Aurelio Calfiqueo se ausentó de su casa el día 25 de junio y sigue sin aparecer. Según contaron sus familiares Jornada, el hombre, de 72 años, vivía solo en El Maitén y se fue sin avisar a nadie. “Solo desapareció, no supimos más nada de él, ni rastros ni noticias”, dijo un familiar.
Su hija, Erica Calfiqueo, contó que Aurelio vivía en barrio Agua Potable de El Maitén. “Nosotros le llevábamos la comida y no lo encontramos más”, dijo. “La policía hizo de todo, rastrillajes, allanaron la casa, trajeron perros de Comodoro, El Bolsón y Sarmiento, pero no encontraron nada”.
El hombre no padecía ninguna enfermedad. “El único problema que tenía es que tomaba. Pero siempre volvía a la casa”, dijo la hija. “Lo hemos buscado en campos y rutas, hemos pedido permiso en lugares para entrar a buscarlo con vecinos. Él usa una boina y no la hemos encontrado”.
“Los vecinos del pueblo se preocupan, nos ayudan y nos ayudan. Son muy solidarios. Vinieron mis hermanos de Comodoro para buscarlo”.
Erica contó que “una vez se escapó de noche y lo fuimos a buscar. Él era muy pícaro, lo dejábamos en la casa y se escapaba. No le gustaba mucho que lo visitemos, era muy independiente y no quería que lo molesten”.
“Lo raro que encontramos es que el lunes 27 cuando fuimos a llevarle la comida, ese día tenía el portón grande con llave y todo cerrado. La cama estaba armada y las sandalias debajo de la cama, dejó todo armado como si se hubiera ido de viaje. Cuando toma, él deja todo desarmado, incluso dejó una olla con agua tibia. Se lo tragó la tierra”.
Aurelio Calfiqueo se ausentó de su casa el día 25 de junio y sigue sin aparecer. Según contaron sus familiares Jornada, el hombre, de 72 años, vivía solo en El Maitén y se fue sin avisar a nadie. “Solo desapareció, no supimos más nada de él, ni rastros ni noticias”, dijo un familiar.
Su hija, Erica Calfiqueo, contó que Aurelio vivía en barrio Agua Potable de El Maitén. “Nosotros le llevábamos la comida y no lo encontramos más”, dijo. “La policía hizo de todo, rastrillajes, allanaron la casa, trajeron perros de Comodoro, El Bolsón y Sarmiento, pero no encontraron nada”.
El hombre no padecía ninguna enfermedad. “El único problema que tenía es que tomaba. Pero siempre volvía a la casa”, dijo la hija. “Lo hemos buscado en campos y rutas, hemos pedido permiso en lugares para entrar a buscarlo con vecinos. Él usa una boina y no la hemos encontrado”.
“Los vecinos del pueblo se preocupan, nos ayudan y nos ayudan. Son muy solidarios. Vinieron mis hermanos de Comodoro para buscarlo”.
Erica contó que “una vez se escapó de noche y lo fuimos a buscar. Él era muy pícaro, lo dejábamos en la casa y se escapaba. No le gustaba mucho que lo visitemos, era muy independiente y no quería que lo molesten”.
“Lo raro que encontramos es que el lunes 27 cuando fuimos a llevarle la comida, ese día tenía el portón grande con llave y todo cerrado. La cama estaba armada y las sandalias debajo de la cama, dejó todo armado como si se hubiera ido de viaje. Cuando toma, él deja todo desarmado, incluso dejó una olla con agua tibia. Se lo tragó la tierra”.