Mujer histórica: Eliana Bévolo, la primera decana del Cuerpo Médico Forense

La designó en 2021 el Tribunal Superior de Justicia de Chubut. El cargo siempre fue ocupado por hombres. Entrevista exclusiva. Habló de su trabajo, de la perspectiva de género y sus expectativas.

21 MAR 2022 - 21:06 | Actualizado 27 ABR 2022 - 18:20

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Eliana Bévolo asumió su cargo el 1° de diciembre de 2021. Es la primera mujer médica decana en el Cuerpo Médico Forense designada por el Superior Tribunal de Justicia de Chubut. Su nombramiento es histórico. En el organismo siempre el cargo estuvo ocupado por hombres. “Soy la primera mujer que accede al cargo y se busca una mirada distinta” dijo la médica en una entrevista con en exclusiva con Jornada. Habló del trabajo diario, de la perspectiva de género que aplica en su función y los pocos profesionales que eligen esa rama de la medicina para desempeñarse laboralmente.

Bévolo es egresada de la facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, tras lo cual hizo dos años de concurrencia en el Instituto de Medicina Forense. Desde agosto de 2010 integra el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Chubut al que accedió mediante concurso y así se convirtió en la primera médica forense de dicho Cuerpo.

Una mirada distinta

Pensó cada respuesta y fue precisa en sus expresiones. Valora la importancia de marcar historia en el ámbito en el que trabaja por ser ella quien dirige el equipo y admitió que “hay mucha expectativa generada por todos mis colegas. Al ser la primera vez que una mujer accede al cargo, siempre se busca una mirada distinta. Desde diciembre que asumí estamos haciendo reuniones virtuales con todos los cuerpos médicos, con Fiscalía y abogados que trabajamos”.

La médica aseguró que en el área lo que se busca es la modernización. “Los forenses solemos estar en el interior y más alejados de lo que es la Capital. Hoy en día tenemos muchas posibilidades de capacitarnos y de estar trabajando con calidad y excelencia como la puede tener cualquier pericia en otro lugar. Estuve como jefa en Comodoro Rivadavia y ya iniciamos una red con el resto del país. La idea es que la provincia tenga experiencia de otros lugares, lo que enriquece muchísimo”.

Marcar historia

Hacer historia en su rubro no es poco. Y su mismo equipo de trabajo se lo marca muchas veces. “Algunas personas me lo dijeron. Que no era habitual una mujer jefa por un tema de perfiles y de personalidades. A mi siempre me gustó la idea de llegar a un determinado lugar. Están estas ganas de hacer cosas y la mirada del otro no es la misma. Es una oportunidad que siempre busqué alentada por compañeras psicólogas. Yo soy la primera médica pero el Cuerpo ya tenía que ver con el carácter, con la personalidad, con la perseverancia. Era algo que esperaba y deseaba”.

El trabajo diario

Explicó con claridad cuál es el trabajo que se realiza. “Hacemos pericias al Poder Judicial, realizamos judicaturas, pericias a pedido de todos los fueros: penal, civil laboral, familia. Es interdisciplinario. La mayoría de los forenses estudiamos solo para hacer penal así que nos gusta todo lo que está relacionado con autopsias , accidentología, violencia por razones de género, etcétera. Cuando uno consulta al forense por qué estudió, por qué eligió esto, es por autopsias la mayoría”, afirmó.

Se refirió además, al trabajo en particular que se realiza en medicina forense. Lo humano que hay que aportar y la distancia emocional que tantas veces es obligatoria. “Hay un momento que la sensibilidad es muy necesaria. Cuando se está con una persona en un consultorio por ejemplo. Pero cuando estás en una morgue con un cuerpo se tiene que dejar de lado un montón de sentimientos porque si no sería un trabajo que no podríamos hacer. Si se piensa que la persona a examinar es familiar o pariente de alguien, terminaríamos llorando por todo el contexto familiar. Entonces, en esa situación nos tenemos que apartar un poco”, deslizó.

Un desafío

Ser mujer y estar frente a un equipo que históricamente fue liderado por hombres no deja de ser un desafío. Eliana Bévolo. Aseguró que lo que debe primar es “la empatía”. Y destacó que “siempre hablo de nuestra mirada como mujer. Cuando se presenta una víctima de violencia por razones de género por ejemplo: viene con sus hijos. Y a veces se decía: uh, trajo los nenes. Y sí, porque es una persona que no tiene donde dejarlos, que escapó de su hogar. Ese contexto y esa mirada la hemos empezado a marcar. Si bien la situación no es la ideal, es la que nos toca trabajar. Ese contexto, esa familia y esa urgencia: muchas veces nos toca darles un desayuno y cosas que van más allá de una cuestión médica y humanitaria. Desde algo simple como el consultorio, el tener un ambiente agradable”.

Y agregó en ese sentido que “hay mujeres que se sentaron y se desplomaron. Van de oficina en oficina y llegan a un lugar donde se relajan, cuentan lo que les pasa y son revisadas por el médico forense, incluyendo la perspectiva de género. Nosotras las médicas, ir marcándoles al resto de nuestros compañeros, la mirada que el otro no tiene empatía o no supo darse cuenta del contexto de género en esa violencia que sufrió la mujer”, ejemplificó.

“Los cuerpos hablan”

¿Los cuerpos hablan? “Hay casos en los que con la premisa que se entra es con la que se sale. Hemos tenido casos en los que el cuerpo ha hablado donde se trató de ocultar alguna información esperando a ver si el forense se da cuenta o sabe lo que ha pasado. Alguien ingresó por una causa y resulta que fue atropellado, por ejemplo y cambia. O se sabía lo que había pasado pero no se dice. En esos casos si, los cuerpos han hablado o se prejuzgó algunas causas en contexto de género. Y gracias a Dios con la autopsia uno puede llegar a un diagnóstico distinto al inicial”, explicó.

Recurso humano “difícil”

Admitió que muy pocos profesionales se dedican a esta rama de la medicina, es difícil conseguir recurso humano. “Muchos nos hemos capacitado en Institutos Forenses en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza. Se va a trabajar allá pero sin recibir remuneración y depende el objetivo que uno busca. Es un sacrificio que se recompensa cuando se accede al cargo. Una de las preguntas, es por qué no pidió el profesional el acceso a la practica y es ahí donde va el interés de una persona en acceder al trabajo. No se logró aun una residencia con una formación y la especialidad con la práctica”, remarcó.

Indicó al respecto la profesional que “el título de médico legista está pero no garantizan la práctica que es importantísima”, aseveró.

Hizo hincapié en el especial tratamiento de las causas en general aplicando la perspectiva de género desde que se toma intervención. Ella cuenta con la debida capacitación pero lo cierto es que aún falta mucho para que se avance en los equipos de trabajo. “Hoy en día no es difícil. Entré hace 11 años en el Poder judicial. Las cuestiones de género eran más difíciles antes pero se fue acomodando solo y en Comodoro somos 3 medicas mujeres, Puerto Madryn tiene otra. En Trelew acaba de ganar en concurso y tendrá por primera vez también una médica mujer. El comienzo fue más difícil. Toda la medicina en general siempre fueron áreas donde el personal era 100% masculino”.

Bevolo finalizó la entrevista con una anécdota personal. “Siempre cuento que la morgue de Córdoba cuando éramos concurrentes no teníamos vestuarios porque eran varones. Nos cambiábamos en un baño. Y con el tiempo fue cambiando”, concluyó.

21 MAR 2022 - 21:06

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Eliana Bévolo asumió su cargo el 1° de diciembre de 2021. Es la primera mujer médica decana en el Cuerpo Médico Forense designada por el Superior Tribunal de Justicia de Chubut. Su nombramiento es histórico. En el organismo siempre el cargo estuvo ocupado por hombres. “Soy la primera mujer que accede al cargo y se busca una mirada distinta” dijo la médica en una entrevista con en exclusiva con Jornada. Habló del trabajo diario, de la perspectiva de género que aplica en su función y los pocos profesionales que eligen esa rama de la medicina para desempeñarse laboralmente.

Bévolo es egresada de la facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, tras lo cual hizo dos años de concurrencia en el Instituto de Medicina Forense. Desde agosto de 2010 integra el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Chubut al que accedió mediante concurso y así se convirtió en la primera médica forense de dicho Cuerpo.

Una mirada distinta

Pensó cada respuesta y fue precisa en sus expresiones. Valora la importancia de marcar historia en el ámbito en el que trabaja por ser ella quien dirige el equipo y admitió que “hay mucha expectativa generada por todos mis colegas. Al ser la primera vez que una mujer accede al cargo, siempre se busca una mirada distinta. Desde diciembre que asumí estamos haciendo reuniones virtuales con todos los cuerpos médicos, con Fiscalía y abogados que trabajamos”.

La médica aseguró que en el área lo que se busca es la modernización. “Los forenses solemos estar en el interior y más alejados de lo que es la Capital. Hoy en día tenemos muchas posibilidades de capacitarnos y de estar trabajando con calidad y excelencia como la puede tener cualquier pericia en otro lugar. Estuve como jefa en Comodoro Rivadavia y ya iniciamos una red con el resto del país. La idea es que la provincia tenga experiencia de otros lugares, lo que enriquece muchísimo”.

Marcar historia

Hacer historia en su rubro no es poco. Y su mismo equipo de trabajo se lo marca muchas veces. “Algunas personas me lo dijeron. Que no era habitual una mujer jefa por un tema de perfiles y de personalidades. A mi siempre me gustó la idea de llegar a un determinado lugar. Están estas ganas de hacer cosas y la mirada del otro no es la misma. Es una oportunidad que siempre busqué alentada por compañeras psicólogas. Yo soy la primera médica pero el Cuerpo ya tenía que ver con el carácter, con la personalidad, con la perseverancia. Era algo que esperaba y deseaba”.

El trabajo diario

Explicó con claridad cuál es el trabajo que se realiza. “Hacemos pericias al Poder Judicial, realizamos judicaturas, pericias a pedido de todos los fueros: penal, civil laboral, familia. Es interdisciplinario. La mayoría de los forenses estudiamos solo para hacer penal así que nos gusta todo lo que está relacionado con autopsias , accidentología, violencia por razones de género, etcétera. Cuando uno consulta al forense por qué estudió, por qué eligió esto, es por autopsias la mayoría”, afirmó.

Se refirió además, al trabajo en particular que se realiza en medicina forense. Lo humano que hay que aportar y la distancia emocional que tantas veces es obligatoria. “Hay un momento que la sensibilidad es muy necesaria. Cuando se está con una persona en un consultorio por ejemplo. Pero cuando estás en una morgue con un cuerpo se tiene que dejar de lado un montón de sentimientos porque si no sería un trabajo que no podríamos hacer. Si se piensa que la persona a examinar es familiar o pariente de alguien, terminaríamos llorando por todo el contexto familiar. Entonces, en esa situación nos tenemos que apartar un poco”, deslizó.

Un desafío

Ser mujer y estar frente a un equipo que históricamente fue liderado por hombres no deja de ser un desafío. Eliana Bévolo. Aseguró que lo que debe primar es “la empatía”. Y destacó que “siempre hablo de nuestra mirada como mujer. Cuando se presenta una víctima de violencia por razones de género por ejemplo: viene con sus hijos. Y a veces se decía: uh, trajo los nenes. Y sí, porque es una persona que no tiene donde dejarlos, que escapó de su hogar. Ese contexto y esa mirada la hemos empezado a marcar. Si bien la situación no es la ideal, es la que nos toca trabajar. Ese contexto, esa familia y esa urgencia: muchas veces nos toca darles un desayuno y cosas que van más allá de una cuestión médica y humanitaria. Desde algo simple como el consultorio, el tener un ambiente agradable”.

Y agregó en ese sentido que “hay mujeres que se sentaron y se desplomaron. Van de oficina en oficina y llegan a un lugar donde se relajan, cuentan lo que les pasa y son revisadas por el médico forense, incluyendo la perspectiva de género. Nosotras las médicas, ir marcándoles al resto de nuestros compañeros, la mirada que el otro no tiene empatía o no supo darse cuenta del contexto de género en esa violencia que sufrió la mujer”, ejemplificó.

“Los cuerpos hablan”

¿Los cuerpos hablan? “Hay casos en los que con la premisa que se entra es con la que se sale. Hemos tenido casos en los que el cuerpo ha hablado donde se trató de ocultar alguna información esperando a ver si el forense se da cuenta o sabe lo que ha pasado. Alguien ingresó por una causa y resulta que fue atropellado, por ejemplo y cambia. O se sabía lo que había pasado pero no se dice. En esos casos si, los cuerpos han hablado o se prejuzgó algunas causas en contexto de género. Y gracias a Dios con la autopsia uno puede llegar a un diagnóstico distinto al inicial”, explicó.

Recurso humano “difícil”

Admitió que muy pocos profesionales se dedican a esta rama de la medicina, es difícil conseguir recurso humano. “Muchos nos hemos capacitado en Institutos Forenses en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza. Se va a trabajar allá pero sin recibir remuneración y depende el objetivo que uno busca. Es un sacrificio que se recompensa cuando se accede al cargo. Una de las preguntas, es por qué no pidió el profesional el acceso a la practica y es ahí donde va el interés de una persona en acceder al trabajo. No se logró aun una residencia con una formación y la especialidad con la práctica”, remarcó.

Indicó al respecto la profesional que “el título de médico legista está pero no garantizan la práctica que es importantísima”, aseveró.

Hizo hincapié en el especial tratamiento de las causas en general aplicando la perspectiva de género desde que se toma intervención. Ella cuenta con la debida capacitación pero lo cierto es que aún falta mucho para que se avance en los equipos de trabajo. “Hoy en día no es difícil. Entré hace 11 años en el Poder judicial. Las cuestiones de género eran más difíciles antes pero se fue acomodando solo y en Comodoro somos 3 medicas mujeres, Puerto Madryn tiene otra. En Trelew acaba de ganar en concurso y tendrá por primera vez también una médica mujer. El comienzo fue más difícil. Toda la medicina en general siempre fueron áreas donde el personal era 100% masculino”.

Bevolo finalizó la entrevista con una anécdota personal. “Siempre cuento que la morgue de Córdoba cuando éramos concurrentes no teníamos vestuarios porque eran varones. Nos cambiábamos en un baño. Y con el tiempo fue cambiando”, concluyó.


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