Irán presentará ante la ONU un plan de seguridad para el Golfo Pérsico

Como respuesta al envío de más soldados norteamericanos al golfo Pérsico, el presidente de Irán, Hasan Rohani, anunció que durante su participación en la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebrará la semana entrante en Nueva York, presentará un plan de seguridad para la región.

22 SEP 2019 - 12:31 | Actualizado

En medio de la crisis diplomática desatada por los ataques del fin de semana pasado contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita, por los que Riad y Washington responsabilizan a Teherán, el presidente iraní anticipó que durante la próxima Asamblea de la ONU expondrá un plan para que sean los países de la región los que controlen la seguridad del golfo Pérsico.

"Este año, vamos a Nueva York con el eslogan de 'Una coalición por la esperanza' y la 'Iniciativa de paz de Ormuz'. Vamos a proponer un plan en Naciones Unidas que se basa en el hecho de que Irán, con la ayuda de los países de la región, puede garantizar la seguridad en el golfo Pérsico y en el estrecho de Ormuz", anticipó Rohani durante un acto por la Semana de la Defensa Sagrada.

Rohani ha explicado que "la lógica del plan se basa en la autoseguridad" porque "la presencia de fuerzas extranjeras en esta región puede causar problemas".

De acuerdo con el discurso difundido por la Presidencia iraní, Rohani se mostró dispuestos a "perdonar los errores del pasado" para "extender la mano de la amistad" a los países vecinos en lo que considera "una coyuntura crítica" debido a la "amenaza" de los "enemigos" de la región, entre los que ha mencionado "Estados Unidos, el imperialismo y el sionismo".

"El camino que ha tomado Irán es el de la unidad, la solidaridad y la cooperación con los países de la región" sostuvo y advirtió que "si realmente quieren seguridad en nuestra región, tienen que irse de ella" agitó el mandatario persa en una respuesta velada al anuncio norteamericano de un inminente refuerzo de su presencia militar en la zona.

Ayer, el ministro de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció la movilización de efectivos militares de su país que trabajarán en "la defensa aérea y de misiles", una medida que exacerbó las arengas bélicas en Teherán que se acrecentaron a la lo largo de la última semana.

El sábado pasado, un ataque altamente sincronizado de drones no tripulados y, aparentemente, misiles crucero, impactaron contra las instalaciones de Aramco, la principal petrolera saudita, que debió recortar un 50% su producción como consecuencia de los daños.

Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron el ataque como respuesta a las acciones militares que Riad despliega en ese país, como potencia hegemónica de la coalición internacional que respalda a Abdo Ravo Mansur Hadi.

Los principales mandos militares de Arabia Saudita, sin embargo, aseguraron en diferentes conferencias de prensa a lo largo de la última semana que los hutíes no cuentan con esa tecnología y que el análisis del ataque muestra que los drones y misiles no partieron de Yemen, sino de Irán.

Las relaciones entre Estados Unidos e Irán se fueron escalonadamente desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, con un hito en mayo de 2018 cuando Washington anunció su salida del acuerdo nuclear establecido por Teherán con las principales potencias nucleares del mundo.

La salida del acuerdo, criticado duramente por los países europeos, principalmente Francia, trajo consigo la reactivación de las sanciones económicas contra la república islámica que, como respuesta, inició el camino de desconocer los compromisos nucleares que le impedía el desarrollo de armas nucleares.

A eso se sumó la decisión de Trump de impulsar la creación de una fuerza naval para garantizar la libertad de navegación en el estrecho de Ormuz, que hoy controla parcialmente Irán, en respuesta a los incidentes con buques petroleros ocurridos durante el verano en este importante canal.

En medio de la crisis, se especuló con que la Asamblea de las Naciones Unidas, que comienza este martes en Nueva York, se convirtiera en el escenario donde Trump y Rohani se mostraran juntos pero con el correr de los días esa posibilidad parece alejarse cada vez más.

"Nada está descartado, pero no tengo intención de reunirme con Irán" dijo hoy Trump antes de su partida hacia los estados de Texas y Ohio, donde tiene dos eventos previos a su llegada a Nueva York para la reunión de líderes mundiales, informó la agencia de noticias EFE.

Trump había insinuado en las últimas semanas que le gustaría encontrarse con Rohani para abordar la situación en Medio Oriente, e incluso se planteó relajar algunas sanciones, pero los ataques de la semana pasada cambiaron radicalmente el guión: la Casa Blanca aumentó sus restricciones a Irán.

Aunque Rohani se había negado a reunirse con él antes incluso de los ataques en el golfo Pérsico, Trump soñaba con copar las portadas con una foto histórica como la que protagonizó el año pasado con el líder norcoreano, Kim Jong-un, y reivindicar de nuevo ante el mundo la imagen de negociador infalible que tiene de sí mismo.

22 SEP 2019 - 12:31

En medio de la crisis diplomática desatada por los ataques del fin de semana pasado contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita, por los que Riad y Washington responsabilizan a Teherán, el presidente iraní anticipó que durante la próxima Asamblea de la ONU expondrá un plan para que sean los países de la región los que controlen la seguridad del golfo Pérsico.

"Este año, vamos a Nueva York con el eslogan de 'Una coalición por la esperanza' y la 'Iniciativa de paz de Ormuz'. Vamos a proponer un plan en Naciones Unidas que se basa en el hecho de que Irán, con la ayuda de los países de la región, puede garantizar la seguridad en el golfo Pérsico y en el estrecho de Ormuz", anticipó Rohani durante un acto por la Semana de la Defensa Sagrada.

Rohani ha explicado que "la lógica del plan se basa en la autoseguridad" porque "la presencia de fuerzas extranjeras en esta región puede causar problemas".

De acuerdo con el discurso difundido por la Presidencia iraní, Rohani se mostró dispuestos a "perdonar los errores del pasado" para "extender la mano de la amistad" a los países vecinos en lo que considera "una coyuntura crítica" debido a la "amenaza" de los "enemigos" de la región, entre los que ha mencionado "Estados Unidos, el imperialismo y el sionismo".

"El camino que ha tomado Irán es el de la unidad, la solidaridad y la cooperación con los países de la región" sostuvo y advirtió que "si realmente quieren seguridad en nuestra región, tienen que irse de ella" agitó el mandatario persa en una respuesta velada al anuncio norteamericano de un inminente refuerzo de su presencia militar en la zona.

Ayer, el ministro de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció la movilización de efectivos militares de su país que trabajarán en "la defensa aérea y de misiles", una medida que exacerbó las arengas bélicas en Teherán que se acrecentaron a la lo largo de la última semana.

El sábado pasado, un ataque altamente sincronizado de drones no tripulados y, aparentemente, misiles crucero, impactaron contra las instalaciones de Aramco, la principal petrolera saudita, que debió recortar un 50% su producción como consecuencia de los daños.

Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron el ataque como respuesta a las acciones militares que Riad despliega en ese país, como potencia hegemónica de la coalición internacional que respalda a Abdo Ravo Mansur Hadi.

Los principales mandos militares de Arabia Saudita, sin embargo, aseguraron en diferentes conferencias de prensa a lo largo de la última semana que los hutíes no cuentan con esa tecnología y que el análisis del ataque muestra que los drones y misiles no partieron de Yemen, sino de Irán.

Las relaciones entre Estados Unidos e Irán se fueron escalonadamente desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, con un hito en mayo de 2018 cuando Washington anunció su salida del acuerdo nuclear establecido por Teherán con las principales potencias nucleares del mundo.

La salida del acuerdo, criticado duramente por los países europeos, principalmente Francia, trajo consigo la reactivación de las sanciones económicas contra la república islámica que, como respuesta, inició el camino de desconocer los compromisos nucleares que le impedía el desarrollo de armas nucleares.

A eso se sumó la decisión de Trump de impulsar la creación de una fuerza naval para garantizar la libertad de navegación en el estrecho de Ormuz, que hoy controla parcialmente Irán, en respuesta a los incidentes con buques petroleros ocurridos durante el verano en este importante canal.

En medio de la crisis, se especuló con que la Asamblea de las Naciones Unidas, que comienza este martes en Nueva York, se convirtiera en el escenario donde Trump y Rohani se mostraran juntos pero con el correr de los días esa posibilidad parece alejarse cada vez más.

"Nada está descartado, pero no tengo intención de reunirme con Irán" dijo hoy Trump antes de su partida hacia los estados de Texas y Ohio, donde tiene dos eventos previos a su llegada a Nueva York para la reunión de líderes mundiales, informó la agencia de noticias EFE.

Trump había insinuado en las últimas semanas que le gustaría encontrarse con Rohani para abordar la situación en Medio Oriente, e incluso se planteó relajar algunas sanciones, pero los ataques de la semana pasada cambiaron radicalmente el guión: la Casa Blanca aumentó sus restricciones a Irán.

Aunque Rohani se había negado a reunirse con él antes incluso de los ataques en el golfo Pérsico, Trump soñaba con copar las portadas con una foto histórica como la que protagonizó el año pasado con el líder norcoreano, Kim Jong-un, y reivindicar de nuevo ante el mundo la imagen de negociador infalible que tiene de sí mismo.


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