Editorial / El desafío de unir los tiempos del Estado con la necesidad ciudadana

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Nuevos vehículos para la Policía con el objetivo de combatir a la inseguridad. Por otro lado, la necesidad de una conectividad en las escuelas.
11 JUN 2022 - 20:41 | Actualizado 12 JUN 2022 - 21:24

Los tiempos del Estado no son los tiempos de la gente”. La frase siempre fue un lugar común útil para evitar explicaciones complejas cuando las respuestas a veces no llegan a los vecinos como se debe. Sabedor de que le queda un año y medio de gestión, lapso que equivale a siglos o a un minuto -depende de la lupa-, el gobernador Mariano Arcioni apretó el acelerador en un tema clave: el combate contra la inseguridad, siempre en el top tres de los reclamos.

En la semana que pasó por fin se vio en las calles una inversión multimillonaria que prometen que seguirá: motos, camionetas, bicicletas y alcoholímetros. También el anuncio de refacción y construcción de más dependencias policiales. O como sugirió el nuevo jefe de la Policía, César Brandt, “a los uniformados les exigen mucho pero también hay que darles las herramientas”. Mientras, el Ejecutivo espera que Legislatura apruebe un leasing por $ 1.500 millones para más equipamiento.

Siempre será una carrera contra el tiempo porque todo elemento de uso policial intensivo se desgasta rápido, es caro y no puede faltar. Es algo que no suele entenderse y por eso, por ejemplo, las postales de patrulleros eternizados en los talleres. Al menos Fontana 50 decidió correr esa carrera y poner en cero a los agentes de la calle para estar un poco menos detrás de las necesidades.

Otro aporte clave serán los dos radares para el Valle Inferior y la Cordillera. Las fotomultas eran algo que veíamos en los canales porteños. Pero ya están aquí y no para recaudar sino para salvar vidas, así de seco. Si nadie viola ley nadie pagará un centavo.

Si de ocuparse se trata, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia invirtió $ 70 millones en vehículos equipados con alta tecnología. Y aportará preventores para que colaboren en el trabajo en los barrios más calientes. En ese acto el titular de la cartera de Economía de Comodoro, Germán IssaPfister, dijo una frase clave: “Es fácil decir que la educación, la salud y la seguridad son temas de incumbencia provincial, pero el intendente tiene muy en claro que debemos hacernos cargo de los temas de la ciudad independientemente de quien sea el responsable principal”.

Todo tiene que ver con todo, decía al gran Pancho Ibañez. Los municipios no pueden ni deben lavarse las manos para enfrentar los problemas que acucian a los vecinos, aunque una cuestión de jurisdicción les diga que no están obligados.

Pero cabe apuntar que mientras esto sucede y el Estado activa, hay vecinos que a su modo salen también a cubrir baches que pudieron resolverse sin romper ningún presupuesto.
Hay al menos dos ejemplos. Uno es la Comisión de Padres de la Escuela 748 de Trelew. Decidieron colocar una urna en la puerta del establecimiento. No para el viaje de egresados o alguna iniciativa solidaria: simplemente quieren instalar wifi. Es difícil entender el porqué de la necesidad de llegar a estos extremos. Sobra explicar la importancia de internet para la educación. Esta comunidad educativa no hizo reclamos grandilocuentes ni agredió a nadie. Puso manos a la obra con la iniciativa que mejor se les ocurrió.

El otro dato es la actitud de los padres de la Escuela 6 de Los Altares. Exigen un esquema de contención psicológica para sus hijos debido a inconvenientes con uno de los alumnos. Decidieron visibilizar su queja tomando el edificio. No suena a la actitud más dialoguista pero advirtieron que hace al menos un año tienen una protesta pendiente. Recién la otra semana quizás haya clases.

Algo une ambos escenarios: a largo plazo mejor educación será siempre menos conflictividad social, más civilismo para evitar un Estado policíaco. Alguna vez ese trabajo debe comenzar. Equipar a las fuerzas de seguridad era imprescindible; del otro lado del mostrador, hay inquietudes simples pero irresueltas de cientos de familias.

Frente a este desajuste, los candidatos a Fontana 50 para 2023 deben explicar cómo conciliarán los “tiempos del Estado” para que encastren con lo que los ciudadanos esperan y necesitan. Hoy son dos líneas que alguna vez la gestión debe unir.

No será un trabajo para flojos ni improvisados. #

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Nuevos vehículos para la Policía con el objetivo de combatir a la inseguridad. Por otro lado, la necesidad de una conectividad en las escuelas.
11 JUN 2022 - 20:41

Los tiempos del Estado no son los tiempos de la gente”. La frase siempre fue un lugar común útil para evitar explicaciones complejas cuando las respuestas a veces no llegan a los vecinos como se debe. Sabedor de que le queda un año y medio de gestión, lapso que equivale a siglos o a un minuto -depende de la lupa-, el gobernador Mariano Arcioni apretó el acelerador en un tema clave: el combate contra la inseguridad, siempre en el top tres de los reclamos.

En la semana que pasó por fin se vio en las calles una inversión multimillonaria que prometen que seguirá: motos, camionetas, bicicletas y alcoholímetros. También el anuncio de refacción y construcción de más dependencias policiales. O como sugirió el nuevo jefe de la Policía, César Brandt, “a los uniformados les exigen mucho pero también hay que darles las herramientas”. Mientras, el Ejecutivo espera que Legislatura apruebe un leasing por $ 1.500 millones para más equipamiento.

Siempre será una carrera contra el tiempo porque todo elemento de uso policial intensivo se desgasta rápido, es caro y no puede faltar. Es algo que no suele entenderse y por eso, por ejemplo, las postales de patrulleros eternizados en los talleres. Al menos Fontana 50 decidió correr esa carrera y poner en cero a los agentes de la calle para estar un poco menos detrás de las necesidades.

Otro aporte clave serán los dos radares para el Valle Inferior y la Cordillera. Las fotomultas eran algo que veíamos en los canales porteños. Pero ya están aquí y no para recaudar sino para salvar vidas, así de seco. Si nadie viola ley nadie pagará un centavo.

Si de ocuparse se trata, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia invirtió $ 70 millones en vehículos equipados con alta tecnología. Y aportará preventores para que colaboren en el trabajo en los barrios más calientes. En ese acto el titular de la cartera de Economía de Comodoro, Germán IssaPfister, dijo una frase clave: “Es fácil decir que la educación, la salud y la seguridad son temas de incumbencia provincial, pero el intendente tiene muy en claro que debemos hacernos cargo de los temas de la ciudad independientemente de quien sea el responsable principal”.

Todo tiene que ver con todo, decía al gran Pancho Ibañez. Los municipios no pueden ni deben lavarse las manos para enfrentar los problemas que acucian a los vecinos, aunque una cuestión de jurisdicción les diga que no están obligados.

Pero cabe apuntar que mientras esto sucede y el Estado activa, hay vecinos que a su modo salen también a cubrir baches que pudieron resolverse sin romper ningún presupuesto.
Hay al menos dos ejemplos. Uno es la Comisión de Padres de la Escuela 748 de Trelew. Decidieron colocar una urna en la puerta del establecimiento. No para el viaje de egresados o alguna iniciativa solidaria: simplemente quieren instalar wifi. Es difícil entender el porqué de la necesidad de llegar a estos extremos. Sobra explicar la importancia de internet para la educación. Esta comunidad educativa no hizo reclamos grandilocuentes ni agredió a nadie. Puso manos a la obra con la iniciativa que mejor se les ocurrió.

El otro dato es la actitud de los padres de la Escuela 6 de Los Altares. Exigen un esquema de contención psicológica para sus hijos debido a inconvenientes con uno de los alumnos. Decidieron visibilizar su queja tomando el edificio. No suena a la actitud más dialoguista pero advirtieron que hace al menos un año tienen una protesta pendiente. Recién la otra semana quizás haya clases.

Algo une ambos escenarios: a largo plazo mejor educación será siempre menos conflictividad social, más civilismo para evitar un Estado policíaco. Alguna vez ese trabajo debe comenzar. Equipar a las fuerzas de seguridad era imprescindible; del otro lado del mostrador, hay inquietudes simples pero irresueltas de cientos de familias.

Frente a este desajuste, los candidatos a Fontana 50 para 2023 deben explicar cómo conciliarán los “tiempos del Estado” para que encastren con lo que los ciudadanos esperan y necesitan. Hoy son dos líneas que alguna vez la gestión debe unir.

No será un trabajo para flojos ni improvisados. #


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