Un Banco privado estima que el PBI volverá a caer este año

Tras preguntarse si 2019 será un "año bisagra", el banco BBVA destacó hoy que la economía argentina "avanza por el camino de la recuperación", aunque pronosticó que el Producto Bruto se mantendrá en territorio negativo, con una baja del 1%.

25 ENE 2019 - 15:31 | Actualizado



   Al presentar su informe sobre la situación argentina, el equipo técnico de la entidad dijo que la Argentina deberá en 2019, y pese a los efectos recesivos en un año electoral, seguir corrigiendo sus desequilibrios externo, fiscal y monetario.

   El estudio alertó que la volatilidad cambiaria "podría volver desde junio por la usual dolarización pre-electoral".

   En todo caso, estimó que el tipo de cambio se depreciaría en línea con la inflación y con la variación de las "bandas" del BCRA, que muestran que la entidad buscará evitar un atraso cambiario importante, para terminar 2019 en 49 pesos.

   Para 2020, la entidad dijo que la agenda del próximo gobierno "implica seguir esta corrección de los desequilibrios macroeconómicos, especialmente sostener el esquivo superávit fiscal, que permita mantener por años la estabilidad macroeconómica".

   Sostuvo que luego se deberá "emprender reformas estructurales clave, entre las que sobresalen las reformas del sistema de previsión social, del sistema tributario, del mercado laboral, y una nueva política comercial de mayor apertura".

   "Todo esto es clave para poder explotar la dotación de recursos naturales del país e impulsar la exportación tanto de bienes primarios y derivados, como de servicios intensivos en conocimiento", señaló el reporte.

   Consideró que "hasta que se verifique este programa reformista revisamos a la baja el crecimiento del PIB para 2020-3, a niveles cercanos al potencial (2,5%), ya que la política económica se mantendrá contractiva, la inversión se recuperará a lentamente de la caída de 2018-9, los flujos de capital serán escasos y el crecimiento global menos dinámico".

   El reporte consideró que "la crisis cambiaria que sufrió el país desde mayo de 2018, resultado del deterioro de las condiciones financieras globales, el impacto de la sequía, errores de política y debilidades estructurales pre-existentes, descarriló el modelo económico de "gradualismo fiscal, metas de inflación y flotación de la moneda" financiado con endeudamiento público y BCRA".

   Dijo que "esto implicó un cambio rotundo en el escenario económico y 2018 terminó con una fuerte caída del PIB (-2,4%), una notoria aceleración de la inflación (47,6%) y una disruptiva suba del tipo de cambio (110% a/a).

   "Las grandes preguntas para este 2019 son si habrá un punto de inflexión en actividad e inflación, y si por fin comenzaron a gestarse las bases para que Argentina logre un crecimiento sostenido del producto, con inflación a la baja y estabilidad de las variables nominales", señaló el estudio.

   Para el BBVA, el PIB crecería en todos los trimestres de 2019 pero a un ritmo bajo (0,6% promedio), que no alcanzará para contrarrestar el fuerte arrastre estadístico negativo de 2018 (-2,4%), por lo que el PIB caerá 1% en 2019 (previo: -0,3%), caída en promedio que esconderá una alta dispersión entre sectores.

   Además, estimó que la inflación bajará del 47,6% de diciembre 2018 a 30% en el mismo mes de 2019, por la "política monetaria contractiva del BCRA, que sigue sosteniendo que su objetivo central es bajar la inflación, y mantendrá el crecimiento de la base monetaria bien debajo de la inflación".

   "Esto permitiría llegar a las elecciones con una actividad creciendo y la inflación bajando, pero esto no implica que la economía ayudará al oficialismo ya que el nivel de PIB será menor al de 2018 y la inflación descenderá lentamente (43% en las PASO).

   En el plano fiscal, estimó que el gobierno "lograría en 2019 el equilibrio primario acordado con el FMI, un gran esfuerzo en un año electoral desde el déficit de 2,4% de 2018, con un ajuste del gasto primario de 1,3 puntos del PIB".

   Las necesidades de financiamiento del Tesoro de 2019, asumiendo el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias, están cubiertas con este acuerdo y la renovación de 46% de la deuda local de corto plazo, pero en 2020 Argentina deberá retornar al mercado para refinanciar los vencimientos y emitir nueva por US$ 10.000 millones.

   En este escenario, el stock de deuda caerá del pico de 81% del PIB de 2018 (por la devaluación y la recesión) a 76% in 2019 y 69% in 2020, manteniéndose un perfil sustentable.

   En el plano monetario, el BCRA seguirá con su política muy contractiva, que implicará tasas de interés muy altas en términos reales, y podrá reducir la inflación del alto 4,1% promedio del segundo semestre de 2018 a 2,5% en el primer semestre de 2019 y a 2% en el segundo, cerrando el año en 30%.

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25 ENE 2019 - 15:31



   Al presentar su informe sobre la situación argentina, el equipo técnico de la entidad dijo que la Argentina deberá en 2019, y pese a los efectos recesivos en un año electoral, seguir corrigiendo sus desequilibrios externo, fiscal y monetario.

   El estudio alertó que la volatilidad cambiaria "podría volver desde junio por la usual dolarización pre-electoral".

   En todo caso, estimó que el tipo de cambio se depreciaría en línea con la inflación y con la variación de las "bandas" del BCRA, que muestran que la entidad buscará evitar un atraso cambiario importante, para terminar 2019 en 49 pesos.

   Para 2020, la entidad dijo que la agenda del próximo gobierno "implica seguir esta corrección de los desequilibrios macroeconómicos, especialmente sostener el esquivo superávit fiscal, que permita mantener por años la estabilidad macroeconómica".

   Sostuvo que luego se deberá "emprender reformas estructurales clave, entre las que sobresalen las reformas del sistema de previsión social, del sistema tributario, del mercado laboral, y una nueva política comercial de mayor apertura".

   "Todo esto es clave para poder explotar la dotación de recursos naturales del país e impulsar la exportación tanto de bienes primarios y derivados, como de servicios intensivos en conocimiento", señaló el reporte.

   Consideró que "hasta que se verifique este programa reformista revisamos a la baja el crecimiento del PIB para 2020-3, a niveles cercanos al potencial (2,5%), ya que la política económica se mantendrá contractiva, la inversión se recuperará a lentamente de la caída de 2018-9, los flujos de capital serán escasos y el crecimiento global menos dinámico".

   El reporte consideró que "la crisis cambiaria que sufrió el país desde mayo de 2018, resultado del deterioro de las condiciones financieras globales, el impacto de la sequía, errores de política y debilidades estructurales pre-existentes, descarriló el modelo económico de "gradualismo fiscal, metas de inflación y flotación de la moneda" financiado con endeudamiento público y BCRA".

   Dijo que "esto implicó un cambio rotundo en el escenario económico y 2018 terminó con una fuerte caída del PIB (-2,4%), una notoria aceleración de la inflación (47,6%) y una disruptiva suba del tipo de cambio (110% a/a).

   "Las grandes preguntas para este 2019 son si habrá un punto de inflexión en actividad e inflación, y si por fin comenzaron a gestarse las bases para que Argentina logre un crecimiento sostenido del producto, con inflación a la baja y estabilidad de las variables nominales", señaló el estudio.

   Para el BBVA, el PIB crecería en todos los trimestres de 2019 pero a un ritmo bajo (0,6% promedio), que no alcanzará para contrarrestar el fuerte arrastre estadístico negativo de 2018 (-2,4%), por lo que el PIB caerá 1% en 2019 (previo: -0,3%), caída en promedio que esconderá una alta dispersión entre sectores.

   Además, estimó que la inflación bajará del 47,6% de diciembre 2018 a 30% en el mismo mes de 2019, por la "política monetaria contractiva del BCRA, que sigue sosteniendo que su objetivo central es bajar la inflación, y mantendrá el crecimiento de la base monetaria bien debajo de la inflación".

   "Esto permitiría llegar a las elecciones con una actividad creciendo y la inflación bajando, pero esto no implica que la economía ayudará al oficialismo ya que el nivel de PIB será menor al de 2018 y la inflación descenderá lentamente (43% en las PASO).

   En el plano fiscal, estimó que el gobierno "lograría en 2019 el equilibrio primario acordado con el FMI, un gran esfuerzo en un año electoral desde el déficit de 2,4% de 2018, con un ajuste del gasto primario de 1,3 puntos del PIB".

   Las necesidades de financiamiento del Tesoro de 2019, asumiendo el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias, están cubiertas con este acuerdo y la renovación de 46% de la deuda local de corto plazo, pero en 2020 Argentina deberá retornar al mercado para refinanciar los vencimientos y emitir nueva por US$ 10.000 millones.

   En este escenario, el stock de deuda caerá del pico de 81% del PIB de 2018 (por la devaluación y la recesión) a 76% in 2019 y 69% in 2020, manteniéndose un perfil sustentable.

   En el plano monetario, el BCRA seguirá con su política muy contractiva, que implicará tasas de interés muy altas en términos reales, y podrá reducir la inflación del alto 4,1% promedio del segundo semestre de 2018 a 2,5% en el primer semestre de 2019 y a 2% en el segundo, cerrando el año en 30%.


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