Bomberitos: a 26 años de la tragedia, un dolor interminable

Emotivo homenaje a los bomberos trágicamente fallecidos en un incendio de campos en Madryn. La comunidad pide justicia y el recuerdo sigue intacto.

21 ENE 2020 - 20:20 | Actualizado

En la jornada de ayer la comunidad volvió a rendir homenaje a sus 25 mártires que desaparecieron el 21 de enero de 1994 combatiendo un incendio de campos, dentro de ejido urbano de la ciudad de Puerto Madryn. Un cuarto de siglo pasó de ese momento trágico pero el dolor está a flor de piel y las lágrimas sintetizan esa búsqueda de explicaciones al por qué de una tragedia que marcó la historia de la comunidad madrynense-

En un nuevo aniversario de la desaparición física y trágica de los veinticinco bomberos voluntarios, los familiares junto a los integrantes de la Asociación de Bomberos Voluntarios rindieron su homenaje al pie del monumento que los recuerda sobre la plaza San Martín y en Panteón donde descansan sus restos. Estuvieron presente el intendente Gustavo Sastre junto al vicegobernador Ricardo Sastre, el presidente del Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la Argentina, Carlos Alfonso y funcionarios municipales, así como la comunidad que volvió a sumarse y acompañar a los familiares en este momento.

A las 9:30 se fueron acercando al espacio público autoridades municipales y provinciales, como así también representantes del cuerpo activo y la familia bomberil, todos acompañando a los familiares de los servidores públicos trágicamente fallecidos cuando cumplían con su deber.

La jornada acompañó el sentimiento y el dolor de los familiares y de toda la comunidad, que mantiene vivo el recuerdo de los 25 héroes. Las madres, padres y hermanos reiteraron su pedido de justicia al conmemorarse un nuevo aniversario que aún busca explicaciones para la tragedia que enlutó a los madrynenses veintidós años atrás.

El deber

El 21 de enero de 1994 un incendio de campo arrebató la vida de 25 bomberos de Puerto Madryn generando una enorme herida que no cerrará más allá del tiempo que transcurra. Una tarea que interrumpió y quebró los sueños de estos jóvenes que habían elegido servir a una comunidad. Veinticinco nombres que han quedado grabados en la memoria de familiares, amigos y compañeros del cuartel.

Al cumplirse un nuevo aniversario de esta lamentable pérdida, se llevaron a cabo ayer una serie de actividades que comenzaron con un breve acto celebrado al pie del monumento y la posterior ceremonia en el Panteón, donde reposan los restos de los jóvenes bomberitos, tras la colocación de ofrendas florales y de una oración.

Los familiares de los mártires de la ciudad portuaria realizaron una breve oración, ante una persistente lluvia que acompañó toda la ceremonia donde se recordó a los servidores públicos que ofrendaron su vida combatiendo un dantesco incendio de campos.

La tragedia que enlutó a la comunidad portuaria, en particular a la gran familia de bomberos voluntarios, representó un quiebre en la metodología del trabajo bomberil. Se acentuó la capacitación y el perfeccionamiento de cada uno de los miembros, a los fines de contar con personal idóneo para combatir las diferentes contingencias que pudieran presentarse en un incendio.

Reflexiones

Con profundo honor y respeto para con los caídos y sus familiares, la comunidad sigue acompañándolos en su reclamo de justicia. El paso del tiempo no implicó el olvido de la comunidad a sus mártires, que permanecen en el recuerdo más allá del crecimiento poblacional que Puerto Madryn tuvo en los últimos años.

La tragedia que englobó a toda la comunidad bomberil se convirtió en una bisagra donde los cuerpos activos potenciaron su capacitación y el entrenamiento de los bomberos. El integrante del cuerpo activo, Alberto Alecio, quien manifestó “Y vuelvo a los sentimientos, las emociones y les cuento que sigo teniendo la sensación de encontrarlos a la vuelta de la esquina, que nada de esto sucedió, pero la realidad golpea y, en algún que otro sueño, los puedo volver a abrazar. En esas ocasiones el contraste es fuerte, me veo canoso, con surcos de esos que el tiempo talla en la cara, tal como estoy, y estamos muchos ahora y, al abrazarlos, vuelvo a ser el gringo de pelo rubio cargado de sueños e ilusiones que supe ser”.

Asimismo, comentó “no puedo dejar de decir que allí donde se encuentren, se pondrán orgullosos del cuartel que pudimos construir” añadiendo que “no somos muchos los de aquella época. Saavedra, García, Deve, Agüero Gladis Luna, Faty Márquez, Salgado (que regresó hace poco) y yo. Al recorrer las fotos de la sala de capacitación, en las rondas de mate, al regreso de las emergencias, surgen anécdotas que invariablemente los incluyen, en tanto recuerdos, aprendizajes, referencia y ejemplo”.

Alecio enfatizó “en un Puerto Madryn de casi 120.000 habitantes, extendido ampliamente hacia el norte y sur, al límite hacia el oeste, con ritmo de gran Ciudad, sin tiempo para la siesta de otros tiempos, alrededor de sesenta bomberos permanecen atentos a las necesidades de intervenciones constantes, variadas, complejas. 2020 inicia con unos 40 vecinos, 40 jóvenes que se han inscripto para la Escuela de Bomberos. Lo primero que aprenderán quienes “pasen el portón” es que nuestros 25 héroes nos guían y que, también en su honor, esperamos poder concretar finalmente nuestra escuela de cadetes”.

El servidor público pidió públicamente que deje de utilizarse la palabra “bomberito” para llamarlos bomberos con el honor y respeto que merecen. “Hace un año exactamente, un diario nacional de gran tirada volvía a decir: Tragedia de los “bomberitos de Madryn”: la historia de los 25 chicos que dejaron la vida combatiendo el fuego. Y estamos muy decididos a que esa forma de nombrarlos cambie. Recordar respetuosamente es, entre otras cosas, no equivocar los nombres ni las biografías (cosa que en esa nota ocurría). Tener memoria es nunca perder la capacidad crítica, reflexionando para no volver a cometer los mismos errores, y honrando siempre a quienes hoy nos acompañan desde otro plano”.

Alecio adelantó que para este año “buscaremos que el Congreso Nacional establezca el 21 de enero como el Día Nacional del Martir Bombero Voluntario” agregando que “el dolor de no tenerlos, la angustia de extrañarlos, nos acompañará por siempre”.

21 ENE 2020 - 20:20

En la jornada de ayer la comunidad volvió a rendir homenaje a sus 25 mártires que desaparecieron el 21 de enero de 1994 combatiendo un incendio de campos, dentro de ejido urbano de la ciudad de Puerto Madryn. Un cuarto de siglo pasó de ese momento trágico pero el dolor está a flor de piel y las lágrimas sintetizan esa búsqueda de explicaciones al por qué de una tragedia que marcó la historia de la comunidad madrynense-

En un nuevo aniversario de la desaparición física y trágica de los veinticinco bomberos voluntarios, los familiares junto a los integrantes de la Asociación de Bomberos Voluntarios rindieron su homenaje al pie del monumento que los recuerda sobre la plaza San Martín y en Panteón donde descansan sus restos. Estuvieron presente el intendente Gustavo Sastre junto al vicegobernador Ricardo Sastre, el presidente del Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la Argentina, Carlos Alfonso y funcionarios municipales, así como la comunidad que volvió a sumarse y acompañar a los familiares en este momento.

A las 9:30 se fueron acercando al espacio público autoridades municipales y provinciales, como así también representantes del cuerpo activo y la familia bomberil, todos acompañando a los familiares de los servidores públicos trágicamente fallecidos cuando cumplían con su deber.

La jornada acompañó el sentimiento y el dolor de los familiares y de toda la comunidad, que mantiene vivo el recuerdo de los 25 héroes. Las madres, padres y hermanos reiteraron su pedido de justicia al conmemorarse un nuevo aniversario que aún busca explicaciones para la tragedia que enlutó a los madrynenses veintidós años atrás.

El deber

El 21 de enero de 1994 un incendio de campo arrebató la vida de 25 bomberos de Puerto Madryn generando una enorme herida que no cerrará más allá del tiempo que transcurra. Una tarea que interrumpió y quebró los sueños de estos jóvenes que habían elegido servir a una comunidad. Veinticinco nombres que han quedado grabados en la memoria de familiares, amigos y compañeros del cuartel.

Al cumplirse un nuevo aniversario de esta lamentable pérdida, se llevaron a cabo ayer una serie de actividades que comenzaron con un breve acto celebrado al pie del monumento y la posterior ceremonia en el Panteón, donde reposan los restos de los jóvenes bomberitos, tras la colocación de ofrendas florales y de una oración.

Los familiares de los mártires de la ciudad portuaria realizaron una breve oración, ante una persistente lluvia que acompañó toda la ceremonia donde se recordó a los servidores públicos que ofrendaron su vida combatiendo un dantesco incendio de campos.

La tragedia que enlutó a la comunidad portuaria, en particular a la gran familia de bomberos voluntarios, representó un quiebre en la metodología del trabajo bomberil. Se acentuó la capacitación y el perfeccionamiento de cada uno de los miembros, a los fines de contar con personal idóneo para combatir las diferentes contingencias que pudieran presentarse en un incendio.

Reflexiones

Con profundo honor y respeto para con los caídos y sus familiares, la comunidad sigue acompañándolos en su reclamo de justicia. El paso del tiempo no implicó el olvido de la comunidad a sus mártires, que permanecen en el recuerdo más allá del crecimiento poblacional que Puerto Madryn tuvo en los últimos años.

La tragedia que englobó a toda la comunidad bomberil se convirtió en una bisagra donde los cuerpos activos potenciaron su capacitación y el entrenamiento de los bomberos. El integrante del cuerpo activo, Alberto Alecio, quien manifestó “Y vuelvo a los sentimientos, las emociones y les cuento que sigo teniendo la sensación de encontrarlos a la vuelta de la esquina, que nada de esto sucedió, pero la realidad golpea y, en algún que otro sueño, los puedo volver a abrazar. En esas ocasiones el contraste es fuerte, me veo canoso, con surcos de esos que el tiempo talla en la cara, tal como estoy, y estamos muchos ahora y, al abrazarlos, vuelvo a ser el gringo de pelo rubio cargado de sueños e ilusiones que supe ser”.

Asimismo, comentó “no puedo dejar de decir que allí donde se encuentren, se pondrán orgullosos del cuartel que pudimos construir” añadiendo que “no somos muchos los de aquella época. Saavedra, García, Deve, Agüero Gladis Luna, Faty Márquez, Salgado (que regresó hace poco) y yo. Al recorrer las fotos de la sala de capacitación, en las rondas de mate, al regreso de las emergencias, surgen anécdotas que invariablemente los incluyen, en tanto recuerdos, aprendizajes, referencia y ejemplo”.

Alecio enfatizó “en un Puerto Madryn de casi 120.000 habitantes, extendido ampliamente hacia el norte y sur, al límite hacia el oeste, con ritmo de gran Ciudad, sin tiempo para la siesta de otros tiempos, alrededor de sesenta bomberos permanecen atentos a las necesidades de intervenciones constantes, variadas, complejas. 2020 inicia con unos 40 vecinos, 40 jóvenes que se han inscripto para la Escuela de Bomberos. Lo primero que aprenderán quienes “pasen el portón” es que nuestros 25 héroes nos guían y que, también en su honor, esperamos poder concretar finalmente nuestra escuela de cadetes”.

El servidor público pidió públicamente que deje de utilizarse la palabra “bomberito” para llamarlos bomberos con el honor y respeto que merecen. “Hace un año exactamente, un diario nacional de gran tirada volvía a decir: Tragedia de los “bomberitos de Madryn”: la historia de los 25 chicos que dejaron la vida combatiendo el fuego. Y estamos muy decididos a que esa forma de nombrarlos cambie. Recordar respetuosamente es, entre otras cosas, no equivocar los nombres ni las biografías (cosa que en esa nota ocurría). Tener memoria es nunca perder la capacidad crítica, reflexionando para no volver a cometer los mismos errores, y honrando siempre a quienes hoy nos acompañan desde otro plano”.

Alecio adelantó que para este año “buscaremos que el Congreso Nacional establezca el 21 de enero como el Día Nacional del Martir Bombero Voluntario” agregando que “el dolor de no tenerlos, la angustia de extrañarlos, nos acompañará por siempre”.


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