Una agresión con armas de fuego llevó al golpe más duro a la delincuencia en las “1.008”

La efectiva labor del personal de la Policía del Chubut derivó en un masivo secuestro en un departamento del barrio Treinta de Octubre. Duró diez horas y se secuestraron elementos robados, armas y clorhidrato de cocaína. El jefe de la Seccional Quinta destacó la tarea operativa de su personal.

El operativo policial se originó a partir de la agresión a balazos de un sujeto que poseía antecedentes.
02 FEB 2019 - 21:01 | Actualizado

Un ataque con armas de fuego finalmente resultó el argumento para que Policía del Chubut determinara el procedimiento que derivó en el mayor secuestro de elementos robados del que se tenga registro en la ciudad. En el corazón de las “Mil Ocho” se secuestraron armas, drogas y prácticamente un departamento plagado de objetos que habrían sido producto de robos domiciliarios.

“En nuestra jurisdicción se produjo un agresión en perjuicio de Mario Quevedo, quien una semana antes había ingresado a esta comisaría porque intentó robar un departamento en un edificio cercano siendo detenido junto a su pareja. A la semana lo hirieron en el cuello cuando se encontraba en el palier del edificio luego allanado”. Dos personas le dispararon a Quevedo en seis ocasiones secuestrándose en el lugar un machete, un chaleco de protección balística y un revólver 38 Special descargado pero que habría sido utilizado y luego recargado.

Investigación

“A raíz de esa situación, iniciamos la investigación y logramos mediante testimonios determinar que el autor material sería una persona residente en un edificio cercano, con apodo de una “provincia mediterránea”. Ahí establecimos dónde podía residir y en base al aporte de suboficiales antiguos concluímos que el grupo de pertenencia de estas personas habitaba en tres departamentos del complejo”.

Ale anticipó que se tenía la presunción de encontrar armas en uno de los departamentos, el número 43. Y por la información que se manejaba, además de esto podrían hallarse elementos malhabidos. “La mayoría de las cosas sustraídas en los barrios de la zona llegaban a las 1.008.

Coincidió la agresión armada con este hallazgo”. La sorpresa fue evidente al ingresar al departamento “J”, ubicado en el cuarto y último piso. “El personal de Infantería hizo un muy buen trabajo aunque casi no se podía caminar de la cantidad de cosas que había acumuladas en el lugar”. Con la presencia de Cristian Olazábal, oficial de Fiscalía, en el lugar se dieron directivas para describir la mayor cantidad de elementos encontrados. En el megaoperativo se secuestraron tres armas, tres chalecos y dos handies lo que planteó la vinculación con el ataque armado además de clorhidrato de cocaína.

Ataque con armas

El operativo duró alrededor de diez horas y se realizó paralelamente en tres departamentos del edificio 43. En las “Mil ocho” o barrio Treinta de Octubre viven alrededor de quince mil personas distribuídas en 95 edificios divididos a su vez en 9 sectores. “Es una de las zonas más complicadas de la ciudad. Es un lugar que por los comentarios informales de la gente, se ven movimientos que hacen sospechar de la venta de estupefacientes. Además hay afluencia de vehículos en distintos horarios; siempre se trata de identificarlos”.

Finalmente el comisario Ale alentó la posibilidad de una identificación continua de personas en el interior del barrio; de comercios que tienen habitualidad de personas que no están en el ámbito de la ley y podrían oficiar de “pantallas” y fortalecer la tarea de prevención. “Tenemos la intención de realizar una identificación de los residentes en el barrio, departamento por departamento, para saber quién vive y en qué circunstancia llegó a ese lugar ya que a diferencia de la gente honesta y trabajadora del sector, hay muchos que usurparon viviendas”.

Juan José Ale es hijo de policía y hace veinte años que presta servicios en la fuerza. Fue jefe durante doce años del GEOP y director del Centro de Instrucción para acceder recientemente a su primera jefatura de comisaría, al frente de la Seccional Quinta, una jurisdicción que incluye trece barrios y más de 75 mil habitantes.

“Destaco el espíritu de muchos integrantes de esta Comisaría. En la idiosincrasia policial, trabajar acá no se considera un premio. El personal que llegaba solía estar un poco relegado. Yo cuando asumí la jefatura noté cuestiones disciplinarias a solucionar pero también encontré un gran espíritu policial”, remarcó Ale sobre el personal a su cargo.

Es que detrás del resultado satisfactorio hay una historia y un largo trabajo de investigación. “Trato a mi criterio de optimizar la disciplina, afianzar nuestro rol de servidores públicos y nos debemos a la sociedad. Entre mis objetivos está lograr que esta comisaría sea la primera de la provincia en la faz operativa y que quienes sean destinados acá, vengan a “recibirse” de policías”.#

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El operativo policial se originó a partir de la agresión a balazos de un sujeto que poseía antecedentes.
02 FEB 2019 - 21:01

Un ataque con armas de fuego finalmente resultó el argumento para que Policía del Chubut determinara el procedimiento que derivó en el mayor secuestro de elementos robados del que se tenga registro en la ciudad. En el corazón de las “Mil Ocho” se secuestraron armas, drogas y prácticamente un departamento plagado de objetos que habrían sido producto de robos domiciliarios.

“En nuestra jurisdicción se produjo un agresión en perjuicio de Mario Quevedo, quien una semana antes había ingresado a esta comisaría porque intentó robar un departamento en un edificio cercano siendo detenido junto a su pareja. A la semana lo hirieron en el cuello cuando se encontraba en el palier del edificio luego allanado”. Dos personas le dispararon a Quevedo en seis ocasiones secuestrándose en el lugar un machete, un chaleco de protección balística y un revólver 38 Special descargado pero que habría sido utilizado y luego recargado.

Investigación

“A raíz de esa situación, iniciamos la investigación y logramos mediante testimonios determinar que el autor material sería una persona residente en un edificio cercano, con apodo de una “provincia mediterránea”. Ahí establecimos dónde podía residir y en base al aporte de suboficiales antiguos concluímos que el grupo de pertenencia de estas personas habitaba en tres departamentos del complejo”.

Ale anticipó que se tenía la presunción de encontrar armas en uno de los departamentos, el número 43. Y por la información que se manejaba, además de esto podrían hallarse elementos malhabidos. “La mayoría de las cosas sustraídas en los barrios de la zona llegaban a las 1.008.

Coincidió la agresión armada con este hallazgo”. La sorpresa fue evidente al ingresar al departamento “J”, ubicado en el cuarto y último piso. “El personal de Infantería hizo un muy buen trabajo aunque casi no se podía caminar de la cantidad de cosas que había acumuladas en el lugar”. Con la presencia de Cristian Olazábal, oficial de Fiscalía, en el lugar se dieron directivas para describir la mayor cantidad de elementos encontrados. En el megaoperativo se secuestraron tres armas, tres chalecos y dos handies lo que planteó la vinculación con el ataque armado además de clorhidrato de cocaína.

Ataque con armas

El operativo duró alrededor de diez horas y se realizó paralelamente en tres departamentos del edificio 43. En las “Mil ocho” o barrio Treinta de Octubre viven alrededor de quince mil personas distribuídas en 95 edificios divididos a su vez en 9 sectores. “Es una de las zonas más complicadas de la ciudad. Es un lugar que por los comentarios informales de la gente, se ven movimientos que hacen sospechar de la venta de estupefacientes. Además hay afluencia de vehículos en distintos horarios; siempre se trata de identificarlos”.

Finalmente el comisario Ale alentó la posibilidad de una identificación continua de personas en el interior del barrio; de comercios que tienen habitualidad de personas que no están en el ámbito de la ley y podrían oficiar de “pantallas” y fortalecer la tarea de prevención. “Tenemos la intención de realizar una identificación de los residentes en el barrio, departamento por departamento, para saber quién vive y en qué circunstancia llegó a ese lugar ya que a diferencia de la gente honesta y trabajadora del sector, hay muchos que usurparon viviendas”.

Juan José Ale es hijo de policía y hace veinte años que presta servicios en la fuerza. Fue jefe durante doce años del GEOP y director del Centro de Instrucción para acceder recientemente a su primera jefatura de comisaría, al frente de la Seccional Quinta, una jurisdicción que incluye trece barrios y más de 75 mil habitantes.

“Destaco el espíritu de muchos integrantes de esta Comisaría. En la idiosincrasia policial, trabajar acá no se considera un premio. El personal que llegaba solía estar un poco relegado. Yo cuando asumí la jefatura noté cuestiones disciplinarias a solucionar pero también encontré un gran espíritu policial”, remarcó Ale sobre el personal a su cargo.

Es que detrás del resultado satisfactorio hay una historia y un largo trabajo de investigación. “Trato a mi criterio de optimizar la disciplina, afianzar nuestro rol de servidores públicos y nos debemos a la sociedad. Entre mis objetivos está lograr que esta comisaría sea la primera de la provincia en la faz operativa y que quienes sean destinados acá, vengan a “recibirse” de policías”.#


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