Condenado a rehabilitarse de su adicción al alcohol
Miguel Quiñelaf fue sentenciado por múltiples agresiones a su exesposa y su exsuegra. Deberá hacer un tratamiento voluntario y colocarse una tobillera electrónica.
El juez Marcelo Nieto Di Biase convalidó un juicio abreviado solicitado por la Fiscalía de Rawson y, con acuerdo del imputado y su defensor, condenó a Miguel Alejandro Quiñelaf a la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso por una variedad de delitos en el marco de un caso de violencia de género en contra de su exesposa. La serie de hechos se produjo entre febrero y los primeros días de mayo de este año.
Detalles
La pena obliga a Quiñelaf a fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato, no acercarse a la víctima, colocarse una tobillera electrónica y someterse por su voluntad a un tratamiento de rehabilitación debido al alcoholismo, por el plazo de la condena.
En distintas circunstancias y no obstante la intervención de jueces penales y de Familia, Quiñelaf agredió a su exesposa, produjo daños, amenazó a ella y a sus familiares, produjo violación de domicilio, violó la prohibición de acercamiento e incluso violó la cuarentena.
Figuras
El fiscal Fernando Rivarola le imputó violación de domicilio, desobediencia, amenazas, daño y quiebre de la cuarentena. Los fiscales consideraron que existió una “escalada de violencia de género contra la víctima”, según el parte de prensa de Fiscalía.
Con el acuerdo de su defensor José Oviedo, el hombre respaldó el acuerdo para no ir a juicio oral y reconoció los hechos.
También la Fiscalía planteó el sobreseimiento por amenazas telefónicas al no tener pruebas y otro por daño sobre el dispositivo electrónico de localización, ya que se corroboró que funcionaba. Resta aguardar cómo evoluciona el expediente.
El juez Marcelo Nieto Di Biase convalidó un juicio abreviado solicitado por la Fiscalía de Rawson y, con acuerdo del imputado y su defensor, condenó a Miguel Alejandro Quiñelaf a la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso por una variedad de delitos en el marco de un caso de violencia de género en contra de su exesposa. La serie de hechos se produjo entre febrero y los primeros días de mayo de este año.
Detalles
La pena obliga a Quiñelaf a fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato, no acercarse a la víctima, colocarse una tobillera electrónica y someterse por su voluntad a un tratamiento de rehabilitación debido al alcoholismo, por el plazo de la condena.
En distintas circunstancias y no obstante la intervención de jueces penales y de Familia, Quiñelaf agredió a su exesposa, produjo daños, amenazó a ella y a sus familiares, produjo violación de domicilio, violó la prohibición de acercamiento e incluso violó la cuarentena.
Figuras
El fiscal Fernando Rivarola le imputó violación de domicilio, desobediencia, amenazas, daño y quiebre de la cuarentena. Los fiscales consideraron que existió una “escalada de violencia de género contra la víctima”, según el parte de prensa de Fiscalía.
Con el acuerdo de su defensor José Oviedo, el hombre respaldó el acuerdo para no ir a juicio oral y reconoció los hechos.
También la Fiscalía planteó el sobreseimiento por amenazas telefónicas al no tener pruebas y otro por daño sobre el dispositivo electrónico de localización, ya que se corroboró que funcionaba. Resta aguardar cómo evoluciona el expediente.