Un Hércules trajo respiradores a Chubut (y otras dos provincias) tras volar 12 horas

Más de siete toneladas de insumos críticos para asistir a los sistemas sanitarios de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego fueron distribuidos en las últimas horas por un avión Hércules recientemente modernizado de la Fuerza Aérea en un vuelo de doce horas que recorrió cerca de seis mil kilómetros.

08 MAY 2020 - 14:29 | Actualizado

El vuelo, que puede ser una experiencia desgastante para personas no acostumbradas a los aviones de transporte táctico que en lugar de baño cuentan con una sonda para orinar en un rincón de la bodega y asientos de lona plegables en lugar de butacas, permite trasladar grandes cantidades de carga y operar en pistas no preparadas con bastante autonomía de los servicios de tierra.

En la base aérea de El Palomar, hogar del escuadrón C-130 Hércules desde la llegada de estos aviones al país en 1968, personal de la Fuerza Aérea recibió ayer por la mañana los respiradores y kits de protección médica y de testeos de coronavirus que el personal de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa) debía entregar a las autoridades sanitarias de las tres provincias sureñas.

En menos dos horas más cincuenta metros cúbicos de insumos fueron estibados en pallets de acuerdo a su lugar de destino y organizados en la bodega del avión para que las más de siete toneladas de peso no desbalancearan al avión durante el vuelo.

Mientras se cumplían los últimos aprestos para el despegue programado a las 10, el jefe de la I Brigada Aérea, Comodoro Gabriel Cappabianca, dijo a Télam que “la parte visible de esto son los aviones que despegan y aterrizan, pero detrás de esto también están los equipos del sistema de carga, de apoyo logístico y el sistema de mantenimiento".

Cappabianca detalló que "llevamos hechos cerca de una docena de vuelos de distribución de insumos (sanitarios) críticos y más o menos otros 24 vuelos en los que repatriamos cerca de 1.400 personas (varadas en el exterior) desde que comenzó la pandemia".

"Después de cada vuelo de repatriación de argentinos que llegan cerca de las dos de la mañana los aviones son llevados a los hangares donde se hacen trabajos de mantenimiento durante toda la noche para que el avión pueda volver a salir”, apuntó en referencia a esos viajes especiales.

Cerca de las 14 el Hércules aterrizó en el Aeropuerto Internacional Almirante A. Zar de la localidad chubutense de Trelew, donde lo esperaba un equipo del ministerio de Salud provincial que recibió 225 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 15 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno, 4 respiradores y un kit refrigerado para testeo de coronavirus con insumos para mil pruebas.

"Estos insumos llegan a Chubut en un momento clave en el que nos estamos preparando para lo que eventualmente puede llegar a venir, con estos respiradores podemos ampliar la cantidad de camas de terapia intensiva disponibles en un esfuerzo en el que la provincia también suma inversiones propias”, afirmó a Télam el subsecretario de Gestión Institucional del ministerio de Salud de Chubut, Mariano Cabrera.

Un poco más de dos horas después, a las 16.30, el Hércules llegó a la Base Aérea Militar Río Gallegos, donde el personal de Dinesa entregó a las autoridades sanitarias de Santa Cruz otras 225 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 6 respiradores y 34 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno.

En el lugar, Enrique Ferreyra, del ministerio de Salud de Santa Cruz, aseguró que “todo lo que vino en el Hércules es más que bienvenido en la provincia porque se viene el invierno que es muy duro acá y estos insumos van a ser muy importantes para nuestro sistema de Salud”.

Cerca de las 18, el Hércules aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Malvinas Argentinas de la ciudad fueguina de Ushuaia, donde entregó 350 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 10 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno, 6 respiradores, un kit refrigerado para testeo de coronavirus con insumos para mil pruebas y cinco pallets de insumos sanitarios.

Allí fue recibido, en la pista, por la ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judith Di Giglio, quien dijo a Télam que “es muy importante que hayan llegado estos equipos de protección porque están faltando en todo el mundo y es difícil encontrarlos disponibles en el mercado para poder comprarlos”.

El avión empleado para este vuelo fue el C-130 Hércules matriculado como TC-66 desde su arribo al país en 1972, y que desde que salió este miércoles de un completo proceso de modernización en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) luce el nombre de “Polo Sur”, en homenaje a la misión que esa misma aeronave cumplió en 1973 al unir Argentina con Nueva Zelanda inaugurando una ruta aérea sobre el extremo sur del planeta.

El vuelo fue comandado por el jefe del Escuadrón I C-130, vicecomodoro Sebastián Coria, quien contó a Télam que tuvo “la oportunidad de participar de los vuelos de prueba y ante la urgencia de contar con un avión más por la pandemia, en FAdeA se hizo un esfuerzo enorme para completar todo el extenso ciclo de pruebas y verificaciones lo más rápido posible”.

Durante el vuelo de regreso desde Ushuaia que aterrizó en El Palomar en los primeros minutos de hoy, la tripulación del TC-66 pudo observar las luces de una gran cantidad de buques de pesca operando en los límites de la milla 200 del Mar Argentino.

08 MAY 2020 - 14:29

El vuelo, que puede ser una experiencia desgastante para personas no acostumbradas a los aviones de transporte táctico que en lugar de baño cuentan con una sonda para orinar en un rincón de la bodega y asientos de lona plegables en lugar de butacas, permite trasladar grandes cantidades de carga y operar en pistas no preparadas con bastante autonomía de los servicios de tierra.

En la base aérea de El Palomar, hogar del escuadrón C-130 Hércules desde la llegada de estos aviones al país en 1968, personal de la Fuerza Aérea recibió ayer por la mañana los respiradores y kits de protección médica y de testeos de coronavirus que el personal de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa) debía entregar a las autoridades sanitarias de las tres provincias sureñas.

En menos dos horas más cincuenta metros cúbicos de insumos fueron estibados en pallets de acuerdo a su lugar de destino y organizados en la bodega del avión para que las más de siete toneladas de peso no desbalancearan al avión durante el vuelo.

Mientras se cumplían los últimos aprestos para el despegue programado a las 10, el jefe de la I Brigada Aérea, Comodoro Gabriel Cappabianca, dijo a Télam que “la parte visible de esto son los aviones que despegan y aterrizan, pero detrás de esto también están los equipos del sistema de carga, de apoyo logístico y el sistema de mantenimiento".

Cappabianca detalló que "llevamos hechos cerca de una docena de vuelos de distribución de insumos (sanitarios) críticos y más o menos otros 24 vuelos en los que repatriamos cerca de 1.400 personas (varadas en el exterior) desde que comenzó la pandemia".

"Después de cada vuelo de repatriación de argentinos que llegan cerca de las dos de la mañana los aviones son llevados a los hangares donde se hacen trabajos de mantenimiento durante toda la noche para que el avión pueda volver a salir”, apuntó en referencia a esos viajes especiales.

Cerca de las 14 el Hércules aterrizó en el Aeropuerto Internacional Almirante A. Zar de la localidad chubutense de Trelew, donde lo esperaba un equipo del ministerio de Salud provincial que recibió 225 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 15 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno, 4 respiradores y un kit refrigerado para testeo de coronavirus con insumos para mil pruebas.

"Estos insumos llegan a Chubut en un momento clave en el que nos estamos preparando para lo que eventualmente puede llegar a venir, con estos respiradores podemos ampliar la cantidad de camas de terapia intensiva disponibles en un esfuerzo en el que la provincia también suma inversiones propias”, afirmó a Télam el subsecretario de Gestión Institucional del ministerio de Salud de Chubut, Mariano Cabrera.

Un poco más de dos horas después, a las 16.30, el Hércules llegó a la Base Aérea Militar Río Gallegos, donde el personal de Dinesa entregó a las autoridades sanitarias de Santa Cruz otras 225 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 6 respiradores y 34 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno.

En el lugar, Enrique Ferreyra, del ministerio de Salud de Santa Cruz, aseguró que “todo lo que vino en el Hércules es más que bienvenido en la provincia porque se viene el invierno que es muy duro acá y estos insumos van a ser muy importantes para nuestro sistema de Salud”.

Cerca de las 18, el Hércules aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Malvinas Argentinas de la ciudad fueguina de Ushuaia, donde entregó 350 cajas con 10 paquetes de cien pares de guantes cada una, 10 kits médicos que incluyen 60 juegos de camisolines, barbijos y antiparras cada uno, 6 respiradores, un kit refrigerado para testeo de coronavirus con insumos para mil pruebas y cinco pallets de insumos sanitarios.

Allí fue recibido, en la pista, por la ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judith Di Giglio, quien dijo a Télam que “es muy importante que hayan llegado estos equipos de protección porque están faltando en todo el mundo y es difícil encontrarlos disponibles en el mercado para poder comprarlos”.

El avión empleado para este vuelo fue el C-130 Hércules matriculado como TC-66 desde su arribo al país en 1972, y que desde que salió este miércoles de un completo proceso de modernización en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) luce el nombre de “Polo Sur”, en homenaje a la misión que esa misma aeronave cumplió en 1973 al unir Argentina con Nueva Zelanda inaugurando una ruta aérea sobre el extremo sur del planeta.

El vuelo fue comandado por el jefe del Escuadrón I C-130, vicecomodoro Sebastián Coria, quien contó a Télam que tuvo “la oportunidad de participar de los vuelos de prueba y ante la urgencia de contar con un avión más por la pandemia, en FAdeA se hizo un esfuerzo enorme para completar todo el extenso ciclo de pruebas y verificaciones lo más rápido posible”.

Durante el vuelo de regreso desde Ushuaia que aterrizó en El Palomar en los primeros minutos de hoy, la tripulación del TC-66 pudo observar las luces de una gran cantidad de buques de pesca operando en los límites de la milla 200 del Mar Argentino.


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