Editorial / Construcción colectiva versus destrucción

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28 MAY 2022 - 20:24 | Actualizado 28 MAY 2022 - 21:52

La interesante disertación que dio ayer el experto en derechos de la energía Marcos Rebasa en la localidad de El Hoyo, de la que se puede leer más en detalle en esta misma edición, sirvió como escenario para comprobar que los debates de ideas, las propuestas de construcciones colectivas y la unión de dirigentes más allá de las ideologías o las particularidades del momento, son posibles en Chubut.

La charla de Rebasa sobre la soberanía energética fue llevada hasta el corazón de la Comarca Andina por Agenda Chubut, un espacio de pensamiento y, precisamente, de construcción colectiva de políticas públicas que viene reuniéndose desde hace meses con el objetivo de buscar un modelo alternativo de desarrollo para Chubut. Nada más y nada menos.

“Si Chubut se anima, puede adelantar dos años y medio la discusión sobre la represa Futaleufú porque tiene derechos adquiridos. Que los exija, dependerá de la decisión política del momento”, dijo Rebasa, poniendo la pelota del lado de la política a la hora de defender los intereses de Chubut.

El intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que llegó especialmente a El Hoyo para participar del encuentro de Agenda Chubut, fue certero y crudo: “Es inmoral tener los recursos energéticos que tiene Chubut y que haya pueblos sin luz”, disparó. Entender la política más allá de lo estrictamente partidario es una herramienta estratégica para intentar un cambio en serio. Con esa consigna –entre muchas otras- Agenda Chubut logró este fin de semana lo que muchos partidos políticos no pueden conseguir institucionalmente porque los habituales tironeos internos casi siempre se llevan puesto cualquier intento de debate o construcción en conjunto. Una candidatura o un interés personal se termina interponiendo entre lo que les conviene a ellos y a Chubut.

Inequidad energética

La disertación de Rebasa sobre soberanía energética se organizó cerca de donde mayores problemas energéticos existen por la generación aislada. Y también cerca de la gran generadora de energía que tiene Chubut, Hidroeléctrica Futaleufú, que a pesar de tener un tercio de sus acciones en manos del Estado provincial, genera energía con lógica empresaria: precios subsidiados de entre 16 y 18 dólares el mega para el accionista mayoritario Aluar y precios de entre 70 y 80 dólares para las cooperativas chubutenses que compran esa energía a la mayorista Cammesa luego de que la hidroeléctrica del grupo Madanes Quintanilla la vende en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Más inequitativo, imposible.

La convocatoria de Agenda Chubut y la disertación de Rebasa reunió a casi todos los intendentes de la Comarca Andina, pero también al intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que llegó especialmente para escuchar y más tarde participar de un encuentro político con sus colegas, con uno de los anfitriones, el líder de Luz y Fuerza Héctor González, y dirigentes de diversos sectores que abonan la idea de construir una alternativa colectiva de Provinicia.

El club de la pelea

Nunca se llevaron bien y la desconfianza en el otro siempre ha sido un rasgo de sus vidas políticas. El gobernador Mariano Arcioni y el intendente de Trelew, Adrián Maderna, vienen protagonizando en las últimas semanas una escalada de su enfrentamiento personal, que por supuesto ha cruzado esa frontera y ha puesto a la Provincia y al Municipio a jugar un juego en donde las reglas brillan por su ausencia.

Que Arcioni y Maderna tengan problemas para soportarse mutuamente no sería un problema colectivo si no fuera porque el gobernador y el intendente tienen responsabilidades institucionales. Ni la Provincia ni la ciudad de Trelew están en el mejor de los mundos como para los dos líderes institucionales se dirijan al otro como si se tratara de un enfrentamiento sin reglas.

Si Arcioni, Maderna y sus entornos no ponen un poco de criterio, será difícil. Hay algunas señales: el ministro de Seguridad, Miguel Castro, se molestó por un informe municipal que daba cuenta de la falta de patrulleros. Pero enseguida ofreció el diálogo como una salida a las críticas cruzadas y al grave problema de inseguridad que atraviesa la ciudad valletana.

Otra señal la dio el intendente Maderna, anunciando ayer que la Municipalidad va a hacer compras millonarias de vehículos y que cederá tres para la Unidad Regional local.

No es sano tener que asistir a este “Club de la Pelea” político en el que los medios de comunicación y las redes sociales se terminan convirtiendo en un ring en donde vale todo, alrededor del cual una horda de obsecuentes a diestra y siniestra se sacuden mientras el resto de la sociedad mira espantada y con vergüenza ajena.
Que alguien pare semejante despropósito.#

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28 MAY 2022 - 20:24

La interesante disertación que dio ayer el experto en derechos de la energía Marcos Rebasa en la localidad de El Hoyo, de la que se puede leer más en detalle en esta misma edición, sirvió como escenario para comprobar que los debates de ideas, las propuestas de construcciones colectivas y la unión de dirigentes más allá de las ideologías o las particularidades del momento, son posibles en Chubut.

La charla de Rebasa sobre la soberanía energética fue llevada hasta el corazón de la Comarca Andina por Agenda Chubut, un espacio de pensamiento y, precisamente, de construcción colectiva de políticas públicas que viene reuniéndose desde hace meses con el objetivo de buscar un modelo alternativo de desarrollo para Chubut. Nada más y nada menos.

“Si Chubut se anima, puede adelantar dos años y medio la discusión sobre la represa Futaleufú porque tiene derechos adquiridos. Que los exija, dependerá de la decisión política del momento”, dijo Rebasa, poniendo la pelota del lado de la política a la hora de defender los intereses de Chubut.

El intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que llegó especialmente a El Hoyo para participar del encuentro de Agenda Chubut, fue certero y crudo: “Es inmoral tener los recursos energéticos que tiene Chubut y que haya pueblos sin luz”, disparó. Entender la política más allá de lo estrictamente partidario es una herramienta estratégica para intentar un cambio en serio. Con esa consigna –entre muchas otras- Agenda Chubut logró este fin de semana lo que muchos partidos políticos no pueden conseguir institucionalmente porque los habituales tironeos internos casi siempre se llevan puesto cualquier intento de debate o construcción en conjunto. Una candidatura o un interés personal se termina interponiendo entre lo que les conviene a ellos y a Chubut.

Inequidad energética

La disertación de Rebasa sobre soberanía energética se organizó cerca de donde mayores problemas energéticos existen por la generación aislada. Y también cerca de la gran generadora de energía que tiene Chubut, Hidroeléctrica Futaleufú, que a pesar de tener un tercio de sus acciones en manos del Estado provincial, genera energía con lógica empresaria: precios subsidiados de entre 16 y 18 dólares el mega para el accionista mayoritario Aluar y precios de entre 70 y 80 dólares para las cooperativas chubutenses que compran esa energía a la mayorista Cammesa luego de que la hidroeléctrica del grupo Madanes Quintanilla la vende en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Más inequitativo, imposible.

La convocatoria de Agenda Chubut y la disertación de Rebasa reunió a casi todos los intendentes de la Comarca Andina, pero también al intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que llegó especialmente para escuchar y más tarde participar de un encuentro político con sus colegas, con uno de los anfitriones, el líder de Luz y Fuerza Héctor González, y dirigentes de diversos sectores que abonan la idea de construir una alternativa colectiva de Provinicia.

El club de la pelea

Nunca se llevaron bien y la desconfianza en el otro siempre ha sido un rasgo de sus vidas políticas. El gobernador Mariano Arcioni y el intendente de Trelew, Adrián Maderna, vienen protagonizando en las últimas semanas una escalada de su enfrentamiento personal, que por supuesto ha cruzado esa frontera y ha puesto a la Provincia y al Municipio a jugar un juego en donde las reglas brillan por su ausencia.

Que Arcioni y Maderna tengan problemas para soportarse mutuamente no sería un problema colectivo si no fuera porque el gobernador y el intendente tienen responsabilidades institucionales. Ni la Provincia ni la ciudad de Trelew están en el mejor de los mundos como para los dos líderes institucionales se dirijan al otro como si se tratara de un enfrentamiento sin reglas.

Si Arcioni, Maderna y sus entornos no ponen un poco de criterio, será difícil. Hay algunas señales: el ministro de Seguridad, Miguel Castro, se molestó por un informe municipal que daba cuenta de la falta de patrulleros. Pero enseguida ofreció el diálogo como una salida a las críticas cruzadas y al grave problema de inseguridad que atraviesa la ciudad valletana.

Otra señal la dio el intendente Maderna, anunciando ayer que la Municipalidad va a hacer compras millonarias de vehículos y que cederá tres para la Unidad Regional local.

No es sano tener que asistir a este “Club de la Pelea” político en el que los medios de comunicación y las redes sociales se terminan convirtiendo en un ring en donde vale todo, alrededor del cual una horda de obsecuentes a diestra y siniestra se sacuden mientras el resto de la sociedad mira espantada y con vergüenza ajena.
Que alguien pare semejante despropósito.#


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