Ocho años de excelencia de Boca y River en Libertadores que llegan a su fin
River y Boca. Boca y River. Los dos equipos más imponentes de Argentina afuera a las primeras de cambio en las eliminatorias por la Copa Libertadores.
Cuatro títulos en el haber del Millonario, que tras terminar el 2021 como campeón de Liga y del Trofeo de Campeones no ha sido capaz de hacer ni un solo gol en la llave con Vélez, cuando en la fase de grupos fue el segundo máximo anotador. Seis trofeos para el Xeneize, que salió victorioso de la Copa de la Liga Profesional en mayo y que también se quedó sin pólvora en ataque en el cara a cara con Corinthians.
Los de Battaglia semetieron en octavos de final en la última fecha "in extremis", pues ya venían demostrando que no estaban nada finos y que los esfuerzos se pagan. Tanto que tuvieron que recurrir al cambio de entrenador en el barrio. Peor quedaron las cosas para el “Muñeco” Gallardo que en la Liga Profesional solo ha logrado dos victorias y se encuentra más abajo aún en la tabla de posiciones que su rival. Mientras tanto, el Brasileirao ya ve como se viene el cuarto título continental seguido de un club afiliado a su torneo.
Al inicio del curso, los dos gigantes del fútbol albiceleste eran dos claros candidatos al título, a pesar de que Palmeiras y Flamengo se encontraban por delante. Incluso al inicio de la primera ronda eliminatoria les tomaba la delantera Atlético Mineiro, pues había tenido un mejor desempeño en la fase grupal. Ahora la realidad es más dolorosa todavía y lo saben en las casas de apuestas argentinas.
El Mengao ocupa ahora la primera plaza de candidatos pagando a 3,50 dólares por dólar apostado que levante la Copa, dejando al Verdao bicampeón en segundo lugar con cuotas en torno a 4 dólares por dólar apostado y a Mineiro en 5$. En el análisis del sitio Casas de Apuestas sobre los principales operadores del mercado observamos que a los tres anteriores se suman Corinthians (cuotas en torno a 10$) y Athlético Paranaense (en torno a 11$), para dejar a Vélez, Estudiantes y Talleres en los últimos puestos y con opciones que aumentan hasta 21 dólares por dólar apostado en el caso del albiazul.
Año difícil para los equipos de Argentina en general y Buenos Aires en particular, que tendrán que ver la conclusión de la copa desde casa. Y eso no pasaba desde hace muchas temporadas atrás. En concreto desde la edición de 2014, hace ahora ocho años, donde San Lorenzo hizo historia con Patón Bauza alzando la primera Libertadores de su palmarés. Boca y River dimitieron de aquella campaña, pues ni si quiera compitieron en el primer nivel competitivo americano. Los dos quedaron relegados a la Sudamericana, donde por cierto se acabarían enfrentando. Eran tiempos algo más oscuros que ambas franquicias tratarán de no rememorar en este 2022.
Recuerdos para olvidar
Trasladarse a la campaña 2014 no será nada sencillo para el aficionado de estos dos colosos del balompié. River apenas tres años atrás había consumado su descenso a la B y estaba en plena recuperación de grandeza. Se coló en Sudamericana gracias al Clausura, torneo corto que terminaría ganando en el transcurso de la temporada junto a la propia competición Conmebol.
Boca llegaba como animal herido tras ceder en la final de 2012 y trataba de competir lo mejor posible en un discreto Apertura pero un buen Clausura donde fue segundo. Eliminación temprana en Copa y teniendo que jugar Sudamericana, ya que en 2013 la mejor posición para él fue una sexta plaza en el primer torneo.
Y ahí llegó su reencuentro en competiciones internacionales muchos años después. En semifinales tuvieron un primer partido en cancha del Azul y Oro entonces dirigido por Rodolfo Arruabarrena marcado por las entradas y las tarjetas. En la vuelta un tanto de Pisculichi dio el pase a La Banda en un choque de trenes donde Barovero fue el héroe deteniéndole a Gigliotti una pena máxima en el comienzo. Era el arranque de la era Gallardo, que tantos títulos y éxitos le ha dado más tarde a los suyos.
Desde aquel entonces River y Boca siempre avanzaron al menos uno de ellos hasta cuartos de final y en algunos casos alcanzaron la gloria. En 2015 fue el Millonarioel que se hizo con el título en un regreso triunfal a Libertadores; en 2016, el Xeneizeestuvo cerca de la gloria con la disputa de las semifinales; lo mismo que consiguió su rival al año siguiente en el que los xeneizes ni si quiera disputaron torneo continental; mientras que en 2018 llegó aquella final que fue trasladada al Santiago Bernabéu y que los millonarios podrán recordarle por siempre a sus vecinos.
En los años venideros dos semifinales para Boca, mientras que River cedió en la final de 2019 ante Flamengo y se le escapó el bicampeonato, para el 2020 acabar siendo semifinalista y en 2021 quedar en cuartos. Eso quiere decir que con los títulos de Flamengo y Palmeiras ya se dejaba entrever que la tendencia venía cambiando, pero ni uno ni otro equipo parecen haberlo querido ver.
Ahora Gallardo parece más discutido que nunca en su bancada, en la que ya no está Julián Álvarez por su incorporación al Manchester City de Guardiola y donde no llegará Luis Suárez precisamente por esa eliminación temprana en Libertadores. Por su parte, Battaglia fue destituido de su puesto para dar paso aHugo Ibarra, al que tratan de paliar el quilombo interno con regresos como el de Facundo Roncaglia. ¿Suficiente para sobrevivir? Vuelven los tiempos complicados y queda el recuerdo de una etapa histórica de dominio argentino.
Cuatro títulos en el haber del Millonario, que tras terminar el 2021 como campeón de Liga y del Trofeo de Campeones no ha sido capaz de hacer ni un solo gol en la llave con Vélez, cuando en la fase de grupos fue el segundo máximo anotador. Seis trofeos para el Xeneize, que salió victorioso de la Copa de la Liga Profesional en mayo y que también se quedó sin pólvora en ataque en el cara a cara con Corinthians.
Los de Battaglia semetieron en octavos de final en la última fecha "in extremis", pues ya venían demostrando que no estaban nada finos y que los esfuerzos se pagan. Tanto que tuvieron que recurrir al cambio de entrenador en el barrio. Peor quedaron las cosas para el “Muñeco” Gallardo que en la Liga Profesional solo ha logrado dos victorias y se encuentra más abajo aún en la tabla de posiciones que su rival. Mientras tanto, el Brasileirao ya ve como se viene el cuarto título continental seguido de un club afiliado a su torneo.
Al inicio del curso, los dos gigantes del fútbol albiceleste eran dos claros candidatos al título, a pesar de que Palmeiras y Flamengo se encontraban por delante. Incluso al inicio de la primera ronda eliminatoria les tomaba la delantera Atlético Mineiro, pues había tenido un mejor desempeño en la fase grupal. Ahora la realidad es más dolorosa todavía y lo saben en las casas de apuestas argentinas.
El Mengao ocupa ahora la primera plaza de candidatos pagando a 3,50 dólares por dólar apostado que levante la Copa, dejando al Verdao bicampeón en segundo lugar con cuotas en torno a 4 dólares por dólar apostado y a Mineiro en 5$. En el análisis del sitio Casas de Apuestas sobre los principales operadores del mercado observamos que a los tres anteriores se suman Corinthians (cuotas en torno a 10$) y Athlético Paranaense (en torno a 11$), para dejar a Vélez, Estudiantes y Talleres en los últimos puestos y con opciones que aumentan hasta 21 dólares por dólar apostado en el caso del albiazul.
Año difícil para los equipos de Argentina en general y Buenos Aires en particular, que tendrán que ver la conclusión de la copa desde casa. Y eso no pasaba desde hace muchas temporadas atrás. En concreto desde la edición de 2014, hace ahora ocho años, donde San Lorenzo hizo historia con Patón Bauza alzando la primera Libertadores de su palmarés. Boca y River dimitieron de aquella campaña, pues ni si quiera compitieron en el primer nivel competitivo americano. Los dos quedaron relegados a la Sudamericana, donde por cierto se acabarían enfrentando. Eran tiempos algo más oscuros que ambas franquicias tratarán de no rememorar en este 2022.
Recuerdos para olvidar
Trasladarse a la campaña 2014 no será nada sencillo para el aficionado de estos dos colosos del balompié. River apenas tres años atrás había consumado su descenso a la B y estaba en plena recuperación de grandeza. Se coló en Sudamericana gracias al Clausura, torneo corto que terminaría ganando en el transcurso de la temporada junto a la propia competición Conmebol.
Boca llegaba como animal herido tras ceder en la final de 2012 y trataba de competir lo mejor posible en un discreto Apertura pero un buen Clausura donde fue segundo. Eliminación temprana en Copa y teniendo que jugar Sudamericana, ya que en 2013 la mejor posición para él fue una sexta plaza en el primer torneo.
Y ahí llegó su reencuentro en competiciones internacionales muchos años después. En semifinales tuvieron un primer partido en cancha del Azul y Oro entonces dirigido por Rodolfo Arruabarrena marcado por las entradas y las tarjetas. En la vuelta un tanto de Pisculichi dio el pase a La Banda en un choque de trenes donde Barovero fue el héroe deteniéndole a Gigliotti una pena máxima en el comienzo. Era el arranque de la era Gallardo, que tantos títulos y éxitos le ha dado más tarde a los suyos.
Desde aquel entonces River y Boca siempre avanzaron al menos uno de ellos hasta cuartos de final y en algunos casos alcanzaron la gloria. En 2015 fue el Millonarioel que se hizo con el título en un regreso triunfal a Libertadores; en 2016, el Xeneizeestuvo cerca de la gloria con la disputa de las semifinales; lo mismo que consiguió su rival al año siguiente en el que los xeneizes ni si quiera disputaron torneo continental; mientras que en 2018 llegó aquella final que fue trasladada al Santiago Bernabéu y que los millonarios podrán recordarle por siempre a sus vecinos.
En los años venideros dos semifinales para Boca, mientras que River cedió en la final de 2019 ante Flamengo y se le escapó el bicampeonato, para el 2020 acabar siendo semifinalista y en 2021 quedar en cuartos. Eso quiere decir que con los títulos de Flamengo y Palmeiras ya se dejaba entrever que la tendencia venía cambiando, pero ni uno ni otro equipo parecen haberlo querido ver.
Ahora Gallardo parece más discutido que nunca en su bancada, en la que ya no está Julián Álvarez por su incorporación al Manchester City de Guardiola y donde no llegará Luis Suárez precisamente por esa eliminación temprana en Libertadores. Por su parte, Battaglia fue destituido de su puesto para dar paso aHugo Ibarra, al que tratan de paliar el quilombo interno con regresos como el de Facundo Roncaglia. ¿Suficiente para sobrevivir? Vuelven los tiempos complicados y queda el recuerdo de una etapa histórica de dominio argentino.