Sebastián Moreno Pérez, el campeón de Chubut cuyo límite es el cielo

En 2015, no sabía jugar ajedrez. Hoy, a los 17 años, es el mejor ajedrecista de Chubut y de la Patagonia. Se proclamó ganador de varios torneos y logró resultados impactantes. "No soy un genio, soy alguien normal que se dedica", comentó.

"Seba", en un evento junto a Juan Sebastián Verón.
10 SEP 2022 - 20:53 | Actualizado 12 SEP 2022 - 13:33

Por Francisco Caputo

“Gambito de Dama” es una célebre serie de ficción donde se narran las aventuras de una joven ajedredecista estadounidense, que en plena Guerra Fría derrotó a los poderosos ajedrecistas de la Unión Soviética, los mejores del mundo en aquel entonces. De forma prodigiosa, logró conocer las reglas y escalar hacia la cima.

En Chubut, existe un Gambito de Rey de carne y hueso, un joven que en un tiempo meteórico logró posicionarse en el ajedrez nacional.

Su nombre es Sebastián Moreno Pérez, de 17 años, oriundo de Puerto Madryn y residente en Buenos Aires.

Es el mejor ajedrecista de Chubut y de la Patagonia. Pero hace siete años, no sabía mover las piezas. Un día empezó a aprender y logró acumular victorias, trofeos y renombre con velocidad. Hoy, es Maestro FIDE, título que otorga la Federación Internacional de Ajedrez. Y sueña con más gloria.

“De 600 millones de personas en el mundo que juegan, solo algunos miles logran ser titulados, es un orgullo. Pero sueño con ser Maestro Internacional y el primer Gran Maestro, la distinción más alta de la FIDE, de la Patagonia”, enunció. Dicho sea de paso, ya logró tablas con Grandes Maestros de este país.

Moreno Pérez no duda. “El ajedrez es arte”, señaló.

“Es arte, porque es creación constante, no hay 2 partidas iguales. También es ciencia porque hay cálculo y aspectos que son exactos. Y es deporte, por el gran desgaste físico y mental que tiene la competencia”, sentenció.

El inicio

Durante el invierno de 2015, a los diez años, comenzó el romance entre Sebastián y los trebejos. “Hacía frío, había viento. No podía ir a jugar a la pelota, algo que me gusta mucho y sigo haciendo”, relató “Seba”.

“Me aburría mucho. Un día, mi mamá (NdR: Verónica), vio en la cartelera del edificio donde vivíamos un anuncio del hijo de la encargada que decía: ´Se dan clases de ajedrez a domicilio´. Me lo comentó y me pareció interesante”, narró

“Yo había visto algo de ajedrez por el juego de "Chess Titans" pero no sabía como se jugaba; un día sin querer di jaque mate y no entendía nada de lo que había pasado”, explicó.

“Me fue gustando cada vez más, al punto que era de mañana y mamá tenía que corrernos con el almuerzo y el guardapolvo ya que debía ir a la escuela”, indicó.

Empieza el brillo

La casualidad se convirtió en método. Y Sebastián empezó a sobresalir. “Al año siguiente comencé a ir al Circulo de Ajedrez Peones del Sur y a competir en los Encuentros Infantiles de Puerto Madryn, Trelew, Rawson y Gaiman”, remarcó.

“En el primero que jugué, gané todas las partidas y salí campeón, algo que no era esperado para nadie. En ese año, logré clasificar a Primera Categoría en mi primer año de competencia”, puntualizó.

“Tuve la oportunidad de representar a la provincia en tres ocasiones en los Juegos Nacionales Evita, logrando ser mejor cuarto tablero y co-Campeón Argentino”, describió.

A Buenos Aires

El dominio empezaba a ser abrumador. Sebastián, hijo de Claudio, dirigente de amplio recorrido en el fútbol madrynense, obtenía gran diferencia respecto de sus pares de edad.

Entonces, junto a su madre emigraron a Buenos Aires con la misión de aumentar la calidad de la competencia. “En enero 2020 decidimos con mi mamá venir a Buenos Aires, porque ya había llegado a mi techo allá. Elegí al Circulo de Ajedrez Torre Blanca porque tiene torneos todos los meses y es el semillero más grande del país”, ilustró.

Antes de la pandemia, empezó a brillar en la capital del país. Ganó tres torneos al hilo en dicho club, logrando 200 puntos ELO, el doble de lo que había conseguido en 2019.

Demoliendo prejuicios

Brillar en los tableros no implica abandonar los estudios secundarios. De hecho, “Seba” también sobresale a nivel académico. En el último año del Secundario, es abanderado del Colegio Nacional N° 5, ubicado en el Abasto porteño, con un promedio de 9,80. Además, juega al fútbol.

“Es un prejuicio totalmente falso decir que los ajedrecistas no tenemos vida social. Eso depende de cada persona. Juego en el equipo de la escuela, de extremo. Participaré de un intercolegial”, narró.

“Como dice Karpov (NdR: legendario ex campeón mundial de ajedrez), el ajedrez es mi vida, pero mi vida no es solo el ajedrez", dijo.

“La mayoría de mis compañeros piensa que soy un genio, pero en realidad es una construcción entre talento y esfuerzo, soy alguien normal que se dedica”, remarcó “Seba”, que aspira a estudiar alguna carrera vinculada a la informática. “No tiene límites, como el ajedrez”, puntualizó.

El despegue

La pandemia obstaculizó sus sueños. Pero no los detuvo. “Tuve que jugar online en la pandemia. Cuando volví a la presencialidad gané 2 torneos cerrados en Torre y gané el Campeonato Argentino Sub 16 de manera invicta en la ronda 8 de 9”, remarcó.

“Este año lo empecé teniendo 2100 puntos de ELO, y jugando abiertos internacionales”, dijo. En el de Cipolletti, venció al Gran Maestro uruguayo Andrés Rodríguez, el mejor jugador de la historia del vecino país.

El ELO es el ranking usado por la Federación Internacional de Ajedrez para medir la destreza de los jugadores. Rodríguez, al momento de la partida, tenía 2.455 de ELO. “Seba” no superaba los 2.300, pero lo derrotó. En su victoria más imponente a la fecha.

“Y participé por primera vez en el Campeonato Argentino Superior de Ajedrez, en junio”, comentó “Seba”, cuya referencia principal es Emanuel Lasker, campeón mundial que posee un récord no quebrado. Es quien mantuvo la corona por mayor tiempo: 27 años.

Maestro

Al llegar a los 2.301 de ELO en el Argentino, recibió el título de Maestro FIDE, el único nacido en Puerto Madryn. Terminó el torneo invicto, con empates ante jugadores con ELO mucho más alto que el suyo. Logró tablas ante Diego Flores y Federico Pérez Ponsa, dos Grandes Maestros argentinos que integran la elite nacional. El segundo se consagró campeón del citado torneo.

“Seba”, en una muestra sumamente reciente de jerarquía, logró entablar el sábado pasado ante Robert Hungaski, el entrenador de los olímpicos argentinos.

Nuevos objetivos

“El próximo objetivo es ser Maestro Internacional, para esto tengo que hacer 3 normas y llegar a 2400 puntos de ELO, este es el paso previo a mi mayor deseo, ser el primer Gran Maestro de la Patagonia”, relató.

“Me gustaría también jugar con Firouzja, Gukesh y Praggnanandhaa, tres de los jugadores de mayor vuelo a nivel mundial”, remató.
El cielo es el límite para Sebastián Moreno Pérez. En esa búsqueda, se encuentra. Es una búsqueda infinita, al igual que las posibilidades de una partida de ajedrez.

Saludos y agradecimientos

“Le mando un saludo y eterno agradecimiento a mi querido amigo y entrenador de años en Madryn Sergio Larrarte, que más que un amigo es familia, que no solo estuvo y está en el mundo del ajedrez sino en mi vida”, comentó.

“También le agradezco al presidente de la FACH Marcos Pirola, con el que compartimos los Juegos Evita que lamentablemente no se pudieron hacer en pandemia y quedé afuera por edad”, añadió.

“Mi agradecimiento y recuerdo también a la Dra. Norma Ramos que siempre me ayudó aun sin conocerme y a todos y cada uno de los particulares y entes oficiales que de una u otra manera colaboraron y lo hacen actualmente para que pueda costear los viajes y participaciones en torneos internacionales para poder crecer en este deporte; sin ayuda sería imposible dadas las distancias y costos”, finalizó.

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"Seba", en un evento junto a Juan Sebastián Verón.
10 SEP 2022 - 20:53

Por Francisco Caputo

“Gambito de Dama” es una célebre serie de ficción donde se narran las aventuras de una joven ajedredecista estadounidense, que en plena Guerra Fría derrotó a los poderosos ajedrecistas de la Unión Soviética, los mejores del mundo en aquel entonces. De forma prodigiosa, logró conocer las reglas y escalar hacia la cima.

En Chubut, existe un Gambito de Rey de carne y hueso, un joven que en un tiempo meteórico logró posicionarse en el ajedrez nacional.

Su nombre es Sebastián Moreno Pérez, de 17 años, oriundo de Puerto Madryn y residente en Buenos Aires.

Es el mejor ajedrecista de Chubut y de la Patagonia. Pero hace siete años, no sabía mover las piezas. Un día empezó a aprender y logró acumular victorias, trofeos y renombre con velocidad. Hoy, es Maestro FIDE, título que otorga la Federación Internacional de Ajedrez. Y sueña con más gloria.

“De 600 millones de personas en el mundo que juegan, solo algunos miles logran ser titulados, es un orgullo. Pero sueño con ser Maestro Internacional y el primer Gran Maestro, la distinción más alta de la FIDE, de la Patagonia”, enunció. Dicho sea de paso, ya logró tablas con Grandes Maestros de este país.

Moreno Pérez no duda. “El ajedrez es arte”, señaló.

“Es arte, porque es creación constante, no hay 2 partidas iguales. También es ciencia porque hay cálculo y aspectos que son exactos. Y es deporte, por el gran desgaste físico y mental que tiene la competencia”, sentenció.

El inicio

Durante el invierno de 2015, a los diez años, comenzó el romance entre Sebastián y los trebejos. “Hacía frío, había viento. No podía ir a jugar a la pelota, algo que me gusta mucho y sigo haciendo”, relató “Seba”.

“Me aburría mucho. Un día, mi mamá (NdR: Verónica), vio en la cartelera del edificio donde vivíamos un anuncio del hijo de la encargada que decía: ´Se dan clases de ajedrez a domicilio´. Me lo comentó y me pareció interesante”, narró

“Yo había visto algo de ajedrez por el juego de "Chess Titans" pero no sabía como se jugaba; un día sin querer di jaque mate y no entendía nada de lo que había pasado”, explicó.

“Me fue gustando cada vez más, al punto que era de mañana y mamá tenía que corrernos con el almuerzo y el guardapolvo ya que debía ir a la escuela”, indicó.

Empieza el brillo

La casualidad se convirtió en método. Y Sebastián empezó a sobresalir. “Al año siguiente comencé a ir al Circulo de Ajedrez Peones del Sur y a competir en los Encuentros Infantiles de Puerto Madryn, Trelew, Rawson y Gaiman”, remarcó.

“En el primero que jugué, gané todas las partidas y salí campeón, algo que no era esperado para nadie. En ese año, logré clasificar a Primera Categoría en mi primer año de competencia”, puntualizó.

“Tuve la oportunidad de representar a la provincia en tres ocasiones en los Juegos Nacionales Evita, logrando ser mejor cuarto tablero y co-Campeón Argentino”, describió.

A Buenos Aires

El dominio empezaba a ser abrumador. Sebastián, hijo de Claudio, dirigente de amplio recorrido en el fútbol madrynense, obtenía gran diferencia respecto de sus pares de edad.

Entonces, junto a su madre emigraron a Buenos Aires con la misión de aumentar la calidad de la competencia. “En enero 2020 decidimos con mi mamá venir a Buenos Aires, porque ya había llegado a mi techo allá. Elegí al Circulo de Ajedrez Torre Blanca porque tiene torneos todos los meses y es el semillero más grande del país”, ilustró.

Antes de la pandemia, empezó a brillar en la capital del país. Ganó tres torneos al hilo en dicho club, logrando 200 puntos ELO, el doble de lo que había conseguido en 2019.

Demoliendo prejuicios

Brillar en los tableros no implica abandonar los estudios secundarios. De hecho, “Seba” también sobresale a nivel académico. En el último año del Secundario, es abanderado del Colegio Nacional N° 5, ubicado en el Abasto porteño, con un promedio de 9,80. Además, juega al fútbol.

“Es un prejuicio totalmente falso decir que los ajedrecistas no tenemos vida social. Eso depende de cada persona. Juego en el equipo de la escuela, de extremo. Participaré de un intercolegial”, narró.

“Como dice Karpov (NdR: legendario ex campeón mundial de ajedrez), el ajedrez es mi vida, pero mi vida no es solo el ajedrez", dijo.

“La mayoría de mis compañeros piensa que soy un genio, pero en realidad es una construcción entre talento y esfuerzo, soy alguien normal que se dedica”, remarcó “Seba”, que aspira a estudiar alguna carrera vinculada a la informática. “No tiene límites, como el ajedrez”, puntualizó.

El despegue

La pandemia obstaculizó sus sueños. Pero no los detuvo. “Tuve que jugar online en la pandemia. Cuando volví a la presencialidad gané 2 torneos cerrados en Torre y gané el Campeonato Argentino Sub 16 de manera invicta en la ronda 8 de 9”, remarcó.

“Este año lo empecé teniendo 2100 puntos de ELO, y jugando abiertos internacionales”, dijo. En el de Cipolletti, venció al Gran Maestro uruguayo Andrés Rodríguez, el mejor jugador de la historia del vecino país.

El ELO es el ranking usado por la Federación Internacional de Ajedrez para medir la destreza de los jugadores. Rodríguez, al momento de la partida, tenía 2.455 de ELO. “Seba” no superaba los 2.300, pero lo derrotó. En su victoria más imponente a la fecha.

“Y participé por primera vez en el Campeonato Argentino Superior de Ajedrez, en junio”, comentó “Seba”, cuya referencia principal es Emanuel Lasker, campeón mundial que posee un récord no quebrado. Es quien mantuvo la corona por mayor tiempo: 27 años.

Maestro

Al llegar a los 2.301 de ELO en el Argentino, recibió el título de Maestro FIDE, el único nacido en Puerto Madryn. Terminó el torneo invicto, con empates ante jugadores con ELO mucho más alto que el suyo. Logró tablas ante Diego Flores y Federico Pérez Ponsa, dos Grandes Maestros argentinos que integran la elite nacional. El segundo se consagró campeón del citado torneo.

“Seba”, en una muestra sumamente reciente de jerarquía, logró entablar el sábado pasado ante Robert Hungaski, el entrenador de los olímpicos argentinos.

Nuevos objetivos

“El próximo objetivo es ser Maestro Internacional, para esto tengo que hacer 3 normas y llegar a 2400 puntos de ELO, este es el paso previo a mi mayor deseo, ser el primer Gran Maestro de la Patagonia”, relató.

“Me gustaría también jugar con Firouzja, Gukesh y Praggnanandhaa, tres de los jugadores de mayor vuelo a nivel mundial”, remató.
El cielo es el límite para Sebastián Moreno Pérez. En esa búsqueda, se encuentra. Es una búsqueda infinita, al igual que las posibilidades de una partida de ajedrez.

Saludos y agradecimientos

“Le mando un saludo y eterno agradecimiento a mi querido amigo y entrenador de años en Madryn Sergio Larrarte, que más que un amigo es familia, que no solo estuvo y está en el mundo del ajedrez sino en mi vida”, comentó.

“También le agradezco al presidente de la FACH Marcos Pirola, con el que compartimos los Juegos Evita que lamentablemente no se pudieron hacer en pandemia y quedé afuera por edad”, añadió.

“Mi agradecimiento y recuerdo también a la Dra. Norma Ramos que siempre me ayudó aun sin conocerme y a todos y cada uno de los particulares y entes oficiales que de una u otra manera colaboraron y lo hacen actualmente para que pueda costear los viajes y participaciones en torneos internacionales para poder crecer en este deporte; sin ayuda sería imposible dadas las distancias y costos”, finalizó.


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