Una actriz del #MeToo llamó a una huelga de sexo porque se aprobó una ley contra el aborto
Una actriz estadounidense, integrante del movimiento conocido como #MeToo que denuncia abusos sexuales en Hollywood, llamó a una "huelga sexual" luego de que se promulgara una ley contra el aborto en el estado de Georgia.
“Nuestros derechos reproductivos fueron cancelados. Hasta que las mujeres no tengan control sobre sus cuerpos, no podemos arriesgarnos a un embarazo. Unete a mí y no tengas relaciones sexuales hasta que tengamos autonomía del cuerpo", tuiteó Alyssa Milano con la etiqueta #SexStrike y rápidamente se volvió viral.
En Georgia, la promulgada ley prohíbe la interrupción de embarazo tan pronto se pueda individualizar el latido del corazón del feto, es decir, aproximadamente cerca de seis semanas después pero "muchas mujeres no se dan cuenta que están embarazadas hasta la novena semana", destacó Milano, citada por la agencia Ansa.
La propuesta recibió en pocas horas más de 35 mil "me gusta" y fue retuiteada en más de 12 mil ocasiones.
Además, Milano recibió el apoyo de su colega Bette Midler. Pero su iniciativa suscitó incluso reacciones críticas, y no solo de aquellos que defienden la nueva ley.
"Aprecio la intención, pero #SexStrike es una idea sexista", comentó una usuaria, señalando que de este modo "se niega el placer de las mujeres".
En su defensa, Milano publicó un artículo de Quartz sobre cómo puede ser efectiva, pero alimentando nuevas críticas en la web.
Georgia es el último Estado en aprobar una ley similar restrictiva sobre el aborto, después de que lo hizo Mississippi en marzo pasado.
La medida regirá desde el primero de enero pero se espera que será impugnada en los tribunales.
En tanto, la industria de Hollywood amenaza con boicotear la producción cinematográfica y televisiva en Georgia, un sector que da 100.000 puestos de trabajo y 2,7 billones de dólares en ingresos.
Al menos 50 actores de Hollywood, incluyendo a Milano, Amy Schumer, Christina Applegate, Alec Baldwin, Ben Stiller, Don Cheadle, Mia Farrow y Sean Penn, anunciaron que ya no trabajarán en ese estado.
Lo mismo hicieron tres compañías independientes, mientras que las grandes productoras cinematográficas por ahora permanecen expectantes.
“Nuestros derechos reproductivos fueron cancelados. Hasta que las mujeres no tengan control sobre sus cuerpos, no podemos arriesgarnos a un embarazo. Unete a mí y no tengas relaciones sexuales hasta que tengamos autonomía del cuerpo", tuiteó Alyssa Milano con la etiqueta #SexStrike y rápidamente se volvió viral.
En Georgia, la promulgada ley prohíbe la interrupción de embarazo tan pronto se pueda individualizar el latido del corazón del feto, es decir, aproximadamente cerca de seis semanas después pero "muchas mujeres no se dan cuenta que están embarazadas hasta la novena semana", destacó Milano, citada por la agencia Ansa.
La propuesta recibió en pocas horas más de 35 mil "me gusta" y fue retuiteada en más de 12 mil ocasiones.
Además, Milano recibió el apoyo de su colega Bette Midler. Pero su iniciativa suscitó incluso reacciones críticas, y no solo de aquellos que defienden la nueva ley.
"Aprecio la intención, pero #SexStrike es una idea sexista", comentó una usuaria, señalando que de este modo "se niega el placer de las mujeres".
En su defensa, Milano publicó un artículo de Quartz sobre cómo puede ser efectiva, pero alimentando nuevas críticas en la web.
Georgia es el último Estado en aprobar una ley similar restrictiva sobre el aborto, después de que lo hizo Mississippi en marzo pasado.
La medida regirá desde el primero de enero pero se espera que será impugnada en los tribunales.
En tanto, la industria de Hollywood amenaza con boicotear la producción cinematográfica y televisiva en Georgia, un sector que da 100.000 puestos de trabajo y 2,7 billones de dólares en ingresos.
Al menos 50 actores de Hollywood, incluyendo a Milano, Amy Schumer, Christina Applegate, Alec Baldwin, Ben Stiller, Don Cheadle, Mia Farrow y Sean Penn, anunciaron que ya no trabajarán en ese estado.
Lo mismo hicieron tres compañías independientes, mientras que las grandes productoras cinematográficas por ahora permanecen expectantes.