerebro pueden ser de por vida. El consumo de alcohol también crea un mayor riesgo de depresión, ansiedad y baja autoestima.

Beber alcohol durante la pubertad también puede cambiar las hormonas en el cuerpo. Esto puede afectar el crecimiento y la pubertad. Beber demasiado de una sola vez puede causar lesiones graves o la muerte por intoxicación. Esto puede ocurrir con tomarse tan solo 4 tragos en cuestión de 2 horas.

Entendiendo la complejidad de esta problemática y evaluando las posibles medidas que favorezcan la disminución del consumo de alcohol en menores de 18 años es que se decidió realizar esta campaña con el objetivo de reducir la oferta de alcohol a menores, hacer respetar las normativas vigentes sobre la prohibición de expendio de alcohol y sensibilizar a la comunidad sobre esta problemática.

Para llevar a cabo esta acción se procederá a visitar los locales donde se dispensan bebidas alcohólicas para informales sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol en menores y cuáles son las leyes y sanciones referidas a la venta de alcohol a los mismos.

Además se invitará al comercio a colocar en un lugar visible un cartel adhesivo que llevará un mensaje sobre su compromiso a no venderle alcohol a menores y un número para la comunidad en general donde podrán informar si el comercio no está cumpliendo con dicha normativa.

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La propuesta tiene como eslogan “#Venderle a un menor no es menor” y apunta a generar la toma de conciencia en toda la comunidad.
03 ENE 2019 - 20:29

Desde allí las autoridades municipales junto a sus pares de la Cámara de Comercio y Producción decidieron lanzar la campaña de prevención que apunta a evitar la venta de bebidas alcohólicas a los menores en la ciudad. La presentación del programa estuvo a cargo de Gabriela Pastore (CAMAD), Santiago Bermejo y Micaela Turbiner–responsables de inspecciones generales y de la dirección de prevenciones de la comuna-.

En Argentina existe una ley (Nº 24.788) que prohíbe el consumo, acceso y distribución del alcohol a menores de dieciocho años, sin embargo acceden, en muchos casos amparados por adultos que son quienes lo proveen, naturalizando de este modo el consumo.

El hecho a analizar, más allá de lo que se debe a la Justicia, es la importancia que se le da al cuidado de los jóvenes. Los adultos responsables, las instituciones estatales de cualquier jurisdicción, las empresas del sector turístico y del entretenimiento y los fabricantes y comercializadores de bebidas alcohólicas deben velar por el cuidado de los niños, jóvenes y adolescentes ante la ingesta nociva de ese tipo de productos.

Los menores de 18 años no están preparados ni física ni psicológicamente para el consumo de alcohol y cualquier tipo de ingesta, moderada o abusiva, puede conllevar prácticas de riesgo, como accidentes, sexo sin protección, embarazos no deseados y otras situaciones problemáticas.

Desde el área de prevenciones de la comuna se remarcó que cuando un niño empieza a beber antes de los 15 años, es mucho más propenso a convertirse en un bebedor crónico o en bebedor problemático. Esto puede generar que el consumo de alcohol en menores de 18 años puede influir de manera negativa en el desarrollo del cerebro.

Dentro de las consecuencias que genera el consumo de alcohol a corto plazo está la afectación de la memoria y el aprendizaje; los adolescentes bebedores tienden a obtener los más bajos resultados en su rendimiento escolar.

Asimismo, produce trastornos cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardíaco, hipertensión arterial y miocardiopatía dilatada por consumo crónico (afección a partir de la cual el corazón se debilita y se dilata y no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo).

Los efectos del consumo prolongado de alcohol en el cerebro pueden ser de por vida. El consumo de alcohol también crea un mayor riesgo de depresión, ansiedad y baja autoestima.

Beber alcohol durante la pubertad también puede cambiar las hormonas en el cuerpo. Esto puede afectar el crecimiento y la pubertad. Beber demasiado de una sola vez puede causar lesiones graves o la muerte por intoxicación. Esto puede ocurrir con tomarse tan solo 4 tragos en cuestión de 2 horas.

Entendiendo la complejidad de esta problemática y evaluando las posibles medidas que favorezcan la disminución del consumo de alcohol en menores de 18 años es que se decidió realizar esta campaña con el objetivo de reducir la oferta de alcohol a menores, hacer respetar las normativas vigentes sobre la prohibición de expendio de alcohol y sensibilizar a la comunidad sobre esta problemática.

Para llevar a cabo esta acción se procederá a visitar los locales donde se dispensan bebidas alcohólicas para informales sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol en menores y cuáles son las leyes y sanciones referidas a la venta de alcohol a los mismos.

Además se invitará al comercio a colocar en un lugar visible un cartel adhesivo que llevará un mensaje sobre su compromiso a no venderle alcohol a menores y un número para la comunidad en general donde podrán informar si el comercio no está cumpliendo con dicha normativa.


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