Mano dura en Filipinas: el presidente Duterte arrojó los cadáveres de los narcotraficantes al mar

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, confesó este viernes que arrojó personalmente a las aguas de la bahía de Manila los cuerpos sin vida de los últimos supuestos narcotraficantes abatidos durante su polémica guerra contra las drogas, que propició fuertes críticas tanto dentro como fuera del país por sospechas de graves abusos por parte de la policía.

El presidente Rodrigo Duterte, confesó que arrojó personalmente a las aguas de la bahía de Manila los cuerpos sin vida de los últimos supuestos narcotraficantes abatidos.
29 NOV 2019 - 21:31 | Actualizado

Duterte explicó en rueda de prensa que "los cuerpos de los últimos señores de la droga han sido arrojados a distintos lugares de la geografía filipina, desde la bahía de Manila, pasando por los barrancos de las zonas del norte del país, hasta Laguna De Bay", el lago más grande del archipiélago.

El mandatario volvió a defender su guerra contra las drogas de las críticas, asegurando que "esta lacra ha causado una disfunción social" a la mayoría de sus compatriotas y que no tiene que dar explicaciones acerca de todos los movimientos vinculados a la campaña, citó la agencia de noticias DPA.

"Diablos, ¿quieren que entregue el cuerpo de ese narcotraficante que fue arrojado en Laguna De Bay? ¿O de aquel otro que tiré por un barranco en Mountain Province? ¿Tengo que anunciar todo eso?", se preguntó el gobernante, al tiempo que apuntó que los últimos muertos "se han producido tras resistirse a las autoridades".

Mano dura contra los narcos

La campaña del gobierno contra las drogas ha recibido críticas debido a las miles de ejecuciones extrajudiciales que se han cometido.

Según las estadísticas de la policía de Filipinas, 5.779 sospechosos han sido asesinados en operaciones antidroga desde el 1 de julio de 2016 hasta el 31 de agosto de 2019.

Sin embargo, las estimaciones de los grupos de derechos humanos colocan la cifra de muertos en más de 12.000.

El presidente Rodrigo Duterte, confesó que arrojó personalmente a las aguas de la bahía de Manila los cuerpos sin vida de los últimos supuestos narcotraficantes abatidos.
29 NOV 2019 - 21:31

Duterte explicó en rueda de prensa que "los cuerpos de los últimos señores de la droga han sido arrojados a distintos lugares de la geografía filipina, desde la bahía de Manila, pasando por los barrancos de las zonas del norte del país, hasta Laguna De Bay", el lago más grande del archipiélago.

El mandatario volvió a defender su guerra contra las drogas de las críticas, asegurando que "esta lacra ha causado una disfunción social" a la mayoría de sus compatriotas y que no tiene que dar explicaciones acerca de todos los movimientos vinculados a la campaña, citó la agencia de noticias DPA.

"Diablos, ¿quieren que entregue el cuerpo de ese narcotraficante que fue arrojado en Laguna De Bay? ¿O de aquel otro que tiré por un barranco en Mountain Province? ¿Tengo que anunciar todo eso?", se preguntó el gobernante, al tiempo que apuntó que los últimos muertos "se han producido tras resistirse a las autoridades".

Mano dura contra los narcos

La campaña del gobierno contra las drogas ha recibido críticas debido a las miles de ejecuciones extrajudiciales que se han cometido.

Según las estadísticas de la policía de Filipinas, 5.779 sospechosos han sido asesinados en operaciones antidroga desde el 1 de julio de 2016 hasta el 31 de agosto de 2019.

Sin embargo, las estimaciones de los grupos de derechos humanos colocan la cifra de muertos en más de 12.000.


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