Día de la Mujer: la fecha no nació en los EE.UU., sino en Rusia

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Algunas personas lo toman como un simple día festivo y hasta comercial. Otras rememoran un incendio que mató obreras textiles en EE.UU. Pocas dan cuenta del verdadero origen de esa conmemoración: el inicio de la Revolución Rusa.

08 MAR 2022 - 19:17 | Actualizado

El mito del incendio

Aún hoy, algunas versiones sobre por quéel 8 de marzo se homenajea a las mujeres trabajadoras hacen referencia al incendio de una fábrica textil en EE.UU. en algún momento entre fines del siglo XIX (la más conocida habla de 1857) y principios del XX. Los años son dispares, pero todas plantean que sucedió el 8 de marzo.

Esta versión, aunque errada y con un claro sesgo ideológico ya que fue construida en plena Guerra Fría, se asienta en hechos reales. Las décadas de 1900 y 1910 fueron convulsionadas para el movimiento obrero estadounidense donde las mujeres tuvieron un fuerte protagonismo. La industria textil -donde las trabajadoras eran mayoría- vivió una importante conflictividad con las mujeres a la vanguardia de la lucha por la conquista de derechos laborales.

Entre susprincipales hitosse cuenta el «levantamiento de las 20 mil» entre noviembre de 1909 y febrero de 1910 en Nueva York. También la histórica huelga de «Pan y Rosas» de 1912 en Lawrence, Massachusetts.

En el medio, ocurrió un acontecimiento que puede haber dado pie a la confusión/revisión histórica posterior: el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York donde 123 trabajadoras de la confección y 23 hombres murieron. Fue el 25 de marzo de 1911.

Las mujeres socialistas y el día internacional

Formalmente el día internacional de la mujer trabajadora se conmemoró desde 1910. Ese año, durante la Segunda Conferencia Internacional de las Mujeres realizada en Dinamarca, la alemana Clara Zetkin, propuso la adopción de un día de lucha que las reuniera. Sin embargo, no se estableció una fecha fija.

La propuesta de Zetkin se inspiraba en una definición del Partido Socialista Americano (estadounidense) que desde 1909 lo hacía a fines de febrero, por lo general el último domingo del mes.

Así fue que las organizaciones nucleadas en la II Internacional Socialista comenzaron a tomar ese momento del año como una jornada de protesta en todo el mundo. Las mujeres rusas, en medio de una aguda crisis económica provocada por el régimen zarista y la Primera Guerra Mundial, salieron a las calles a finales de febrero de 1917: el día 23 -según el calendario juliano- o el 8 de marzo -de acuerdo al gregoriano-.

El inicio de la revolución

“En 1917, el 8 de marzo, Día de las Mujeres Trabajadoras, ellas salieron bravamente a las calles de Petrogrado. Las mujeres -algunas trabajadoras, otras esposas de soldados- reivindicaban ‘pan para nuestros hijos’ y ‘retorno de nuestros maridos de las trincheras’», escribió tiempo después Alexandra Kollontai y agregó: «El Día de las Mujeres Trabajadoras de 1917 se volvió memorable en la Historia. Ese día las mujeres rusas levantaron la antorcha de la revolución proletaria e incendiaron todo el mundo”.

A comienzos de 1917 la ciudad de Petrogrado (hoy San Petersburgo y en ese entonces capital de Rusia) era una urbe devastada. El país estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial lo que había generado, desde su comienzo en 1914, que el precio del carbón se multiplique por cinco y el de los alimentos por siete.

Casi la mitad de la clase obrera de la ciudad eran mujeres. El número se había incrementado porque muchos hombres estaban en el frente. Además de trabajar en sectores «tradicionales» para el género femenino de la época como la industria textil, cuero y caucho, habían accedido a otras tareas antes exclusivas de los varones: los tranvías, las imprentas y la industria metalúrgica, entre otras.

En ese contexto el 23 de febrero/8 de marzo por la mañana comenzó una huelga de obreras textiles. La protesta fue ganando adhesión y, al finalizar la jornada, 90 mil personas, varones y mujeres, habían parado sus actividades. El gobernador de la ciudad, Alexander P. Balk, escribió: “Al retirarse, el general Goblachev me informó, una vez más, de que la manifestación del día era un completo misterio para él y que era posible que nada ocurriera al día siguiente”.

Sin embargo, lo que Balk no supo en ese momento y probablemente tampoco las obreras textiles que iniciaron la huelga, es que aquel día había empezado la Revolución Rusa. El 24 de febrero se sumaron nuevas consignas: «¡Abajo el zar!» y «¡Abajo la guerra!». Para el 25 la huelga ya era general, las protestasse sucedían en las calles y los barrios obreros estaban tomados por los manifestantes.

“La mujer obrera representa un gran papel en el acercamiento entre los obreros y los soldados. Más audazmente que el hombre, penetra en las filas de los soldados, coge con sus manos los fusiles, implora, casi ordena: ‘Desviad las bayonetas y venid con nosotros'», recordó León Trotsky. Los soldados «se conmueven, se avergüenzan, se miran inquietos, vacilan; uno de ellos se decide: las bayonetas desaparecen, las filas se abren, estremece el aire un hurra entusiasta y agradecido; los soldados se ven rodeados de gente que discute, increpa e incita: la revolución ha dado otro paso hacia adelante”, añadió el líder soviético.

Con la unión entre obreras, obreros y soldados consumada entre el 26 y el 27 de febrero a la monarquía poco le quedaba por hacer. El 2 de marzo el zar Nicolás II abdicó poniendo fin a siglos de autocracia y dando paso al gobierno provisional.

***

La fecha actual que establece elDía Internacional de la Mujer Trabajadora surgió a partir de laacción demujeres que no fueron meras víctimas pasivas de un incendio, sino de esas que tomaron la iniciativa. Fueron el sujeto político de la transformación yuno de los principales motores de la primera revolución socialista de la historia. A más de un siglo de aquellas jornadas épicas, son las mismas que vuelven a advertirnos que así no podemos seguir. Son ellas las que paran el mundo.

(PorSantiago Mayor @SantiMayor)

08 MAR 2022 - 19:17

El mito del incendio

Aún hoy, algunas versiones sobre por quéel 8 de marzo se homenajea a las mujeres trabajadoras hacen referencia al incendio de una fábrica textil en EE.UU. en algún momento entre fines del siglo XIX (la más conocida habla de 1857) y principios del XX. Los años son dispares, pero todas plantean que sucedió el 8 de marzo.

Esta versión, aunque errada y con un claro sesgo ideológico ya que fue construida en plena Guerra Fría, se asienta en hechos reales. Las décadas de 1900 y 1910 fueron convulsionadas para el movimiento obrero estadounidense donde las mujeres tuvieron un fuerte protagonismo. La industria textil -donde las trabajadoras eran mayoría- vivió una importante conflictividad con las mujeres a la vanguardia de la lucha por la conquista de derechos laborales.

Entre susprincipales hitosse cuenta el «levantamiento de las 20 mil» entre noviembre de 1909 y febrero de 1910 en Nueva York. También la histórica huelga de «Pan y Rosas» de 1912 en Lawrence, Massachusetts.

En el medio, ocurrió un acontecimiento que puede haber dado pie a la confusión/revisión histórica posterior: el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York donde 123 trabajadoras de la confección y 23 hombres murieron. Fue el 25 de marzo de 1911.

Las mujeres socialistas y el día internacional

Formalmente el día internacional de la mujer trabajadora se conmemoró desde 1910. Ese año, durante la Segunda Conferencia Internacional de las Mujeres realizada en Dinamarca, la alemana Clara Zetkin, propuso la adopción de un día de lucha que las reuniera. Sin embargo, no se estableció una fecha fija.

La propuesta de Zetkin se inspiraba en una definición del Partido Socialista Americano (estadounidense) que desde 1909 lo hacía a fines de febrero, por lo general el último domingo del mes.

Así fue que las organizaciones nucleadas en la II Internacional Socialista comenzaron a tomar ese momento del año como una jornada de protesta en todo el mundo. Las mujeres rusas, en medio de una aguda crisis económica provocada por el régimen zarista y la Primera Guerra Mundial, salieron a las calles a finales de febrero de 1917: el día 23 -según el calendario juliano- o el 8 de marzo -de acuerdo al gregoriano-.

El inicio de la revolución

“En 1917, el 8 de marzo, Día de las Mujeres Trabajadoras, ellas salieron bravamente a las calles de Petrogrado. Las mujeres -algunas trabajadoras, otras esposas de soldados- reivindicaban ‘pan para nuestros hijos’ y ‘retorno de nuestros maridos de las trincheras’», escribió tiempo después Alexandra Kollontai y agregó: «El Día de las Mujeres Trabajadoras de 1917 se volvió memorable en la Historia. Ese día las mujeres rusas levantaron la antorcha de la revolución proletaria e incendiaron todo el mundo”.

A comienzos de 1917 la ciudad de Petrogrado (hoy San Petersburgo y en ese entonces capital de Rusia) era una urbe devastada. El país estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial lo que había generado, desde su comienzo en 1914, que el precio del carbón se multiplique por cinco y el de los alimentos por siete.

Casi la mitad de la clase obrera de la ciudad eran mujeres. El número se había incrementado porque muchos hombres estaban en el frente. Además de trabajar en sectores «tradicionales» para el género femenino de la época como la industria textil, cuero y caucho, habían accedido a otras tareas antes exclusivas de los varones: los tranvías, las imprentas y la industria metalúrgica, entre otras.

En ese contexto el 23 de febrero/8 de marzo por la mañana comenzó una huelga de obreras textiles. La protesta fue ganando adhesión y, al finalizar la jornada, 90 mil personas, varones y mujeres, habían parado sus actividades. El gobernador de la ciudad, Alexander P. Balk, escribió: “Al retirarse, el general Goblachev me informó, una vez más, de que la manifestación del día era un completo misterio para él y que era posible que nada ocurriera al día siguiente”.

Sin embargo, lo que Balk no supo en ese momento y probablemente tampoco las obreras textiles que iniciaron la huelga, es que aquel día había empezado la Revolución Rusa. El 24 de febrero se sumaron nuevas consignas: «¡Abajo el zar!» y «¡Abajo la guerra!». Para el 25 la huelga ya era general, las protestasse sucedían en las calles y los barrios obreros estaban tomados por los manifestantes.

“La mujer obrera representa un gran papel en el acercamiento entre los obreros y los soldados. Más audazmente que el hombre, penetra en las filas de los soldados, coge con sus manos los fusiles, implora, casi ordena: ‘Desviad las bayonetas y venid con nosotros'», recordó León Trotsky. Los soldados «se conmueven, se avergüenzan, se miran inquietos, vacilan; uno de ellos se decide: las bayonetas desaparecen, las filas se abren, estremece el aire un hurra entusiasta y agradecido; los soldados se ven rodeados de gente que discute, increpa e incita: la revolución ha dado otro paso hacia adelante”, añadió el líder soviético.

Con la unión entre obreras, obreros y soldados consumada entre el 26 y el 27 de febrero a la monarquía poco le quedaba por hacer. El 2 de marzo el zar Nicolás II abdicó poniendo fin a siglos de autocracia y dando paso al gobierno provisional.

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La fecha actual que establece elDía Internacional de la Mujer Trabajadora surgió a partir de laacción demujeres que no fueron meras víctimas pasivas de un incendio, sino de esas que tomaron la iniciativa. Fueron el sujeto político de la transformación yuno de los principales motores de la primera revolución socialista de la historia. A más de un siglo de aquellas jornadas épicas, son las mismas que vuelven a advertirnos que así no podemos seguir. Son ellas las que paran el mundo.

(PorSantiago Mayor @SantiMayor)


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