"Pasé mucho tiempo sobre mis manos y rodillas, hurgando en las alfombras, fumando cualquier cosa que se pareciera remotamente al crack, como queso parmesano. Probablemente fumé más queso parmesano que cualquier otra persona", describió Hunter Biden el pasado domingo, en una entrevista con CBS News.
En los próximos días, el hijo del mandatario norteamericano sacará una biografía de su vida, titulada “Beautiful Things” (“Cosas preciosas”), en la cual se refiere a estos episodios y a como lo afectó la muerte de su madre, Neilia, y su hermana Naomi, en un accidente automovilístico cuando él tenía dos años en 1972, lo que según definió él lo empujó a las adicciones.
Su adicción tuvo altibajos a lo largo de su vida, con una etapa entre 2008 y 2015 de sobriedad, pero todo cambió a raíz de la muerte de su hermano mayor Beau, fallecido por un cáncer cerebral en 2015, que lo llevó de nuevo a refugiarse en las drogas.
"Una vez pasé 13 días sin dormir, fumando crack y bebiendo vodka, exclusivamente, durante todo ese tiempo", confesó.
En ese momento, señaló que vino su padre a su departamento, quien lo encontró en muy mal estado en medio de esa difícil situación por la que atravesaba.
"Una vez vino a mi apartamento. Eso tuvo lugar cuando él era vicepresidente, por lo que abandonó el Servicio Secreto y encontró la manera de llegar a mi casa. Yo dije, ’¿Qué estás haciendo aquí?’. Él preguntó: ’Cariño, ¿qué estás haciendo?’, a lo que yo respondí ’Papá, estoy bien’, pero él me dijo ’no estás bien’", contó Hunter Biden.
Hunter, de 51 años, también describió que conoció a su esposa actual, Melissa, y se casó con ella dentro de los siete días posteriores a su primera cita, pues asegura que su esposa es un “milagro” que llegó a su vida para salvarlo y poder alejarlo en la actualidad de las drogas.
"Pasé mucho tiempo sobre mis manos y rodillas, hurgando en las alfombras, fumando cualquier cosa que se pareciera remotamente al crack, como queso parmesano. Probablemente fumé más queso parmesano que cualquier otra persona", describió Hunter Biden el pasado domingo, en una entrevista con CBS News.
En los próximos días, el hijo del mandatario norteamericano sacará una biografía de su vida, titulada “Beautiful Things” (“Cosas preciosas”), en la cual se refiere a estos episodios y a como lo afectó la muerte de su madre, Neilia, y su hermana Naomi, en un accidente automovilístico cuando él tenía dos años en 1972, lo que según definió él lo empujó a las adicciones.
Su adicción tuvo altibajos a lo largo de su vida, con una etapa entre 2008 y 2015 de sobriedad, pero todo cambió a raíz de la muerte de su hermano mayor Beau, fallecido por un cáncer cerebral en 2015, que lo llevó de nuevo a refugiarse en las drogas.
"Una vez pasé 13 días sin dormir, fumando crack y bebiendo vodka, exclusivamente, durante todo ese tiempo", confesó.
En ese momento, señaló que vino su padre a su departamento, quien lo encontró en muy mal estado en medio de esa difícil situación por la que atravesaba.
"Una vez vino a mi apartamento. Eso tuvo lugar cuando él era vicepresidente, por lo que abandonó el Servicio Secreto y encontró la manera de llegar a mi casa. Yo dije, ’¿Qué estás haciendo aquí?’. Él preguntó: ’Cariño, ¿qué estás haciendo?’, a lo que yo respondí ’Papá, estoy bien’, pero él me dijo ’no estás bien’", contó Hunter Biden.
Hunter, de 51 años, también describió que conoció a su esposa actual, Melissa, y se casó con ella dentro de los siete días posteriores a su primera cita, pues asegura que su esposa es un “milagro” que llegó a su vida para salvarlo y poder alejarlo en la actualidad de las drogas.