Investigadores fueguinos secuenciaron genomas de coronavirus: "Podemos saber el origen de la cepas"

Investigadores y científicos de la ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego, lograron secuenciar el genoma del Sars-Cov-2 obtenido de 57 pacientes de esa provincia, Neuquén y Río Negro, en lo que se considera la investigación más importante de este tipo en el país realizada fuera de Buenos Aires, informaron a Télam fuentes oficiales vinculadas al proyecto.

14 JUL 2020 - 15:33 | Actualizado

El trabajo fue concretado a través del "Consorcio interinstitucional para la secuenciación del genoma y estudios genómicos de Sars-Cov-2 (Proyecto Pais)" creado desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Ese consorcio tiene en la capital fueguina un "nodo de secuenciación" conformado por el Centro Austral de Investigaciones Científicas (dependiente del Conicet), el Hospital Regional de Ushuaia y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (Untdf).

La investigación contempló 31 casos de Tierra del Fuego (seleccionados para representar al total de contagios) 22 de Neuquén y 4 de Río Negro.

En total se analizaron el 20 % de los casos de Tierra del Fuego desde el 4 de marzo al 25 de mayo y el 23 % de los de Neuquén entre el 10 de marzo y el 28 de abril, informó la Cartera de Ciencia y Tecnología.

La secuenciación del genoma permitirá saber desde la cantidad de introducciones diferentes del virus en cada región, hasta los distintos linajes (tipos de virus) para deducir su origen, e incluso servirá para obtener conclusiones acerca de si la mutación del Sars-Cov-2 puede afectar los testeos o la eficiencia de la vacuna cuando se implemente, explicó a Télam Santiago Ceballos, científico y miembro del equipo de investigación en Ushuaia.

"Podemos saber el origen de las cepas que se encuentran en el país y cómo se dispersan. Las áreas de epidemiología analizan los casos en los lugares y momentos en que aparecen y los patrones de contagio. Nosotros podemos contrastar esa información con datos genéticos", explicó Ceballos, que es biólogo genetista e investigador del Cadic-Conicet.

Según el experto, la secuenciación de los casos de Ushuaia permitió deducir que en Tierra del Fuego se produjeron, por ejemplo, al menos 7 introducciones independientes del virus.

"También se puede saber que algunas de esas cepas ya estaban circulando en Buenos Aires, otras en Europa o Estados Unidos. Todavía falta obtener conclusiones más detalladas, y llegar a las mil secuencias que se propuso el consorcio. Más hagamos, más podremos conocer", señaló Ceballos.

A su vez, detalló que mediante el análisis de las mutaciones del virus se podrá conocer "en cuánto afectan la eficiencia de los test de diagnóstico, si la vacuna que eventualmente se aplique será efectiva sobre las cepas circulantes, o si varía la transmisibilidad y virulencia".

El docente de genética de la Untdf mencionó que en el caso de Ushuaia, el laboratorio del Hospital fue clave para el acceso a la información epidemiológica y por contar con un equipo de última generación para generar las secuencias de ADN, mientras que el Cadic tiene experiencia en el preparado de las muestras para poder secuenciarlas y la universidad fueguina posee un servidor con prestaciones para análisis informáticos complejos.

"El trabajo en consorcio acelera mucho los tiempos. Nos permite trabajar asesorados por los mejores especialistas del país en análisis de evolución del virus. Es una enorme ventaja", evaluó Ceballos, que hasta la pandemia se dedicaba a analizar el genoma de peces marinos, como la merluza negra.

El equipo de expertos que logró secuenciar el genoma en Tierra del Fuego está integrado, además, por Ivan Gramundi, Cristina Nardi, Fernando Gallego y la colaboración de Daniel Fernández en el análisis de los datos.

El Ministerio de Salud fueguino también trabaja en los últimos años en estrategias de vigilancia de "patógenos con potencial pandémico".

"Estamos apostando al desarrollo de recurso humano y de infraestructura sanitaria. Esta experiencia nos acerca a ese objetivo", explicó una fuente gubernamental.

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14 JUL 2020 - 15:33

El trabajo fue concretado a través del "Consorcio interinstitucional para la secuenciación del genoma y estudios genómicos de Sars-Cov-2 (Proyecto Pais)" creado desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Ese consorcio tiene en la capital fueguina un "nodo de secuenciación" conformado por el Centro Austral de Investigaciones Científicas (dependiente del Conicet), el Hospital Regional de Ushuaia y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (Untdf).

La investigación contempló 31 casos de Tierra del Fuego (seleccionados para representar al total de contagios) 22 de Neuquén y 4 de Río Negro.

En total se analizaron el 20 % de los casos de Tierra del Fuego desde el 4 de marzo al 25 de mayo y el 23 % de los de Neuquén entre el 10 de marzo y el 28 de abril, informó la Cartera de Ciencia y Tecnología.

La secuenciación del genoma permitirá saber desde la cantidad de introducciones diferentes del virus en cada región, hasta los distintos linajes (tipos de virus) para deducir su origen, e incluso servirá para obtener conclusiones acerca de si la mutación del Sars-Cov-2 puede afectar los testeos o la eficiencia de la vacuna cuando se implemente, explicó a Télam Santiago Ceballos, científico y miembro del equipo de investigación en Ushuaia.

"Podemos saber el origen de las cepas que se encuentran en el país y cómo se dispersan. Las áreas de epidemiología analizan los casos en los lugares y momentos en que aparecen y los patrones de contagio. Nosotros podemos contrastar esa información con datos genéticos", explicó Ceballos, que es biólogo genetista e investigador del Cadic-Conicet.

Según el experto, la secuenciación de los casos de Ushuaia permitió deducir que en Tierra del Fuego se produjeron, por ejemplo, al menos 7 introducciones independientes del virus.

"También se puede saber que algunas de esas cepas ya estaban circulando en Buenos Aires, otras en Europa o Estados Unidos. Todavía falta obtener conclusiones más detalladas, y llegar a las mil secuencias que se propuso el consorcio. Más hagamos, más podremos conocer", señaló Ceballos.

A su vez, detalló que mediante el análisis de las mutaciones del virus se podrá conocer "en cuánto afectan la eficiencia de los test de diagnóstico, si la vacuna que eventualmente se aplique será efectiva sobre las cepas circulantes, o si varía la transmisibilidad y virulencia".

El docente de genética de la Untdf mencionó que en el caso de Ushuaia, el laboratorio del Hospital fue clave para el acceso a la información epidemiológica y por contar con un equipo de última generación para generar las secuencias de ADN, mientras que el Cadic tiene experiencia en el preparado de las muestras para poder secuenciarlas y la universidad fueguina posee un servidor con prestaciones para análisis informáticos complejos.

"El trabajo en consorcio acelera mucho los tiempos. Nos permite trabajar asesorados por los mejores especialistas del país en análisis de evolución del virus. Es una enorme ventaja", evaluó Ceballos, que hasta la pandemia se dedicaba a analizar el genoma de peces marinos, como la merluza negra.

El equipo de expertos que logró secuenciar el genoma en Tierra del Fuego está integrado, además, por Ivan Gramundi, Cristina Nardi, Fernando Gallego y la colaboración de Daniel Fernández en el análisis de los datos.

El Ministerio de Salud fueguino también trabaja en los últimos años en estrategias de vigilancia de "patógenos con potencial pandémico".

"Estamos apostando al desarrollo de recurso humano y de infraestructura sanitaria. Esta experiencia nos acerca a ese objetivo", explicó una fuente gubernamental.


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