Si bien por el momento el policía, un oficial subayudante de 31 años, aparece imputado por el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", se investiga la situación del caso con la joven como víctima.
El incidente, que causó tensión cuando familiares de la chica protagonizaron una protesta, realizaron algunos destrozos en la comisaría de Ricardo Rojas y llegaron a agredir al oficial, se produjo este domingo por la mañana, según se supo hoy.
A la dependencia acudió la joven de 21 años llorando con la intención de denunciar a su novio por violencia de género.
Según la denuncia, el policía Marcelo Ezequiel Bogado tomó de la mano a la joven, la abrazó, le dio un beso en la mejilla y le anotó en un papel su celular, para que lo llamara y concretaran una cita.
La chica volvió a su casa sin poder formular la denuncia, y cuando le contó a sus familiares lo ocurrido, éstos acudieron indignados a la comisaría para protestar.
En ese momento, se produjeron serios incidentes con destrozos en la seccional.
Al enterarse de la razón de los incidentes, el jefe de la Estación de Policía Departamental de Seguridad (EPDS) de Tigre, Lucas Borge, decidió denunciar personalmente a Bogado ante la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) de Género y la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad.
El policía fue detenido, desafectado de la fuerza, y puesto a disposición de la fiscal Mariela Miozzo.
Por otro lado, se abrieron causas por los destrozos en la comisaría y por la denuncia de la joven que tiene como acusado a su novio.
La joven, en declaraciones a la prensa formuladas este lunes, contó que el policía intentó besarla.
"Cuando yo le dije que no le quería dar el beso, él me dijo: ´Dale, que no hay nadie. Tengo 24 años y no nos llevamos mucha diferencia de edad´. Y ante eso me fui sola caminando a mi casa, que era lo que no quería", contó.
Además, relató que el oficial, tras anotarle su número de celular, le pidió que le mandara un mensaje, y que cuando ella ya dijo que se quería ir, el uniformado le ofreció un té, pero ella eligió irse.
"No quería contarlo porque tenía vergüenza, más con lo que pasó: rompieron toda la comisaría", dijo la chica, que además contó que otros policías le pidieron que no los escrachara porque "no son todos iguales".
Si bien por el momento el policía, un oficial subayudante de 31 años, aparece imputado por el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", se investiga la situación del caso con la joven como víctima.
El incidente, que causó tensión cuando familiares de la chica protagonizaron una protesta, realizaron algunos destrozos en la comisaría de Ricardo Rojas y llegaron a agredir al oficial, se produjo este domingo por la mañana, según se supo hoy.
A la dependencia acudió la joven de 21 años llorando con la intención de denunciar a su novio por violencia de género.
Según la denuncia, el policía Marcelo Ezequiel Bogado tomó de la mano a la joven, la abrazó, le dio un beso en la mejilla y le anotó en un papel su celular, para que lo llamara y concretaran una cita.
La chica volvió a su casa sin poder formular la denuncia, y cuando le contó a sus familiares lo ocurrido, éstos acudieron indignados a la comisaría para protestar.
En ese momento, se produjeron serios incidentes con destrozos en la seccional.
Al enterarse de la razón de los incidentes, el jefe de la Estación de Policía Departamental de Seguridad (EPDS) de Tigre, Lucas Borge, decidió denunciar personalmente a Bogado ante la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) de Género y la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad.
El policía fue detenido, desafectado de la fuerza, y puesto a disposición de la fiscal Mariela Miozzo.
Por otro lado, se abrieron causas por los destrozos en la comisaría y por la denuncia de la joven que tiene como acusado a su novio.
La joven, en declaraciones a la prensa formuladas este lunes, contó que el policía intentó besarla.
"Cuando yo le dije que no le quería dar el beso, él me dijo: ´Dale, que no hay nadie. Tengo 24 años y no nos llevamos mucha diferencia de edad´. Y ante eso me fui sola caminando a mi casa, que era lo que no quería", contó.
Además, relató que el oficial, tras anotarle su número de celular, le pidió que le mandara un mensaje, y que cuando ella ya dijo que se quería ir, el uniformado le ofreció un té, pero ella eligió irse.
"No quería contarlo porque tenía vergüenza, más con lo que pasó: rompieron toda la comisaría", dijo la chica, que además contó que otros policías le pidieron que no los escrachara porque "no son todos iguales".