Clases: duro documento de la Iglesia contra el Gobierno y los sindicatos

Los responsabilizó por los problemas en cada ciclo lectivo. “Hay niños del primario que no saben tomar un lápiz”, graficaron.

14 MAR 2022 - 21:32 | Actualizado

Con un comunicado de prensa, la Prelatura de Esquel y la Diócesis de Comodoro Rivadavia sentaron posición ante el complejo inicio de clases debido a los reclamos de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut.

“Si en todo el país una de las consecuencias invisibles de la pandemia ha sido el deterioro en la educación de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en Chubut es una verdadera tragedia. Hace ya cuatro años-o más- que todas esas franjas no tienen año completo de clases presenciales”.

“En nuestros espacios de cercanía hemos instrumentado medios en el último tiempo para que aquellos que están en edad de escolarización puedan acceder a los servicios de internet, una impresora, etcétera”. El impacto en Chubut fue “encontramos con niños y niñas que en los últimos años del nivel primario no saben tomar un lápiz; no sólo no comprenden consignas, sino que tienen una seria dificultad para leer y escribir, no entienden cómo hacer las operaciones básicas de la matemática, etcétera”.

“Se suma la deserción en todos los niveles, la escasa valoración de los procesos educativos por parte de los adultos responsables lo cual no ayuda a sostener la escolaridad. Si le sumamos los problemas nutricionales en los niños y el aumento de las situaciones de abusos que no son advertidos por falta de escolarización, el drama es mayúsculo”.

“Estamos ante una verdadera tragedia educativa -advirtieron- y para que haya tragedia debe haber quienes crean que el destino es irremediable, que no se puede salir del círculo de lo que siempre se repite. Creemos que no es así: ¡Evitemos que sea el desaliento el que defina la historia!”.

“El Estado puede salir de ese círculo con estabilidad en el pago de los haberes de los docentes en tiempo y forma, con descubrimos el reconocimiento de paritarias, y garantizando la equiparación con otros trabajadores del Estado”, dijeron. “Azorados que los albergues y algunas escuelas ni siquiera tienen sus edificios preparados después de dos años de pandemia; ello supone que muchos jóvenes de parajes y pequeñas localidades,ven comprometida su continuidad educativa. Es terrible que sean decretos y no saberes los que determinan eI paso de año o de nivel”.

En cuanto a los gremios “pueden también evitarnos la tragedia con la búsqueda de caminos de diálogo, y si eso no es posible, de protesta que no ponga en juego las clases; los docentes saben que estamos ante una generación de semianalfabetos y analfabetos. Los agremiados deben hacer llegar a quienes los representan su posición contraria a que el modo de protesta sea la suspensión de las clases y aquellos que no están agremiados deben buscar los modos para hacer escuchar su voz y perder el miedo”.

“Es indispensable que los padres se empoderen en la lucha por la educación de sus hijos. Abandonen un modo de hacerse presente en el reclamo por este derecho de los niños, niñas y adolescentes sólo cuando a los chicos los “devuelven a casa”.

“La familia está llamada a hacer una verdadera alianza formativa con la escuela: asociado y ya lo ¡involucrense en lo que debería ser la verdadera lucha!: la excelencia educativa para el servicio”.

Según el comunicado, “el conjunto de la sociedad, aún aquellos que no tienen familiares en edad escolar, tiene que ahondar en esta problemática, formar un juicio e intervenir preguntando y reclamando, porque lo que pasa nos compete a todos”.

“Si salimos del esquema individualista de una búsqueda de excelencia para que “mis” hijos puedan progresar, si abandonamos el esquema de que los tengan “ocupados” algunas horas diarias, entonces aquellos que les compete garantizar los procesos educativos sabrán que no pueden dilatar soluciones integrales, que se juegan su representatividad política, sindical, si no gastan sus días y horas en hacer que la educación sea la prioridad de sus gestiones”.

“Si cada uno de nosotros hacemos saber que queremos que el Estado utilice nuestros impuestos y erogaciones, privilegiando los gastos en educación sobre otros, es inevitable que se genere un cambio”, advierten los hombres de la Iglesia.

“Estamos ante una tragedia; y para los cristianos es paradigmática la imagen de Jesús invirtiendo todo su día enseñándole a la gente. La Escritura nos dice que se le “conmovieron” las entrañas al ver a tantos como sin pastor”... Es hora de enfrentar la tragedia desde la conmoción, que se nos estruje el corazón por cada día y sin cada hora de clases perdidas, que no haya posibilidad de escuchar ni una propuesta más en ningún ámbito mientras las niñas, niños, adolescentes y jóvenes no estén en las aulas. Es hora que los docentes recuperen su identidad fundamental que es enseñar y que el Estado privilegie la dirección de sus recursos a la educación. En esta tragedia evitable, si no asumimos cada uno nuestras responsabilidades -a todos- Dios y la Patria nos lo demanden”.#

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14 MAR 2022 - 21:32

Con un comunicado de prensa, la Prelatura de Esquel y la Diócesis de Comodoro Rivadavia sentaron posición ante el complejo inicio de clases debido a los reclamos de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut.

“Si en todo el país una de las consecuencias invisibles de la pandemia ha sido el deterioro en la educación de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en Chubut es una verdadera tragedia. Hace ya cuatro años-o más- que todas esas franjas no tienen año completo de clases presenciales”.

“En nuestros espacios de cercanía hemos instrumentado medios en el último tiempo para que aquellos que están en edad de escolarización puedan acceder a los servicios de internet, una impresora, etcétera”. El impacto en Chubut fue “encontramos con niños y niñas que en los últimos años del nivel primario no saben tomar un lápiz; no sólo no comprenden consignas, sino que tienen una seria dificultad para leer y escribir, no entienden cómo hacer las operaciones básicas de la matemática, etcétera”.

“Se suma la deserción en todos los niveles, la escasa valoración de los procesos educativos por parte de los adultos responsables lo cual no ayuda a sostener la escolaridad. Si le sumamos los problemas nutricionales en los niños y el aumento de las situaciones de abusos que no son advertidos por falta de escolarización, el drama es mayúsculo”.

“Estamos ante una verdadera tragedia educativa -advirtieron- y para que haya tragedia debe haber quienes crean que el destino es irremediable, que no se puede salir del círculo de lo que siempre se repite. Creemos que no es así: ¡Evitemos que sea el desaliento el que defina la historia!”.

“El Estado puede salir de ese círculo con estabilidad en el pago de los haberes de los docentes en tiempo y forma, con descubrimos el reconocimiento de paritarias, y garantizando la equiparación con otros trabajadores del Estado”, dijeron. “Azorados que los albergues y algunas escuelas ni siquiera tienen sus edificios preparados después de dos años de pandemia; ello supone que muchos jóvenes de parajes y pequeñas localidades,ven comprometida su continuidad educativa. Es terrible que sean decretos y no saberes los que determinan eI paso de año o de nivel”.

En cuanto a los gremios “pueden también evitarnos la tragedia con la búsqueda de caminos de diálogo, y si eso no es posible, de protesta que no ponga en juego las clases; los docentes saben que estamos ante una generación de semianalfabetos y analfabetos. Los agremiados deben hacer llegar a quienes los representan su posición contraria a que el modo de protesta sea la suspensión de las clases y aquellos que no están agremiados deben buscar los modos para hacer escuchar su voz y perder el miedo”.

“Es indispensable que los padres se empoderen en la lucha por la educación de sus hijos. Abandonen un modo de hacerse presente en el reclamo por este derecho de los niños, niñas y adolescentes sólo cuando a los chicos los “devuelven a casa”.

“La familia está llamada a hacer una verdadera alianza formativa con la escuela: asociado y ya lo ¡involucrense en lo que debería ser la verdadera lucha!: la excelencia educativa para el servicio”.

Según el comunicado, “el conjunto de la sociedad, aún aquellos que no tienen familiares en edad escolar, tiene que ahondar en esta problemática, formar un juicio e intervenir preguntando y reclamando, porque lo que pasa nos compete a todos”.

“Si salimos del esquema individualista de una búsqueda de excelencia para que “mis” hijos puedan progresar, si abandonamos el esquema de que los tengan “ocupados” algunas horas diarias, entonces aquellos que les compete garantizar los procesos educativos sabrán que no pueden dilatar soluciones integrales, que se juegan su representatividad política, sindical, si no gastan sus días y horas en hacer que la educación sea la prioridad de sus gestiones”.

“Si cada uno de nosotros hacemos saber que queremos que el Estado utilice nuestros impuestos y erogaciones, privilegiando los gastos en educación sobre otros, es inevitable que se genere un cambio”, advierten los hombres de la Iglesia.

“Estamos ante una tragedia; y para los cristianos es paradigmática la imagen de Jesús invirtiendo todo su día enseñándole a la gente. La Escritura nos dice que se le “conmovieron” las entrañas al ver a tantos como sin pastor”... Es hora de enfrentar la tragedia desde la conmoción, que se nos estruje el corazón por cada día y sin cada hora de clases perdidas, que no haya posibilidad de escuchar ni una propuesta más en ningún ámbito mientras las niñas, niños, adolescentes y jóvenes no estén en las aulas. Es hora que los docentes recuperen su identidad fundamental que es enseñar y que el Estado privilegie la dirección de sus recursos a la educación. En esta tragedia evitable, si no asumimos cada uno nuestras responsabilidades -a todos- Dios y la Patria nos lo demanden”.#


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