El informe realizado por el Ministerio de Trabajo provincial, acerca del Mercado Laboral Fueguino (MLF) señaló que la tasa de actividad en 2019 era del 44,9% mientras que la tasa de desempleo alcanzaba el 9,4%.
Durante el momento más crítico de la pandemia (en el segundo trimestre de 2020) la actividad decreció hasta el 28,2% y la desocupación trepó al 22%.
Sin embargo, durante el último trimestre de 2021, esos mismos valores llegaron al 47,1% de actividad y al 4,8% de desempleo.
El estudio ubicó como una de las razones fundamentales de la reactivación, a la decisión del Gobierno nacional de extender los beneficios del sub régimen industrial fueguino por 15 años (con opción a otros 15).
Al respecto, mencionó que a raíz de esa medida “están surgiendo en Tierra del Fuego nuevas inversiones en la industria electrónica que impactarán positivamente en la economía fueguina”, lo que se traduce “en un aumento del empleo dentro del ámbito privado”.
El empleo industrial significa “un 33% del total del trabajo registrado del sector privado”, mientras que el “86% de ese sector está concentrado en las grandes empresas y a su vez el 68% corresponde a las ramas de radio y televisión”.
En menor medida también son relevantes la industria textil (con un 8%) la de plásticos (5%) maquinaria y equipos (5%) alimenticia (4%) y hotelería, restaurantes y servicios, inmobiliarios y empresariales (con un 7% cada una).
El segundo sector más relevante en términos de empleo provincial es el comercio, que representa un 17% del total de los empleos registrados fueguinos (superando también los niveles del 2019) en tanto que el tercer sector con mayor proporción de empleo registrado es el “transporte, almacenamiento y comunicaciones” con un 9%.
Otro sector que potenció la reactivación económica de Tierra del Fuego fue el turismo, que movilizó “un 55% más de visitantes que en 2019” y “generó gastos por $ 17.718 millones”, revela el informe.
Con el auge del turismo nacional y la incipiente recuperación de visitantes extranjeros, la ciudad de Ushuaia alcanzó picos de ocupación hotelera del 95% durante la temporada de verano.
A su vez, el relevamiento de la cartera laboral fueguina indicó que el empleo femenino representa el 34% del total de asalariados, lo que “sitúa a la provincia como la tercera jurisdicción con mayor participación de mujeres en el empleo formal, sólo por debajo de la ciudad de Buenos Aires (38,9%) y Córdoba (35%).
En relación a la edad de los trabajadores, “los jóvenes, los mayores y las personas con menor nivel de estudios son quienes tuvieron mayores dificultades para recuperar sus empleos luego de la pandemia”, en oposición con quienes cuentan con educación superior o universitaria que “tuvieron un incremento del 9% en la cantidad de empleos conseguidos”.
Por último, el informe destacó que las políticas públicas de sostenimiento de empleo implementadas en pandemia por el Gobierno nacional (como la prohibición de despidos, los programas ATP y Repro, la reducción de contribuciones patronales y las suspensiones con el pago del 75% del salario) “lograron mitigar el impacto de la crisis en el sector formal”.
“No sucedió lo mismo en las ocupaciones más precarias e inestables, en la actividad de trabajo doméstico y en los trabajadores de oficio, que resultaron los más afectados”, concluyó el estudio.
El informe realizado por el Ministerio de Trabajo provincial, acerca del Mercado Laboral Fueguino (MLF) señaló que la tasa de actividad en 2019 era del 44,9% mientras que la tasa de desempleo alcanzaba el 9,4%.
Durante el momento más crítico de la pandemia (en el segundo trimestre de 2020) la actividad decreció hasta el 28,2% y la desocupación trepó al 22%.
Sin embargo, durante el último trimestre de 2021, esos mismos valores llegaron al 47,1% de actividad y al 4,8% de desempleo.
El estudio ubicó como una de las razones fundamentales de la reactivación, a la decisión del Gobierno nacional de extender los beneficios del sub régimen industrial fueguino por 15 años (con opción a otros 15).
Al respecto, mencionó que a raíz de esa medida “están surgiendo en Tierra del Fuego nuevas inversiones en la industria electrónica que impactarán positivamente en la economía fueguina”, lo que se traduce “en un aumento del empleo dentro del ámbito privado”.
El empleo industrial significa “un 33% del total del trabajo registrado del sector privado”, mientras que el “86% de ese sector está concentrado en las grandes empresas y a su vez el 68% corresponde a las ramas de radio y televisión”.
En menor medida también son relevantes la industria textil (con un 8%) la de plásticos (5%) maquinaria y equipos (5%) alimenticia (4%) y hotelería, restaurantes y servicios, inmobiliarios y empresariales (con un 7% cada una).
El segundo sector más relevante en términos de empleo provincial es el comercio, que representa un 17% del total de los empleos registrados fueguinos (superando también los niveles del 2019) en tanto que el tercer sector con mayor proporción de empleo registrado es el “transporte, almacenamiento y comunicaciones” con un 9%.
Otro sector que potenció la reactivación económica de Tierra del Fuego fue el turismo, que movilizó “un 55% más de visitantes que en 2019” y “generó gastos por $ 17.718 millones”, revela el informe.
Con el auge del turismo nacional y la incipiente recuperación de visitantes extranjeros, la ciudad de Ushuaia alcanzó picos de ocupación hotelera del 95% durante la temporada de verano.
A su vez, el relevamiento de la cartera laboral fueguina indicó que el empleo femenino representa el 34% del total de asalariados, lo que “sitúa a la provincia como la tercera jurisdicción con mayor participación de mujeres en el empleo formal, sólo por debajo de la ciudad de Buenos Aires (38,9%) y Córdoba (35%).
En relación a la edad de los trabajadores, “los jóvenes, los mayores y las personas con menor nivel de estudios son quienes tuvieron mayores dificultades para recuperar sus empleos luego de la pandemia”, en oposición con quienes cuentan con educación superior o universitaria que “tuvieron un incremento del 9% en la cantidad de empleos conseguidos”.
Por último, el informe destacó que las políticas públicas de sostenimiento de empleo implementadas en pandemia por el Gobierno nacional (como la prohibición de despidos, los programas ATP y Repro, la reducción de contribuciones patronales y las suspensiones con el pago del 75% del salario) “lograron mitigar el impacto de la crisis en el sector formal”.
“No sucedió lo mismo en las ocupaciones más precarias e inestables, en la actividad de trabajo doméstico y en los trabajadores de oficio, que resultaron los más afectados”, concluyó el estudio.