La primera licenciada en Agroecología es de El Bolsón

Agustina Mardones se recibió de manera virtual debido a la pandemia y es la primera egresada del país de la licenciatura en Agroecología, que la Universidad Nacional de Río Negro dicta desde 2014 en El Bolsón.

29 AGO 2020 - 19:54 | Actualizado

“Nací hace 28 años en Cutral Co, aunque vivo en Mallín Ahogado desde hace 10 años. Estoy muy agradecida de haber terminado con semejante proceso ante un jurado compuesto por Marta Riat (del Laboratorio de Suelos del Inta Bariloche); Juan Ochoa (doctor e investigador del Conicet) y Santiago Sarandón (referente latinoamericano en agroecología). Me tocó abrir la puerta, pero detrás vienen un montón de compañeros”, contó frente a la sede andina de la UNRN. “Acá no se estila tirar huevos y harina a los egresados. A lo sumo, nos tiramos flores”, bromeó acerca de los festejos por su promoción.

“Comencé estudiando Producción Vegetal Orgánica –agregó-, que también se dicta en El Bolsón, pero siempre noté que faltaba una visión más social en la producción de alimentos y todos sus eslabones. Es la parte que hace distinta a la carrera de Agroecología en este presente de alimentación con ultraprocesados y verduras tratadas con agrotóxicos que se acumulan el cuerpo, es un grito de vida”.

“La Agroecología no solo es una ciencia, sino también un movimiento que impulsa el consumo responsable donde es fundamental comenzar con poner en valor lo natural. Por ejemplo, estamos inmersos en una pandemia y hay cuestiones limitadas para el comercio. Nos preguntamos de dónde vienen nuestros alimentos”.

Enseguida se preguntó “si seguimos loteando todo para el turismo o vamos a privilegiar nuestra calidad de vida. No digo que todo el mundo tenga que salir a hacer huerta, tener ovejas o criar gallinas, pero hay que darle el lugar que se merece a la producción primaria de alimentos”.

Acerca de sus posibilidades laborales en la región, recordó que “hay muchos productores, empresas dedicadas al agro, junto a espacios institucionales como el CEA o el Inta, donde podría sumarme. A un nivel más científico, está el Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la propia Universidad de Río Negro”.

Con todo, valoró que “es una carrera que proporciona muchas herramientas para la autogestión y brinda la oportunidad de vincularse con la tierra”. De hecho, la flamante profesional ya cuenta con su propio emprendimiento de fitocosmética agroecológica (Solar Botánicos).

El trabajo final de Agustina “fue un ensayo para evaluar qué impacto tiene sobre cultivos de rúcula y acelga un biofermento hecho a base de microorganismos presentes en los suelos de los bosques de la zona, llamado fiol. Fue una integración de múltiples disciplinas, fue difícil por el contenido teórico y metodológico, sino por el contexto en el cual se realizó”, graficó.

Desde su óptica, El Bolsón “es el lugar adecuado para cursar esta carrera porque culturalmente existe esa búsqueda y se la vive. Existen múltiples espacios de intercambio de saberes en relación a la tierra y a las plantas, que nutren otros aspectos que la visión académica no da. Me dedico desde hace 5 años al cultivo de plantas aromáticas y medicinales, revalorizando prácticas y saberes de acá, en relación al cultivo y a preparados herbarios”, puntualizó. “La Agroecología nace en respuesta a un sistema productivo que destruye ambiente y vidas. Deschava la mentira de la ‘alimentación del mundo’ que trajo la revolución verde y su paquete tecnológico. Investiga los procesos e interacciones biológicas en los agrosistemas, diversificándose y complejizándolos. Con esto, busca promover prácticas agrícolas autónomas basadas en recursos locales, que sostengan o aumenten la biodiversidad y sean sustentables en el tiempo. Ya vengo trabajando en esto hace tiempo, siempre orientado más a plantas aromáticas y medicinales”, explicó.

La Licenciatura “aporta también a desarrollar un pensamiento crítico y eso es útil para la vida. Es una carrera multidisciplinaria, muchas materias de las ciencias exactas y también de las sociales, es en sí una fusión”. Mardones destacó “el lugar donde se dicta, donde hay posibilidad de ver muchas experiencias productivas y de relacionarse con la tierra”. Desde la psede universitaria de la zona andina indicaron que “cada año, recibimos a estudiantes de todo el país”.

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29 AGO 2020 - 19:54

“Nací hace 28 años en Cutral Co, aunque vivo en Mallín Ahogado desde hace 10 años. Estoy muy agradecida de haber terminado con semejante proceso ante un jurado compuesto por Marta Riat (del Laboratorio de Suelos del Inta Bariloche); Juan Ochoa (doctor e investigador del Conicet) y Santiago Sarandón (referente latinoamericano en agroecología). Me tocó abrir la puerta, pero detrás vienen un montón de compañeros”, contó frente a la sede andina de la UNRN. “Acá no se estila tirar huevos y harina a los egresados. A lo sumo, nos tiramos flores”, bromeó acerca de los festejos por su promoción.

“Comencé estudiando Producción Vegetal Orgánica –agregó-, que también se dicta en El Bolsón, pero siempre noté que faltaba una visión más social en la producción de alimentos y todos sus eslabones. Es la parte que hace distinta a la carrera de Agroecología en este presente de alimentación con ultraprocesados y verduras tratadas con agrotóxicos que se acumulan el cuerpo, es un grito de vida”.

“La Agroecología no solo es una ciencia, sino también un movimiento que impulsa el consumo responsable donde es fundamental comenzar con poner en valor lo natural. Por ejemplo, estamos inmersos en una pandemia y hay cuestiones limitadas para el comercio. Nos preguntamos de dónde vienen nuestros alimentos”.

Enseguida se preguntó “si seguimos loteando todo para el turismo o vamos a privilegiar nuestra calidad de vida. No digo que todo el mundo tenga que salir a hacer huerta, tener ovejas o criar gallinas, pero hay que darle el lugar que se merece a la producción primaria de alimentos”.

Acerca de sus posibilidades laborales en la región, recordó que “hay muchos productores, empresas dedicadas al agro, junto a espacios institucionales como el CEA o el Inta, donde podría sumarme. A un nivel más científico, está el Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la propia Universidad de Río Negro”.

Con todo, valoró que “es una carrera que proporciona muchas herramientas para la autogestión y brinda la oportunidad de vincularse con la tierra”. De hecho, la flamante profesional ya cuenta con su propio emprendimiento de fitocosmética agroecológica (Solar Botánicos).

El trabajo final de Agustina “fue un ensayo para evaluar qué impacto tiene sobre cultivos de rúcula y acelga un biofermento hecho a base de microorganismos presentes en los suelos de los bosques de la zona, llamado fiol. Fue una integración de múltiples disciplinas, fue difícil por el contenido teórico y metodológico, sino por el contexto en el cual se realizó”, graficó.

Desde su óptica, El Bolsón “es el lugar adecuado para cursar esta carrera porque culturalmente existe esa búsqueda y se la vive. Existen múltiples espacios de intercambio de saberes en relación a la tierra y a las plantas, que nutren otros aspectos que la visión académica no da. Me dedico desde hace 5 años al cultivo de plantas aromáticas y medicinales, revalorizando prácticas y saberes de acá, en relación al cultivo y a preparados herbarios”, puntualizó. “La Agroecología nace en respuesta a un sistema productivo que destruye ambiente y vidas. Deschava la mentira de la ‘alimentación del mundo’ que trajo la revolución verde y su paquete tecnológico. Investiga los procesos e interacciones biológicas en los agrosistemas, diversificándose y complejizándolos. Con esto, busca promover prácticas agrícolas autónomas basadas en recursos locales, que sostengan o aumenten la biodiversidad y sean sustentables en el tiempo. Ya vengo trabajando en esto hace tiempo, siempre orientado más a plantas aromáticas y medicinales”, explicó.

La Licenciatura “aporta también a desarrollar un pensamiento crítico y eso es útil para la vida. Es una carrera multidisciplinaria, muchas materias de las ciencias exactas y también de las sociales, es en sí una fusión”. Mardones destacó “el lugar donde se dicta, donde hay posibilidad de ver muchas experiencias productivas y de relacionarse con la tierra”. Desde la psede universitaria de la zona andina indicaron que “cada año, recibimos a estudiantes de todo el país”.


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