La fiesta de Racing y las voces de los campeones

Hay personas que no juegan pero también son campeones. Por su vida dedicada al club, Ariel Gibbon es probablemente una de las personas que vivió con mayor emoción este campeonato. Empezó a jugar en Racing cuando tenía 11 años, en 1982. Inició su carrera como entrenador en 1995 y desde el 2018 es parte de la dirigencia del club.

El particular festejo de Gonzalo Moreyra cada vez que encesta un triple. Convirtió 9 puntos en la final.
28 JUN 2019 - 20:53 | Actualizado

Antes que termine la final con Ferro, mientras quedaban minutos por jugar, Ariel señalaba la tribuna con orgullo. “Esto es mucho para mí”, decía, llorando. “Hace un año y medio que arrancamos con esta idea de sumar gente, que las familias vuelvan a la cancha de básquet, y es muy emocionante ver la cantidad de público que nos acompañó. Me llena de orgullo y me llena de placer. Y la felicidad de que después de once años volvemos a gritar campeón en Primera División”.

Ariel es una persona querida en el club y siempre es recordado por los jugadores. “Ellos fueron todos jugadores míos cuando eran muy chicos. Bruno (Echegaray), el veterano del equipo, fue mi monitor en Mini. Al Galenso (Pugh) lo tuve desde Pre Mini. Es gente de muchos años y es una parte muy importante de mi vida”.

El capitán

Bruno Echegaray también creció en Racing. Empezó en 1985 y jugó en la “Academia” hasta 1997. Tras un paso por la ciudad de La Plata, Bruno volvió al club de sus amores en 2007, donde permanece hasta hoy.

Fue parte del Racing campeón del 2008, por eso Bruno también vive este campeonato de manera especial. En esta final, sin embargo, le tocó jugar desde afuera de la cancha. Bruno sufrió un desgarro en el tercer juego de semifinal con Deportivo Madryn. Esa lesión lo dejó afuera de la final.

“Estuve como asistente de Martín (Quijano). Desde que supe que no iba a poder disputar la final, nos empezamos a juntar con Martín y a preparar los partidos para aportar desde otro lado”, explicó. “Es una alegría muy grande para toda la institución, porque hace años que estamos buscando esto. Para mí en lo personal fue duro esto de tener que verlo de afuera. Es desesperante. Pero igual la alegría es enorme. El núcleo de jugadores y el cuerpo técnico saben los esfuerzos que hacemos nosotros para venir a entrenar. Dejamos la familia de lado, laburamos todo el día, y por eso estamos muy contentos”.

Racing demostró ser un grupo fuerte, capaz de sobreponerse a las constantes lesiones. “Así fue todo el año para nosotros. Era una de las virtudes que nosotros mismos veíamos en nosotros. No nos entregamos. Cuando perdemos un jugador, siempre alguno da la cara por el equipo. Ganamos una serie durísima con Madryn. Entramos a un último cuarto perdiendo por 12 con el tricampeón en el juego decisivo en cancha de ellos, y lo ganamos. Eso nos curtió y nos hizo pensar: che, no es fácil ganarle a Racing”.

El entrenador

Martín Quijano es un hombre de la casa. Asumió como entrenador este año y se hizo cargo del plantel que venía de ser subcampeón en el Clausura 2018.

“Me pone contento porque es un grupo laburador, comprometido, con realidades heterogéneas, con mucha carga de amateurismo y pasión por la camiseta”, expresó Quijano. “En el equipo tenemos gente que no solo es enloquecida del básquet sino que también son hinchas del club. Eso hace que la energía sea mucho más potente. Y me siento contento principalmente por ellos, y agradecido porque me invitaron a ser parte de todo esto”.

Durante los festejos, Quijano cruzó saludos y abrazos con el “Pájaro” Marina, quien lo felicitó por el logro. “El Pájaro se merece una gran parte de todo esto, mucho más que yo seguramente”, dijo Quijano. “Él estuvo todo un año, yo estuve nada más que unos meses. Lo único que tuve que hacer yo es decir sí, nada más. Todo lo otro ya lo había hecho él y fundamentalmente el grupo de jugadores que tiene mucha experiencia en Primera. Aprendí un montón en estos pocos eses que estuve con ellos”.

Quijano destacó el sacrificio de un plantel que debe lidiar con las realidades diarias. Sobre su continuidad en el cargo, dejó las puertas abiertas: “Así como los jugadores tienen compromisos y realidades, yo también tengo mi realidad. Hay que evaluar un montón de cosas. Con un grupo así y estando en mi club, uno siempre va a tener ganas de quedarse”.

La herencia del “Pájaro”

“El año pasado llegamos a la final, no se nos dio”, dijo el Pájaro. “Martín (Quijano) hizo un trabajo muy bueno. Los chicos no bajaron los brazos, entrenaron más que nunca con un objetivo. No hicieron una fase regular muy buena pero después en los playoffs se pusieron muy fuertes, sobre todo de local. Les dio un envión anímico muy importante haber dejado afuera a Deportivo Madryn”.

“Acá casi ninguno cobra entonces en la semana es complicado entrenar como uno quiere. Ellos en la cancha se brindan al cien por ciento, yo lo viví, dejan de lado si entrenaron o no, y acá está el mérito de los últimos torneos. Racing siempre dio un pasito adelante y ahora lo coronan con un campeonato”.

Matías Pugh pudo al fin consagrarse campeón en el club que lo vio crecer durante 30 años. “Fue lo más importante de mi carrera”, dijo el “Galenso”.

En rede sociales, Nicolás Sánchez agradeció públicamente a Nicolás De los Santos por haberlo invitado a formar parte de la familia de Racing, y expresó: “Después de tanto esfuerzo, logramos el objetivo que nos planteamos en el primer entrenamiento con el equipo. Pasaron muchas cosas en el medio, muchos lesionados, pero el equipo estuvo firme y con la cabeza puesta en conseguir nuestra meta. Logramos un grupo humano increíble y seguramente eso ayudó a reponernos de cada situación”.

Nito Veira, un histórico del básquet chubutense, con una foto del “Galenso” Pugh de pie sobre el aro, felicitó a Racing en redes sociales: “Felicitaciones Racing Club de Trelew por el título de campeón de la ABECH. En esta foto de festejo del galenso Matías Pugh quiero simbolizar el esfuerzo y sacrificio de este gran guerrero y de todo su plantel donde Martin Quijano, Ariel Gibbon y Bruno Echegaray son dignos hacedores de esta nueva incursión del básquet de Racing en lo más alto de la historia del club”.

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El particular festejo de Gonzalo Moreyra cada vez que encesta un triple. Convirtió 9 puntos en la final.
28 JUN 2019 - 20:53

Antes que termine la final con Ferro, mientras quedaban minutos por jugar, Ariel señalaba la tribuna con orgullo. “Esto es mucho para mí”, decía, llorando. “Hace un año y medio que arrancamos con esta idea de sumar gente, que las familias vuelvan a la cancha de básquet, y es muy emocionante ver la cantidad de público que nos acompañó. Me llena de orgullo y me llena de placer. Y la felicidad de que después de once años volvemos a gritar campeón en Primera División”.

Ariel es una persona querida en el club y siempre es recordado por los jugadores. “Ellos fueron todos jugadores míos cuando eran muy chicos. Bruno (Echegaray), el veterano del equipo, fue mi monitor en Mini. Al Galenso (Pugh) lo tuve desde Pre Mini. Es gente de muchos años y es una parte muy importante de mi vida”.

El capitán

Bruno Echegaray también creció en Racing. Empezó en 1985 y jugó en la “Academia” hasta 1997. Tras un paso por la ciudad de La Plata, Bruno volvió al club de sus amores en 2007, donde permanece hasta hoy.

Fue parte del Racing campeón del 2008, por eso Bruno también vive este campeonato de manera especial. En esta final, sin embargo, le tocó jugar desde afuera de la cancha. Bruno sufrió un desgarro en el tercer juego de semifinal con Deportivo Madryn. Esa lesión lo dejó afuera de la final.

“Estuve como asistente de Martín (Quijano). Desde que supe que no iba a poder disputar la final, nos empezamos a juntar con Martín y a preparar los partidos para aportar desde otro lado”, explicó. “Es una alegría muy grande para toda la institución, porque hace años que estamos buscando esto. Para mí en lo personal fue duro esto de tener que verlo de afuera. Es desesperante. Pero igual la alegría es enorme. El núcleo de jugadores y el cuerpo técnico saben los esfuerzos que hacemos nosotros para venir a entrenar. Dejamos la familia de lado, laburamos todo el día, y por eso estamos muy contentos”.

Racing demostró ser un grupo fuerte, capaz de sobreponerse a las constantes lesiones. “Así fue todo el año para nosotros. Era una de las virtudes que nosotros mismos veíamos en nosotros. No nos entregamos. Cuando perdemos un jugador, siempre alguno da la cara por el equipo. Ganamos una serie durísima con Madryn. Entramos a un último cuarto perdiendo por 12 con el tricampeón en el juego decisivo en cancha de ellos, y lo ganamos. Eso nos curtió y nos hizo pensar: che, no es fácil ganarle a Racing”.

El entrenador

Martín Quijano es un hombre de la casa. Asumió como entrenador este año y se hizo cargo del plantel que venía de ser subcampeón en el Clausura 2018.

“Me pone contento porque es un grupo laburador, comprometido, con realidades heterogéneas, con mucha carga de amateurismo y pasión por la camiseta”, expresó Quijano. “En el equipo tenemos gente que no solo es enloquecida del básquet sino que también son hinchas del club. Eso hace que la energía sea mucho más potente. Y me siento contento principalmente por ellos, y agradecido porque me invitaron a ser parte de todo esto”.

Durante los festejos, Quijano cruzó saludos y abrazos con el “Pájaro” Marina, quien lo felicitó por el logro. “El Pájaro se merece una gran parte de todo esto, mucho más que yo seguramente”, dijo Quijano. “Él estuvo todo un año, yo estuve nada más que unos meses. Lo único que tuve que hacer yo es decir sí, nada más. Todo lo otro ya lo había hecho él y fundamentalmente el grupo de jugadores que tiene mucha experiencia en Primera. Aprendí un montón en estos pocos eses que estuve con ellos”.

Quijano destacó el sacrificio de un plantel que debe lidiar con las realidades diarias. Sobre su continuidad en el cargo, dejó las puertas abiertas: “Así como los jugadores tienen compromisos y realidades, yo también tengo mi realidad. Hay que evaluar un montón de cosas. Con un grupo así y estando en mi club, uno siempre va a tener ganas de quedarse”.

La herencia del “Pájaro”

“El año pasado llegamos a la final, no se nos dio”, dijo el Pájaro. “Martín (Quijano) hizo un trabajo muy bueno. Los chicos no bajaron los brazos, entrenaron más que nunca con un objetivo. No hicieron una fase regular muy buena pero después en los playoffs se pusieron muy fuertes, sobre todo de local. Les dio un envión anímico muy importante haber dejado afuera a Deportivo Madryn”.

“Acá casi ninguno cobra entonces en la semana es complicado entrenar como uno quiere. Ellos en la cancha se brindan al cien por ciento, yo lo viví, dejan de lado si entrenaron o no, y acá está el mérito de los últimos torneos. Racing siempre dio un pasito adelante y ahora lo coronan con un campeonato”.

Matías Pugh pudo al fin consagrarse campeón en el club que lo vio crecer durante 30 años. “Fue lo más importante de mi carrera”, dijo el “Galenso”.

En rede sociales, Nicolás Sánchez agradeció públicamente a Nicolás De los Santos por haberlo invitado a formar parte de la familia de Racing, y expresó: “Después de tanto esfuerzo, logramos el objetivo que nos planteamos en el primer entrenamiento con el equipo. Pasaron muchas cosas en el medio, muchos lesionados, pero el equipo estuvo firme y con la cabeza puesta en conseguir nuestra meta. Logramos un grupo humano increíble y seguramente eso ayudó a reponernos de cada situación”.

Nito Veira, un histórico del básquet chubutense, con una foto del “Galenso” Pugh de pie sobre el aro, felicitó a Racing en redes sociales: “Felicitaciones Racing Club de Trelew por el título de campeón de la ABECH. En esta foto de festejo del galenso Matías Pugh quiero simbolizar el esfuerzo y sacrificio de este gran guerrero y de todo su plantel donde Martin Quijano, Ariel Gibbon y Bruno Echegaray son dignos hacedores de esta nueva incursión del básquet de Racing en lo más alto de la historia del club”.


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