Al tapicero lo tuvo que buscar la Policía y dijo que no recuerda la agresión de Oscar Romero

Fue el dato relevante de la primera audiencia. Declararon varios policías. El juicio oral sigue hoy desde las 8.30.

29 SEP 2020 - 21:19 | Actualizado

Ayer comenzó en los tribunales de Trelew un juicio oral y público en una causa que investiga la participación del abogado Oscar Romero en una tentativa de homicidio.

La principal incidencia del primer día de debate fue la comparecencia por la fuerza pública del principal testigo y víctima del hecho, ante su negativa a concurrir a la audiencia.

El hecho ocurrió a mediados de abril del año 2019 y está como único imputado el abogado Edgardo Oscar Romero Bruno, a quien se imputa por el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y tenencia de arma de fuego de uso civil condicionado en carácter de autor.

El tribunal está constituido por las juezas Mirta Moreno, Marcela Pérez y Patricia Reyes, en tanto que la acusación en juicio es formulada por la fiscal Carolina Marín, mientras que el propio Romero ejerce su defensa con la asesoría letrada de los abogados particulares Abdon Manyauik y Laura Fernández.

En el inicio de la audiencia, y tras plantear la acusación, Marín explicó que el tapicero Horacio Pavés, víctima del hecho y principal testigo, no se había presentado a la audiencia a pesar de las notificaciones formales que se le realizaron, además de llamados telefónicos de la propia fiscal y de personal del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito, por lo cual requirió que se lo compulse para su asistencia.

Marín recordó que ya durante las audiencias durante la investigación judicial se había dado cuenta de presuntas amenazas y ofrecimientos para que el damnificado no testificara en el juicio, al tiempo que un juez había descartado una declaración por anticipado a modo de anticipo jurisdiccional de prueba.

En el transcurso de la audiencia, y ante la noticia de que la compulsa no se había podido concretar, la fiscal pidió la captura de Pavés en el lugar donde fuera hallado con el fin de garantizar su presentación en el juicio.

A Romero Bruno se lo acusa de haber ingresado a una tapicería ubicada en los fondos de un inmueble de la calle Yrigoyen 1.015 de Trelew, donde tras amenazar de muerte a Pavés le habría realizado dos disparos de arma de fuego con una pistola semiautomática calibre .45, la cual tenía colocada un silenciador tipo casero y cuya numeración estaba limada.

De los dos disparos efectuados, uno dio en el cuerpo de Pavés, quien reaccionó e hirió a Romero con un destornillador de punta plana, y luego los dos se traban en lucha. El hecho terminó con la intervención de dos empleados de una carnicería lindera y posteriormente la Policía.

La calificación es la de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso ideal con portación de arma de guerra sin la debida autorización legal, en calidad de autor, y la pretensión punitiva alcanza a los siete años de prisión de ejecución efectiva.

Informes y pericias

La primera jornada de audiencias concentró más de 15 testimonios, en su mayoría de policías vinculados a la intervención en el lugar del hecho, ya sea por la propia actuación en el momento del hecho, como posteriormente en tareas propias de la División Criminalística vinculadas a planimetría, relevamiento fotográfico, secuestro del arma y otros elementos vinculados a la investigación e incluso de la División Drogas por su participación en un análisis de sustancias halladas entre las prendas del acusado, indicó una gacetilla de la Agencia de Comunicación Judicial.

Uno de los principales puntos de conflicto en la primera jornada de debate estuvo dado justamente por el procedimiento de secuestro de las prendas de vestir y efectos personales, tanto del imputado como de la víctima, en el Hospital Zonal de Trelew, donde ambos fueron trasladados para su atención.

“No recuerdo bien”

Después de prestar juramento, declaró el tapicero Horacio Pavés, damnificado y principal testigo de la causa, quien fue llevado por la fuerza pública para garantizar su testimonio en el juicio. Sin embargo, preguntó si podía abstenerse de declarar y ante la respuesta negativa, dijo no sentirse bien: “Confundido, no recuerdo bien las cosas”.

Tras varias evasivas y respuestas dubitativas, como cuando afirmó tener dos firmas en oportunidad de exhibírsele un acta, la presidenta del tribunal le recordó las penalidades que impone la normativa para el falso testimonio, ya fuera por mentir o por ocultar los hechos que conociese.

Ante la insistencia en no recordar los sucesos de abril de 2019, se repasó su denuncia y entrevista filmada por personal policial cuando el hombre se encontraba convaleciente en el Hospital. En el video se ve y escucha al hombre dando detalles de lo ocurrido aquella tarde en su tapicería, de la agresión sufrida y su intento de defensa con un destornillador, del forcejeo con Romero y finalmente del auxilio de los empleados de la carnicería, todo eso con amplio detalle, aunque sin nombrar al agresor.

El hombre se reconoció en la entrevista, pero cuando Romero le preguntó si el recordaba los hechos tal como los mencionó en esa entrevista hace casi un año y medio, dijo que no los recordaba con facilidad, y que podrían incluso haber sido diferentes.

Pavés aludió a situaciones personales y familiares, dijo que hace años estuvo detenido en otro lugar del país y que pensaba en la situación del abogado, que teniendo una familia estaba preso al igual que un hijo suyo; señaló el parte judicial.

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29 SEP 2020 - 21:19

Ayer comenzó en los tribunales de Trelew un juicio oral y público en una causa que investiga la participación del abogado Oscar Romero en una tentativa de homicidio.

La principal incidencia del primer día de debate fue la comparecencia por la fuerza pública del principal testigo y víctima del hecho, ante su negativa a concurrir a la audiencia.

El hecho ocurrió a mediados de abril del año 2019 y está como único imputado el abogado Edgardo Oscar Romero Bruno, a quien se imputa por el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y tenencia de arma de fuego de uso civil condicionado en carácter de autor.

El tribunal está constituido por las juezas Mirta Moreno, Marcela Pérez y Patricia Reyes, en tanto que la acusación en juicio es formulada por la fiscal Carolina Marín, mientras que el propio Romero ejerce su defensa con la asesoría letrada de los abogados particulares Abdon Manyauik y Laura Fernández.

En el inicio de la audiencia, y tras plantear la acusación, Marín explicó que el tapicero Horacio Pavés, víctima del hecho y principal testigo, no se había presentado a la audiencia a pesar de las notificaciones formales que se le realizaron, además de llamados telefónicos de la propia fiscal y de personal del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito, por lo cual requirió que se lo compulse para su asistencia.

Marín recordó que ya durante las audiencias durante la investigación judicial se había dado cuenta de presuntas amenazas y ofrecimientos para que el damnificado no testificara en el juicio, al tiempo que un juez había descartado una declaración por anticipado a modo de anticipo jurisdiccional de prueba.

En el transcurso de la audiencia, y ante la noticia de que la compulsa no se había podido concretar, la fiscal pidió la captura de Pavés en el lugar donde fuera hallado con el fin de garantizar su presentación en el juicio.

A Romero Bruno se lo acusa de haber ingresado a una tapicería ubicada en los fondos de un inmueble de la calle Yrigoyen 1.015 de Trelew, donde tras amenazar de muerte a Pavés le habría realizado dos disparos de arma de fuego con una pistola semiautomática calibre .45, la cual tenía colocada un silenciador tipo casero y cuya numeración estaba limada.

De los dos disparos efectuados, uno dio en el cuerpo de Pavés, quien reaccionó e hirió a Romero con un destornillador de punta plana, y luego los dos se traban en lucha. El hecho terminó con la intervención de dos empleados de una carnicería lindera y posteriormente la Policía.

La calificación es la de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso ideal con portación de arma de guerra sin la debida autorización legal, en calidad de autor, y la pretensión punitiva alcanza a los siete años de prisión de ejecución efectiva.

Informes y pericias

La primera jornada de audiencias concentró más de 15 testimonios, en su mayoría de policías vinculados a la intervención en el lugar del hecho, ya sea por la propia actuación en el momento del hecho, como posteriormente en tareas propias de la División Criminalística vinculadas a planimetría, relevamiento fotográfico, secuestro del arma y otros elementos vinculados a la investigación e incluso de la División Drogas por su participación en un análisis de sustancias halladas entre las prendas del acusado, indicó una gacetilla de la Agencia de Comunicación Judicial.

Uno de los principales puntos de conflicto en la primera jornada de debate estuvo dado justamente por el procedimiento de secuestro de las prendas de vestir y efectos personales, tanto del imputado como de la víctima, en el Hospital Zonal de Trelew, donde ambos fueron trasladados para su atención.

“No recuerdo bien”

Después de prestar juramento, declaró el tapicero Horacio Pavés, damnificado y principal testigo de la causa, quien fue llevado por la fuerza pública para garantizar su testimonio en el juicio. Sin embargo, preguntó si podía abstenerse de declarar y ante la respuesta negativa, dijo no sentirse bien: “Confundido, no recuerdo bien las cosas”.

Tras varias evasivas y respuestas dubitativas, como cuando afirmó tener dos firmas en oportunidad de exhibírsele un acta, la presidenta del tribunal le recordó las penalidades que impone la normativa para el falso testimonio, ya fuera por mentir o por ocultar los hechos que conociese.

Ante la insistencia en no recordar los sucesos de abril de 2019, se repasó su denuncia y entrevista filmada por personal policial cuando el hombre se encontraba convaleciente en el Hospital. En el video se ve y escucha al hombre dando detalles de lo ocurrido aquella tarde en su tapicería, de la agresión sufrida y su intento de defensa con un destornillador, del forcejeo con Romero y finalmente del auxilio de los empleados de la carnicería, todo eso con amplio detalle, aunque sin nombrar al agresor.

El hombre se reconoció en la entrevista, pero cuando Romero le preguntó si el recordaba los hechos tal como los mencionó en esa entrevista hace casi un año y medio, dijo que no los recordaba con facilidad, y que podrían incluso haber sido diferentes.

Pavés aludió a situaciones personales y familiares, dijo que hace años estuvo detenido en otro lugar del país y que pensaba en la situación del abogado, que teniendo una familia estaba preso al igual que un hijo suyo; señaló el parte judicial.


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