Por Francisco Caputo
La Asamblea de AFA, celebrada en el predio de Ezeiza, arrojó un nuevo superávit en las cuentas de Viamonte 1366. En esta ocasión, el balance arrojó 74 millones de pesos a favor de la casa madre del fútbol argentino. Es una constante desde la asunción de Claudio Tapia como presidente en marzo de 2017. Tras la pandemia, el superávit se mantuvo.
Tener superávit no es un tema menor. Sin superávit, el margen de maniobra de cualquier organismo o entidad se reduce. Tener superávit es el primer paso para una gestión exitosa. Da independencia de gobierno.
En la administración Tapia, el superávit es una marca registrada. Y en esa marca registrada, ha sido vital el rol de Pablo Toviggino, actual tesorero de AFA.
Orden y progreso
Ese superávit es la piedra fundamental de todos los procesos deportivos en marcha. Dos de ellos son emblemas de la AFA: el proyecto integral de selecciones y el plan de desarrollo del fútbol femenino.
La conquista de la Copa América en Brasil, el arribo de Javier Macherano a la Sub 20 y la profesionalización del torneo de primera de mujeres son consecuencias de esos planes. Y esos planes están cobijados por el superávit. Son solo dos ejemplos. Pero son sumamente representativos.
Asimismo, la asistencia a los clubes en el tramo más feroz pandemia fue posible gracias a tener las cuentas en orden.
El dinero no lo es todo, pero como ayuda. Y el superavit, también.
Por Francisco Caputo
La Asamblea de AFA, celebrada en el predio de Ezeiza, arrojó un nuevo superávit en las cuentas de Viamonte 1366. En esta ocasión, el balance arrojó 74 millones de pesos a favor de la casa madre del fútbol argentino. Es una constante desde la asunción de Claudio Tapia como presidente en marzo de 2017. Tras la pandemia, el superávit se mantuvo.
Tener superávit no es un tema menor. Sin superávit, el margen de maniobra de cualquier organismo o entidad se reduce. Tener superávit es el primer paso para una gestión exitosa. Da independencia de gobierno.
En la administración Tapia, el superávit es una marca registrada. Y en esa marca registrada, ha sido vital el rol de Pablo Toviggino, actual tesorero de AFA.
Orden y progreso
Ese superávit es la piedra fundamental de todos los procesos deportivos en marcha. Dos de ellos son emblemas de la AFA: el proyecto integral de selecciones y el plan de desarrollo del fútbol femenino.
La conquista de la Copa América en Brasil, el arribo de Javier Macherano a la Sub 20 y la profesionalización del torneo de primera de mujeres son consecuencias de esos planes. Y esos planes están cobijados por el superávit. Son solo dos ejemplos. Pero son sumamente representativos.
Asimismo, la asistencia a los clubes en el tramo más feroz pandemia fue posible gracias a tener las cuentas en orden.
El dinero no lo es todo, pero como ayuda. Y el superavit, también.