Crimen de Rosa Acuña: “Basta Laura, no me pegues más”

El testimonio de un vecino sobresalió en la cuarta jornada del juicio oral donde se investiga el homicidio de Rosa Acuña. El hombre contó lo que vivió la noche que se realizaba una fiesta en la casa de Laura Vargas, la imputada como autora material del hecho.

10 NOV 2020 - 12:20 | Actualizado

Los Jueces Gustavo Castro, María Tolomei y Mirta Moreno escucharon cuando el testigo indicó que había mucho ruido por lo que decidió llamar a la policía que vino de inmediato. Pudo ver como Rosa y Laura salieron a responder a los efectivos que estaban en el patrullero, pero después siguieron como dos horas más y luego ya no escuchó más nada. Señaló que al otro día en horas de la mañana pudo ver como estacionaba un auto marcha atrás, y se veía a Laura junto a un muchacho y dos mujeres más: “después de todo eso nos enteramos lo que pasó…”

Mas adelante indicó que tuvo temor junto a su familia porque los habían amenazado con prenderle fuego la casa o agredirlos, pero lo principal fue cuando manifestó que sus hijas, que hoy viven con mucho miedo, pudieron grabar gritos en esa noche después de la fiesta: “basta Laura basta, no me pegues más…” se escucha en los audios que constan como elemento de prueba.

Uno de los que asistió a la fiesta, un mecánico también depuso ante el tribunal aunque con poca claridad, ya que de acuerdo a lo expuesto por el defensor Sergio Rey, contradijo las declaraciones que hizo el 5 de septiembre de 2018, ya que habló de una Rosa “conflictiva y cocorita”, sosteniendo ahora que Rosa era una persona normal con los altos y bajos de cualquier ser humano. Había agregado que la víctima le contó sobre la relación conflictiva que sostenía con Laura y su marido.

Otros testimonios tuvieron que ver con los procedimientos policiales realizados al momento del hallazgo y las pericias de policía científica. Uno de los oficiales convocados dijo que había ido en el patrullero ante el llamado por ruidos molestos de los vecinos y ratificó que tanto Rosa como Laura salieron a conversar pero en estado de ebriedad. Solo llamaron la atención para que bajen la música y se pudo ver la presencia de varios autos y gente. Sostuvo que ir a ese domicilio era algo normal, ya que acostumbraban a ir en distintas situaciones: “ahí vivía Vargas con sus hijos y un hombre que luego fue detenido por causa de abuso, pero era común que nos llamaran y algunas veces por las peleas entre Rosa y Laura”, aseveró el oficial.Informó Fiscalía de Trelew.

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10 NOV 2020 - 12:20

Los Jueces Gustavo Castro, María Tolomei y Mirta Moreno escucharon cuando el testigo indicó que había mucho ruido por lo que decidió llamar a la policía que vino de inmediato. Pudo ver como Rosa y Laura salieron a responder a los efectivos que estaban en el patrullero, pero después siguieron como dos horas más y luego ya no escuchó más nada. Señaló que al otro día en horas de la mañana pudo ver como estacionaba un auto marcha atrás, y se veía a Laura junto a un muchacho y dos mujeres más: “después de todo eso nos enteramos lo que pasó…”

Mas adelante indicó que tuvo temor junto a su familia porque los habían amenazado con prenderle fuego la casa o agredirlos, pero lo principal fue cuando manifestó que sus hijas, que hoy viven con mucho miedo, pudieron grabar gritos en esa noche después de la fiesta: “basta Laura basta, no me pegues más…” se escucha en los audios que constan como elemento de prueba.

Uno de los que asistió a la fiesta, un mecánico también depuso ante el tribunal aunque con poca claridad, ya que de acuerdo a lo expuesto por el defensor Sergio Rey, contradijo las declaraciones que hizo el 5 de septiembre de 2018, ya que habló de una Rosa “conflictiva y cocorita”, sosteniendo ahora que Rosa era una persona normal con los altos y bajos de cualquier ser humano. Había agregado que la víctima le contó sobre la relación conflictiva que sostenía con Laura y su marido.

Otros testimonios tuvieron que ver con los procedimientos policiales realizados al momento del hallazgo y las pericias de policía científica. Uno de los oficiales convocados dijo que había ido en el patrullero ante el llamado por ruidos molestos de los vecinos y ratificó que tanto Rosa como Laura salieron a conversar pero en estado de ebriedad. Solo llamaron la atención para que bajen la música y se pudo ver la presencia de varios autos y gente. Sostuvo que ir a ese domicilio era algo normal, ya que acostumbraban a ir en distintas situaciones: “ahí vivía Vargas con sus hijos y un hombre que luego fue detenido por causa de abuso, pero era común que nos llamaran y algunas veces por las peleas entre Rosa y Laura”, aseveró el oficial.Informó Fiscalía de Trelew.


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