Planean nuevo circuito de senderos de montaña

Una propuesta conjunta entre los clubes andinos de Cholila, Lago Puelo y Trevelin apunta a un nuevo circuito de senderos de montaña, complementando la red de El Bolsón (la más grande de Sudamérica), visitada cada año por unos 40 mil excursionistas y destino turístico de aventura por excelencia del país.

Turismo aventura. Clubes andinos de al menos tres localidad impulsan un proyecto innovador.
23 FEB 2019 - 20:41 | Actualizado

La prioridad es despertar el interés del Ministerio de Turismo en la construcción de refugios. El ministro Néstor García dijo que “la mejor forma de cuidar la naturaleza es aprovechándola a través de trekking, caminatas u observaciones. Hay que armar los circuitos con guías que se hagan cargo de custodiar el recurso. Las áreas protegidas no son intocables, pueden ser explotadas con responsabilidad”.
El director de Turismo de Cholila, Darío Calfunao, recordó que “desde hace más de 10 años venimos trabajando en el proyecto Huella Andina (desde Aluminé hasta Corcovado), que es una creación del Club Andino Cholila. Por entonces, soñábamos con tener una red de refugios de montaña dentro Chubut, que aún está pendiente”.
Valoró que “tenemos un público internacional que demanda este tipo de recorridos y una vez que termina de conocer la zona de El Bolsón, se encuentra con que no hay otros senderos disponibles y organizados”.
Entonces “aparecemos nosotros en escena. La propuesta que hicimos a García es crear una senda desde el límite con Río Negro, siguiendo por el Parque Nacional Lago Puelo, el valle del río Turbio, pasar por el cerro Tres Picos y poner en valor todo el potencial disponible en Cholila, hasta el Parque Nacional Los Alerces”, indicó. “Estamos planificando los refugios y resguardos del nuevo corredor, con campamentos ya establecidos, donde es posible realizar una infraestructura acorde a los servicios que requieren los excursionistas”.
“El escenario natural es impresionante –insistió-, con los cerros más altos e importantes de la Comarca Andina (Dos Picos 2.600 metros y Tres Picos, 2.500) y no podemos llevar visitantes por falta de refugios. Evidentemente, tenemos que fortalecer la oferta para recibir a los turistas, a los deportistas del trekking y a los andinistas del mundo deseosos de disfrutar de esta maravilla. Necesitamos de la decisión política; tenemos esperanza de avanzar rápido con este proyecto”, subrayó Calfunao.
A la oferta de Cholila, agregó al cerro Chato. “Es la naciente del río Alerce y sus pies está la laguna Errasti, todo dentro de la Reserva Natural de las Nacientes del río Tigre, lugares realmente paradisíacos, con ventisqueros eternos, arroyos cristalinos y picos nevados. Cuanto más al oeste vamos, la vegetación es típica de la selva valdiviana, con la franja de alerces más grande de la región”, graficó.
“Todavía no hay mucha publicidad de estos lugares y cuando los conoce un turista europeo o americano vuelve impactado. Todos van a hacer trekking a El Chaltén o Bariloche, pero cuando ven la oferta de Cholila, Lago Puelo o El Bolsón valoran realmente el potencial de nuestros recursos y nos alientan a desarrollar el producto”, comparó.
Sobre el cruce por los cerros Plataforma y Tres Picos, Calfunao precisó que “se utilizan los senderos de los viejos pobladores, que por aquellos años hacían el paso de sus vacas entre los valles. Su puesta en valor potenciará además a los habitantes de El Turbio, que podrían brindar alojamiento, gastronomía y servicios a los visitantes”.
Los cerros que circundan El Bolsón tienen un encanto especial con bosques nativos que los cubren; los ventisqueros eternos que coronan las cumbres. Sólo llegan los cóndores. “Espiritualmente te hacen sentir una energía especial, te están hablando desde arriba. Solo Dios, vos y el cielo, dueños del universo”, valora Matías Arias, un joven informante turístico y guía de montaña, nacido y criado en el lugar.
“La gente llega acelerada, con el ritmo y la rutina de las grandes urbes, con ganas de hacer ya una excursión a los cerros. Lo primero que hacemos es calmarlos, explicarles con paciencia las características de la zona y las recomendaciones. Con los días aplacan su ansiedad, se levantan a las 10, desayunan tranquilos, ya les pegó ‘la onda’ El Bolsón y empiezan a disfrutar de otra manera”, se ríe.
Al oeste del río Azul, dentro del Área Natural Protegida, la oferta para los excursionistas incluye una vasta bifurcación de senderos que permiten conocer a fondo los secretos de la cordillera, donde van apareciendo los refugios Cajón del Azul; La Playita; La Tronconada; El Retamal; Conde; La Horqueta; Casa de Campo (nuevo); Los Laguitos; Hielo Azul; Natación y Cerro Lindo.
Tienen capacidad para albergar desde 10 a 25 personas y la mayoría suma gastronomía y camping donde por la noche se arma un fogón comunitario. “Sirve no solo para cocinar y calentarse, sino que es punto de encuentro para conocerse, entablar nuevas amistades e incluso escuchar las anécdotas de los lugareños”, indica Arias.
Cada refugiero elabora su propia cerveza artesanal que ofrece a sus visitantes y hace gala del “mejor agua del mundo”, que utiliza y obtiene de una cascada cercana, y agrega en cada botella “algún hada o duende para hacer más divertida la noche”. “Todos son buenos anfitriones y están preparados para recibir a los turistas, el calor humano que se siente en cada refugio es incomparable”.
“Uno de los preferidos es El Motoco (ya del lado chubutense), a 20 km de la pasarela sobre el río Azul y que demanda entre 4 y 6 horas de ascenso. Allí el paisaje es distinto, se está muy cerca del límite con Chile, se puede ascender hasta la cumbre de otros cerros y también se pasa por los alerces milenarios, con ejemplares de 3 mil años que no alcanzan a abrazar entre 6 personas”.#

 

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23 FEB 2019 - 20:41

La prioridad es despertar el interés del Ministerio de Turismo en la construcción de refugios. El ministro Néstor García dijo que “la mejor forma de cuidar la naturaleza es aprovechándola a través de trekking, caminatas u observaciones. Hay que armar los circuitos con guías que se hagan cargo de custodiar el recurso. Las áreas protegidas no son intocables, pueden ser explotadas con responsabilidad”.
El director de Turismo de Cholila, Darío Calfunao, recordó que “desde hace más de 10 años venimos trabajando en el proyecto Huella Andina (desde Aluminé hasta Corcovado), que es una creación del Club Andino Cholila. Por entonces, soñábamos con tener una red de refugios de montaña dentro Chubut, que aún está pendiente”.
Valoró que “tenemos un público internacional que demanda este tipo de recorridos y una vez que termina de conocer la zona de El Bolsón, se encuentra con que no hay otros senderos disponibles y organizados”.
Entonces “aparecemos nosotros en escena. La propuesta que hicimos a García es crear una senda desde el límite con Río Negro, siguiendo por el Parque Nacional Lago Puelo, el valle del río Turbio, pasar por el cerro Tres Picos y poner en valor todo el potencial disponible en Cholila, hasta el Parque Nacional Los Alerces”, indicó. “Estamos planificando los refugios y resguardos del nuevo corredor, con campamentos ya establecidos, donde es posible realizar una infraestructura acorde a los servicios que requieren los excursionistas”.
“El escenario natural es impresionante –insistió-, con los cerros más altos e importantes de la Comarca Andina (Dos Picos 2.600 metros y Tres Picos, 2.500) y no podemos llevar visitantes por falta de refugios. Evidentemente, tenemos que fortalecer la oferta para recibir a los turistas, a los deportistas del trekking y a los andinistas del mundo deseosos de disfrutar de esta maravilla. Necesitamos de la decisión política; tenemos esperanza de avanzar rápido con este proyecto”, subrayó Calfunao.
A la oferta de Cholila, agregó al cerro Chato. “Es la naciente del río Alerce y sus pies está la laguna Errasti, todo dentro de la Reserva Natural de las Nacientes del río Tigre, lugares realmente paradisíacos, con ventisqueros eternos, arroyos cristalinos y picos nevados. Cuanto más al oeste vamos, la vegetación es típica de la selva valdiviana, con la franja de alerces más grande de la región”, graficó.
“Todavía no hay mucha publicidad de estos lugares y cuando los conoce un turista europeo o americano vuelve impactado. Todos van a hacer trekking a El Chaltén o Bariloche, pero cuando ven la oferta de Cholila, Lago Puelo o El Bolsón valoran realmente el potencial de nuestros recursos y nos alientan a desarrollar el producto”, comparó.
Sobre el cruce por los cerros Plataforma y Tres Picos, Calfunao precisó que “se utilizan los senderos de los viejos pobladores, que por aquellos años hacían el paso de sus vacas entre los valles. Su puesta en valor potenciará además a los habitantes de El Turbio, que podrían brindar alojamiento, gastronomía y servicios a los visitantes”.
Los cerros que circundan El Bolsón tienen un encanto especial con bosques nativos que los cubren; los ventisqueros eternos que coronan las cumbres. Sólo llegan los cóndores. “Espiritualmente te hacen sentir una energía especial, te están hablando desde arriba. Solo Dios, vos y el cielo, dueños del universo”, valora Matías Arias, un joven informante turístico y guía de montaña, nacido y criado en el lugar.
“La gente llega acelerada, con el ritmo y la rutina de las grandes urbes, con ganas de hacer ya una excursión a los cerros. Lo primero que hacemos es calmarlos, explicarles con paciencia las características de la zona y las recomendaciones. Con los días aplacan su ansiedad, se levantan a las 10, desayunan tranquilos, ya les pegó ‘la onda’ El Bolsón y empiezan a disfrutar de otra manera”, se ríe.
Al oeste del río Azul, dentro del Área Natural Protegida, la oferta para los excursionistas incluye una vasta bifurcación de senderos que permiten conocer a fondo los secretos de la cordillera, donde van apareciendo los refugios Cajón del Azul; La Playita; La Tronconada; El Retamal; Conde; La Horqueta; Casa de Campo (nuevo); Los Laguitos; Hielo Azul; Natación y Cerro Lindo.
Tienen capacidad para albergar desde 10 a 25 personas y la mayoría suma gastronomía y camping donde por la noche se arma un fogón comunitario. “Sirve no solo para cocinar y calentarse, sino que es punto de encuentro para conocerse, entablar nuevas amistades e incluso escuchar las anécdotas de los lugareños”, indica Arias.
Cada refugiero elabora su propia cerveza artesanal que ofrece a sus visitantes y hace gala del “mejor agua del mundo”, que utiliza y obtiene de una cascada cercana, y agrega en cada botella “algún hada o duende para hacer más divertida la noche”. “Todos son buenos anfitriones y están preparados para recibir a los turistas, el calor humano que se siente en cada refugio es incomparable”.
“Uno de los preferidos es El Motoco (ya del lado chubutense), a 20 km de la pasarela sobre el río Azul y que demanda entre 4 y 6 horas de ascenso. Allí el paisaje es distinto, se está muy cerca del límite con Chile, se puede ascender hasta la cumbre de otros cerros y también se pasa por los alerces milenarios, con ejemplares de 3 mil años que no alcanzan a abrazar entre 6 personas”.#

 


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