Editorial / Chubut, entre vacunas y cierres de listas

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05 JUN 2021 - 19:27 | Actualizado

La agenda sanitaria y la política se vienen entremezclando en la Argentina hace rato. Por lo menos, desde el mismo comienzo de la pandemia, hace quince meses. Lo que ha ocurrido en las últimas semanas es que esa mezcla ha dado pie a situaciones preocupantes. Ahora, ya no preocupa solamente la cantidad de contagios y muertes, como al principio, sino la confusión generalizada que causan en la sociedad las contradicciones flagrantes de los gobernantes de turno.

Por ejemplo, en varias ciudades de Chubut hay que dejar de circular por las calles a las 19, so pena de que la Policía lo pare y le aplique el Artículo 205, pero los colectivos funcionan hasta las 20 y los restaurantes hasta las 23. La incongruencia al palo.

Mientras tanto, los hospitales rebalsan de gente enferma y algunos advierten que hasta se podrían ver obligados a colocar camas en los pasillos. Y en lugares de otros planetas del Sistema Solar, como por ejemplo Esquel, el municipio quiere alquilar una terapia intensiva privada para alojar ahí a los intubados. Si no fuera tan seria la situación daría para reírse un rato de la candidez de algunos intendentes.

Benditas vacunas

Para apaciguar un poco todo este aquelarre de marchas y contramarchas, la llegada cada vez más masiva de vacunas es la única señal positiva para esperanzarse con un “principio del fin” de la pandemia. La inmunización a una mayor escala que comenzará mañana en los vacunatorios de Chubut, podría darle un poco de respiro a muchos grupos de trabajadores esenciales que hasta ahora eran esenciales para brindar sus servicios pero “cola de perro” para ser protegidos como correspondería.

En el caso de Chubut, el fuerte reclamo que están haciendo los trabajadores de las áreas más sensibles de los servicios públicos, tantos en entidades privadas como estatal, es un botón de muestra. Una resolución oficial estatal obligó a todos los agentes de Servicios Públicos a concurrir a sus trabajos, mientras que la mayoría de los empleados públicos gozan del beneficio de no asistir o hacerlo con un sistema de guardias para prevenir un contagio en cadena.

Para que se entienda, cientos de trabajadores que son los que sostienen el sistema eléctrico en todas las regiones y localidades de Chubut, como asimismo el sistema de saneamiento (agua y cloacas), se apilan en oficinas y galpones para cumplir con una decisión que va en contra de lo aconsejable. Por ejemplo, si un brote de contagios se diera en algunas de estas dependencias, tanto en empresas privadas, cooperativas o el Estado, además del riesgo para su salud y la de sus familiares, no habría quien pueda atender la emergencia si los sistemas fallan ante alguna contingencia, porque no cualquiera puede realizar tareas tan específicas.

A veces, una dosis de sentido común para los que administran y toman decisiones de los servicios públicos esenciales haría tanta falta como una vacuna.

Quedan 48 días

Con menos intensidad que en las semanas anteriores, pero igualmente con movimientos de fichas para analizar, el tablero político no termina de conformarse con precisión. El tema es que los tiempos empiezan a achicarse y a pesar de que el Senado aprobó un retraso de cinco semanas para las PASO y la generales (ahora se votará el 12 de septiembre y el 14 de noviembre), todas las agrupaciones políticas deben empezar a definir sus estrategias electorales.

De acuerdo a ese nuevo cronograma, el 14 de julio finalizará el plazo para la inscripción de alianzas; el 19 de julio será el último día para solicitar la asignación de colores para las boletas; y el 24 de julio será la fecha límite para presentar a los precandidatos a diputados y senadores. Mientras que la campaña para las PASO comenzará oficialmente el 29 de julio y se extenderá hasta el 9 de septiembre inclusive.

Es decir, quedan 48 días para definir lo más importante, que es saber quiénes integrarán las listas.

Todos juegan

Para variar, el peronismo es el lugar donde siempre pasan cosas y hay alguien candidateándose. Por ahora no queda claro cómo van a jugar cada uno de los actores principales y día a día crecen las especulaciones.

El vicegobernador Ricardo Sastre pisó fuerte y mandó mensajes hacia varios sectores. No se muere por ser candidato pero jugará de ser necesario. Y fuerte.

La semana pasada, la visita a Puerto Madryn del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y del vicejefe de asesores de Alberto Fernández, Julián Leunda, fue una nueva señal de que una parte importante de la Casa Rosada están mandando mensajes que no hace falta ser un experto para entender.

Lammens y Leunda responden directamente al Presidente y no se mostraron ingenuamente en una intensa agenda con el vicegobernador y su hermano, el intendente Gustavo Sastre. Leunda, joven, comodorense y con apoyo presidencial para intentar ocupar un espacio en lo que viene, teje y teje relaciones con varios intendentes desde hace tiempo.

En ese escenario, la reunión de dirigentes de toda la provincia que se iba a realizar el viernes en Comodoro Rivadavia se volvió a cancelar. La situación de la pandemia es siempre una buena excusa para no hacer algo en donde muchas personas no se van a poner de acuerdo.

El viernes, el intendente comodorense, Juan Pablo Luque, salió de su ámbito natural para mostrarse con el gobernador Mariano Arcioni en Rawson. Esta relación viene bastante tensa desde hace tiempo pero un acto por obras para la ciudad petrolera apaciguó un poco los ánimos.

Por si alguien quería subirlo a algún ring, Luque se bajó de cualquier tipo de especulación sobre una posible candidatura a senador (o lo que sea) en este turno electoral, aduciendo que sería una irresponsabilidad distraerse en una campaña electoral en medio de la pandemia.

Habrá que ver cómo juega el empresario Cristóbal López, del que muchos creen que actuará con lógica comodorense apoyando a uno del sur. Otros creen que el rey de los casinos es un hombre de negocios, en donde los favoritismos regionales son un condimento menor.

También hay que ver cómo juegan otros actores del peronismo local, anclados casi exclusivamente en el sostén que les da el ala cristinista de la coalición de gobierno. Uno de ellos es Santiago Igon, que hace unos meses era una especie de “embajador” de la Casa Rosada y ahora empezó a ver cómo los grandes jugadores locales no lo han incluido en la discusión de poder. “Al que no le guste el acuerdo con la conducción nacional, que se vaya del peronismo”, disparó Igón dejando en claro que para él es más importante lo que decida Cristina Fernández que lo que armen dirigentes locales.

En medio de todo, el presidente del Congreso del PJ, José Arrechea, anunció a través del órgano oficial de prensa del internismo peronista -un diario del Valle que no es Jornada- que el 19 de junio se realizará el tan postergado encuentro de manera semipresencial. Algunos ponen en duda la realización. Es que saben que si le abren la puerta a los enojados habrá que escucharlos. Y hay algunos que tienen mucho para decir.

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05 JUN 2021 - 19:27

La agenda sanitaria y la política se vienen entremezclando en la Argentina hace rato. Por lo menos, desde el mismo comienzo de la pandemia, hace quince meses. Lo que ha ocurrido en las últimas semanas es que esa mezcla ha dado pie a situaciones preocupantes. Ahora, ya no preocupa solamente la cantidad de contagios y muertes, como al principio, sino la confusión generalizada que causan en la sociedad las contradicciones flagrantes de los gobernantes de turno.

Por ejemplo, en varias ciudades de Chubut hay que dejar de circular por las calles a las 19, so pena de que la Policía lo pare y le aplique el Artículo 205, pero los colectivos funcionan hasta las 20 y los restaurantes hasta las 23. La incongruencia al palo.

Mientras tanto, los hospitales rebalsan de gente enferma y algunos advierten que hasta se podrían ver obligados a colocar camas en los pasillos. Y en lugares de otros planetas del Sistema Solar, como por ejemplo Esquel, el municipio quiere alquilar una terapia intensiva privada para alojar ahí a los intubados. Si no fuera tan seria la situación daría para reírse un rato de la candidez de algunos intendentes.

Benditas vacunas

Para apaciguar un poco todo este aquelarre de marchas y contramarchas, la llegada cada vez más masiva de vacunas es la única señal positiva para esperanzarse con un “principio del fin” de la pandemia. La inmunización a una mayor escala que comenzará mañana en los vacunatorios de Chubut, podría darle un poco de respiro a muchos grupos de trabajadores esenciales que hasta ahora eran esenciales para brindar sus servicios pero “cola de perro” para ser protegidos como correspondería.

En el caso de Chubut, el fuerte reclamo que están haciendo los trabajadores de las áreas más sensibles de los servicios públicos, tantos en entidades privadas como estatal, es un botón de muestra. Una resolución oficial estatal obligó a todos los agentes de Servicios Públicos a concurrir a sus trabajos, mientras que la mayoría de los empleados públicos gozan del beneficio de no asistir o hacerlo con un sistema de guardias para prevenir un contagio en cadena.

Para que se entienda, cientos de trabajadores que son los que sostienen el sistema eléctrico en todas las regiones y localidades de Chubut, como asimismo el sistema de saneamiento (agua y cloacas), se apilan en oficinas y galpones para cumplir con una decisión que va en contra de lo aconsejable. Por ejemplo, si un brote de contagios se diera en algunas de estas dependencias, tanto en empresas privadas, cooperativas o el Estado, además del riesgo para su salud y la de sus familiares, no habría quien pueda atender la emergencia si los sistemas fallan ante alguna contingencia, porque no cualquiera puede realizar tareas tan específicas.

A veces, una dosis de sentido común para los que administran y toman decisiones de los servicios públicos esenciales haría tanta falta como una vacuna.

Quedan 48 días

Con menos intensidad que en las semanas anteriores, pero igualmente con movimientos de fichas para analizar, el tablero político no termina de conformarse con precisión. El tema es que los tiempos empiezan a achicarse y a pesar de que el Senado aprobó un retraso de cinco semanas para las PASO y la generales (ahora se votará el 12 de septiembre y el 14 de noviembre), todas las agrupaciones políticas deben empezar a definir sus estrategias electorales.

De acuerdo a ese nuevo cronograma, el 14 de julio finalizará el plazo para la inscripción de alianzas; el 19 de julio será el último día para solicitar la asignación de colores para las boletas; y el 24 de julio será la fecha límite para presentar a los precandidatos a diputados y senadores. Mientras que la campaña para las PASO comenzará oficialmente el 29 de julio y se extenderá hasta el 9 de septiembre inclusive.

Es decir, quedan 48 días para definir lo más importante, que es saber quiénes integrarán las listas.

Todos juegan

Para variar, el peronismo es el lugar donde siempre pasan cosas y hay alguien candidateándose. Por ahora no queda claro cómo van a jugar cada uno de los actores principales y día a día crecen las especulaciones.

El vicegobernador Ricardo Sastre pisó fuerte y mandó mensajes hacia varios sectores. No se muere por ser candidato pero jugará de ser necesario. Y fuerte.

La semana pasada, la visita a Puerto Madryn del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y del vicejefe de asesores de Alberto Fernández, Julián Leunda, fue una nueva señal de que una parte importante de la Casa Rosada están mandando mensajes que no hace falta ser un experto para entender.

Lammens y Leunda responden directamente al Presidente y no se mostraron ingenuamente en una intensa agenda con el vicegobernador y su hermano, el intendente Gustavo Sastre. Leunda, joven, comodorense y con apoyo presidencial para intentar ocupar un espacio en lo que viene, teje y teje relaciones con varios intendentes desde hace tiempo.

En ese escenario, la reunión de dirigentes de toda la provincia que se iba a realizar el viernes en Comodoro Rivadavia se volvió a cancelar. La situación de la pandemia es siempre una buena excusa para no hacer algo en donde muchas personas no se van a poner de acuerdo.

El viernes, el intendente comodorense, Juan Pablo Luque, salió de su ámbito natural para mostrarse con el gobernador Mariano Arcioni en Rawson. Esta relación viene bastante tensa desde hace tiempo pero un acto por obras para la ciudad petrolera apaciguó un poco los ánimos.

Por si alguien quería subirlo a algún ring, Luque se bajó de cualquier tipo de especulación sobre una posible candidatura a senador (o lo que sea) en este turno electoral, aduciendo que sería una irresponsabilidad distraerse en una campaña electoral en medio de la pandemia.

Habrá que ver cómo juega el empresario Cristóbal López, del que muchos creen que actuará con lógica comodorense apoyando a uno del sur. Otros creen que el rey de los casinos es un hombre de negocios, en donde los favoritismos regionales son un condimento menor.

También hay que ver cómo juegan otros actores del peronismo local, anclados casi exclusivamente en el sostén que les da el ala cristinista de la coalición de gobierno. Uno de ellos es Santiago Igon, que hace unos meses era una especie de “embajador” de la Casa Rosada y ahora empezó a ver cómo los grandes jugadores locales no lo han incluido en la discusión de poder. “Al que no le guste el acuerdo con la conducción nacional, que se vaya del peronismo”, disparó Igón dejando en claro que para él es más importante lo que decida Cristina Fernández que lo que armen dirigentes locales.

En medio de todo, el presidente del Congreso del PJ, José Arrechea, anunció a través del órgano oficial de prensa del internismo peronista -un diario del Valle que no es Jornada- que el 19 de junio se realizará el tan postergado encuentro de manera semipresencial. Algunos ponen en duda la realización. Es que saben que si le abren la puerta a los enojados habrá que escucharlos. Y hay algunos que tienen mucho para decir.


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