Al menos 13 manifestantes habrían caído en Bagdad, la capital, y en el puerto sureño de Basora en las últimas 24 horas, estimaban los socrristas, lo que elevaría por encima de los tres centenares la cifra total de víctimas fatasles.
La mayoría serían manifestantes que salieron a protestar en las movilizaciones callejeras, de acuerdo con estimaciones que circulaban en las últimas horas.
Miles de personas intentaban congregarse este viernes en la plaza Tahrir ("Liberación") de Bagdad y entre ellos pudo identificarse a influyentes líderes tribales del país.
Las explosiones que se oyeron durante la madrugada eran provocadas por los intentos de las fuerzas de seguridad de desalojar a los manifestantes, para evitar que coparan los cuatro puentes sobre el río Tigris.
Es que a través de ellos, las protestas llegan fácilmente a las sedes gubernamentales y las embajadas, ubicadas en la orilla occidental de Bagdad.
La primera oleada de protestas se produjo del 1 al 6 de octubre y en ese lapso murieron, según cifras oficiales, 157 personas, por disparos de francotiradores que el Estado dijo que no podía identificar.
Las protestas van en contra de la corrupción de la clase política y la falta de trabajo.
Los movilizados piden además la renuncia de todos los responsables políticos y una renovación total del sistema político implementado desde la caída de Saddam Hussein, en 2003.
El desempleo afecta al 25% de la población joven actualmente, en una nación con recursos petroleros.
Transparencia Internacional clasifica a Irak en el puesto 12 de los países más corruptos del mundo.
El primer ministro Adel Abdel Mahdi fue perdiendo cada día fuerza y margen de maniobra debido a las protestas, pero los líderes políticos lo sostienen.
Este viernes, el clérigo chiita más importante del país, el ayatolá Ali Sistani, afirmó que "no se puede esperar más" y que las "fuerzas políticas deben responder a las exigencias de los ciudadanos", según un sermón leído por un representante, señalan distintos medios internacionales.
Al menos 13 manifestantes habrían caído en Bagdad, la capital, y en el puerto sureño de Basora en las últimas 24 horas, estimaban los socrristas, lo que elevaría por encima de los tres centenares la cifra total de víctimas fatasles.
La mayoría serían manifestantes que salieron a protestar en las movilizaciones callejeras, de acuerdo con estimaciones que circulaban en las últimas horas.
Miles de personas intentaban congregarse este viernes en la plaza Tahrir ("Liberación") de Bagdad y entre ellos pudo identificarse a influyentes líderes tribales del país.
Las explosiones que se oyeron durante la madrugada eran provocadas por los intentos de las fuerzas de seguridad de desalojar a los manifestantes, para evitar que coparan los cuatro puentes sobre el río Tigris.
Es que a través de ellos, las protestas llegan fácilmente a las sedes gubernamentales y las embajadas, ubicadas en la orilla occidental de Bagdad.
La primera oleada de protestas se produjo del 1 al 6 de octubre y en ese lapso murieron, según cifras oficiales, 157 personas, por disparos de francotiradores que el Estado dijo que no podía identificar.
Las protestas van en contra de la corrupción de la clase política y la falta de trabajo.
Los movilizados piden además la renuncia de todos los responsables políticos y una renovación total del sistema político implementado desde la caída de Saddam Hussein, en 2003.
El desempleo afecta al 25% de la población joven actualmente, en una nación con recursos petroleros.
Transparencia Internacional clasifica a Irak en el puesto 12 de los países más corruptos del mundo.
El primer ministro Adel Abdel Mahdi fue perdiendo cada día fuerza y margen de maniobra debido a las protestas, pero los líderes políticos lo sostienen.
Este viernes, el clérigo chiita más importante del país, el ayatolá Ali Sistani, afirmó que "no se puede esperar más" y que las "fuerzas políticas deben responder a las exigencias de los ciudadanos", según un sermón leído por un representante, señalan distintos medios internacionales.