Con limitaciones. Las propias y ajenas; pero no con irresponsabilidad. Muy por el contrario. La contracciòn al trabajo, la tolerancia y la empatía para con los demás, siempre fue una característica cabal en estos tiempos aciagos de pandemia.
Sin embargo, a las felicitaciones y al orgullo de que la salud pública haya dado respuestas en su momento, parece que en las últimas semanas quedó en el olvido. Enojos, reclamos y hasta agresiones a quienes atienden con lo que tienen y pueden parece ser la nueva versiòn de la sociedad en este verano del 2022.
Estos agentes no tienen la culpa de la tremenda demanda que existe desde hace dos semanas, después de estar -también días y muchos- sin que nadie fuera a vacunarse. Tampoco de las tórridas jornadas que deben sportar las personas a la espera de un hisopado (tengan o no síntomas), su primera o segunda vacuna. O tercera. En todo caso, los de Salud Pública, tienen aguante.
Con limitaciones. Las propias y ajenas; pero no con irresponsabilidad. Muy por el contrario. La contracciòn al trabajo, la tolerancia y la empatía para con los demás, siempre fue una característica cabal en estos tiempos aciagos de pandemia.
Sin embargo, a las felicitaciones y al orgullo de que la salud pública haya dado respuestas en su momento, parece que en las últimas semanas quedó en el olvido. Enojos, reclamos y hasta agresiones a quienes atienden con lo que tienen y pueden parece ser la nueva versiòn de la sociedad en este verano del 2022.
Estos agentes no tienen la culpa de la tremenda demanda que existe desde hace dos semanas, después de estar -también días y muchos- sin que nadie fuera a vacunarse. Tampoco de las tórridas jornadas que deben sportar las personas a la espera de un hisopado (tengan o no síntomas), su primera o segunda vacuna. O tercera. En todo caso, los de Salud Pública, tienen aguante.