La comunidad educativa de la Escuela 53 del barrio Comercio de Trelew reclamó el urgente restablecimiento del servicio de calefacción al establecimiento porque –al romperse una caldera- los alumnos no tienen clases presenciales. Dijeron que incluso, evalúan un lugar alternativo para la actividad escolar.
Brenda Pucci y López María del Sol, dos de las madres voceras del grupo que se concentró en la puerta de la escuela, dijeron que “somos papás autoconvocados. Desde 2018 la caldera no funciona. Se viene realizando notas para arreglarla. Se hicieron arreglos provisorios y este año ya no sirve más. Nos dicen que va a demorar 7 meses el trámite. Hace 3 años se rompió. Al fin podemos tener los chicos a la escuela y no pueden venir a clase”.
La situación les parece una falta de respeto. “No encontramos lógica. Los chicos arrancaron el 22 de marzo contentos y ya no pueden venir. Queremos que vengan a clases. Que salga del presupuesto”.
Pie de guerra
“Los docentes están a nuestra disposición, colaborando y en pie de guerra; somos una comunidad educativa que contribuimos para que nuestros hijos tengan clases. El daño moral ya está, ahora tenemos que garantizar la educación. Queremos la compra de la caldera ya. No se puede esperar más”, advirtieron.
“Las autoridades de la escuela hicieron todo. Pero si no nos movemos, no va a suceder nada y hay muchas falencias. Este año colapsó. Todo es plata. Tenemos notas a Obras Públicas. Vamos a hacerlas circular por las redes sociales. El 7 de mayo se rompió la caldera y es sentido común: queremos que los chicos tengan clases, con los horarios de burbujas nos acomodamos”. Resta ahora aguardar alguna reacción oficial.
La comunidad educativa de la Escuela 53 del barrio Comercio de Trelew reclamó el urgente restablecimiento del servicio de calefacción al establecimiento porque –al romperse una caldera- los alumnos no tienen clases presenciales. Dijeron que incluso, evalúan un lugar alternativo para la actividad escolar.
Brenda Pucci y López María del Sol, dos de las madres voceras del grupo que se concentró en la puerta de la escuela, dijeron que “somos papás autoconvocados. Desde 2018 la caldera no funciona. Se viene realizando notas para arreglarla. Se hicieron arreglos provisorios y este año ya no sirve más. Nos dicen que va a demorar 7 meses el trámite. Hace 3 años se rompió. Al fin podemos tener los chicos a la escuela y no pueden venir a clase”.
La situación les parece una falta de respeto. “No encontramos lógica. Los chicos arrancaron el 22 de marzo contentos y ya no pueden venir. Queremos que vengan a clases. Que salga del presupuesto”.
Pie de guerra
“Los docentes están a nuestra disposición, colaborando y en pie de guerra; somos una comunidad educativa que contribuimos para que nuestros hijos tengan clases. El daño moral ya está, ahora tenemos que garantizar la educación. Queremos la compra de la caldera ya. No se puede esperar más”, advirtieron.
“Las autoridades de la escuela hicieron todo. Pero si no nos movemos, no va a suceder nada y hay muchas falencias. Este año colapsó. Todo es plata. Tenemos notas a Obras Públicas. Vamos a hacerlas circular por las redes sociales. El 7 de mayo se rompió la caldera y es sentido común: queremos que los chicos tengan clases, con los horarios de burbujas nos acomodamos”. Resta ahora aguardar alguna reacción oficial.