La muerte de Mahsa Amini la semana pasada provocó manifestaciones a lo largo del país, incluyendo en la capital, Teherán, donde cientos de personas tomaron las calles para protestar contra el Gobierno y se enfrentaron con la policía.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU dijo que la rama de la policía iraní encargada de hacer cumplir las normas morales del régimen religioso por el que se gobierna Irán ha expandido sus patrullas por todo el país y el acoso de las mujeres que no usan en público la vestimenta musulmana.
Agregó que videos subidos a Internet muestran a mujeres siendo abofeteadas, golpeadas con bastones y arrojadas dentro de vehículos policiales por llevar mal puesto un velo que cubre la cabeza y el pecho, llamado hiyab.
Una de esas patrullas detuvo hace una semana a Amini, de 22 años, y la llevó a una comisaría donde perdió la consciencia.
La chica murió tres días después en un hospital al que llegó en coma.
La policía niega haberla maltratado y dice que murió de un ataque cardíaco, y autoridades dijeron que se abrió una investigación.
"La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de manera rápida, imparcial y eficaz por una autoridad competente independiente que vele por que su familia tenga acceso a la justicia y a la verdad", dijo la Alta Comisionada interina para los Derechos Humanos de la ONU, Nada Al-Nashif, informó la agencia de noticias AFP.
El Gobierno iraní no hizo comentarios inmediatos sobre las declaraciones de la ONU, pero previamente había criticado la tarea de investigadores que han evaluado la cuestiones relativas a los derechos humanos en Irán.
La semana pasada, la policía iraní hizo públicos videos tomados por el circuito cerrado de cámaras de la comisaría que, según dice, muestran el momento en que Amini pierde la consciencia. En respuesta, su familia dijo que la joven no tenía antecedentes de problemas del corazón.
Amjad Amini, su padre, dijo a un portal de noticias iraní que testigos dicen haber visto que la policía la arrojó dentro de un patrullero.
"Pedí tener acceso a los videos tomados por las cámaras que hay adentro del auto y en la comisaría, pero no tuve respuesta", dijo.
El hombre acusó a la policía de no haber llevado a un hospital lo suficientemente rápido, y dijo que podría haber sido reavivada.
Agregó que cuando llegó al hospital, se le impidió acercase a ella, pero que pudo ver moretones en uno de sus pies.
Autoridades lo presionaron luego para que la enterrara de noche, al parecer para reducir la posibilidad de que hubiera protestas, pero Amini dijo que la familia las convenció de hacerlo a las 8 de la mañana.
Amini, que era kurda, fue enterrada el sábado pasado en la ciudad en que vivía, Saqez, en el oeste de Irán.
Luego de sus funerales estallaron protestas que la policía reprimió con gases lacrimógenos el sábado y el domingo.
Varios manifestantes fueron detenidos, según testigos y portales de noticias.
Las protestas se extendieron luego a Teherán y otras ciudades.
Un portal de noticias asociado a la TV estatal de Irán dijo hoy que 22 personas fueron detenidas en una protesta por la muerte de Amini en la norteña ciudad de Rasht, la primera confirmación semioficial de que hubo arrestos en relación con las manifestaciones.
Una ONG iraní de derechos humanos, Hengaw, dijo ayer que cuatro personas fueron muertas y 75 resultaron heridas por disparos de la policía durante manifestaciones por la muerte de la mujer.
La TV estatal mostró, también ayer, imágenes de algunas protestas, incluyendo de dos patrulleros con sus ventanillas rotas. Agregó que manifestantes quemaron dos motocicletas, así como banderas iraníes en la zonas de Irán de mayoría kurda.
La emisora acusó de los disturbios a otros países y a grupos opositores en el exilio, y dijo que su objetivo era usarla como pretexto para que se impongan a Irán más sanciones económicas.
La Policía de Teherán dijo ayer que la muerte de Amini fue un "incidente desafortunado que deseamos que no se repita".
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, habló el domingo por teléfono con la familia y les trasladó sus condolencias y les prometió una investigación minuciosa para esclarecer lo ocurrido.
La muerte de Mahsa Amini la semana pasada provocó manifestaciones a lo largo del país, incluyendo en la capital, Teherán, donde cientos de personas tomaron las calles para protestar contra el Gobierno y se enfrentaron con la policía.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU dijo que la rama de la policía iraní encargada de hacer cumplir las normas morales del régimen religioso por el que se gobierna Irán ha expandido sus patrullas por todo el país y el acoso de las mujeres que no usan en público la vestimenta musulmana.
Agregó que videos subidos a Internet muestran a mujeres siendo abofeteadas, golpeadas con bastones y arrojadas dentro de vehículos policiales por llevar mal puesto un velo que cubre la cabeza y el pecho, llamado hiyab.
Una de esas patrullas detuvo hace una semana a Amini, de 22 años, y la llevó a una comisaría donde perdió la consciencia.
La chica murió tres días después en un hospital al que llegó en coma.
La policía niega haberla maltratado y dice que murió de un ataque cardíaco, y autoridades dijeron que se abrió una investigación.
"La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de manera rápida, imparcial y eficaz por una autoridad competente independiente que vele por que su familia tenga acceso a la justicia y a la verdad", dijo la Alta Comisionada interina para los Derechos Humanos de la ONU, Nada Al-Nashif, informó la agencia de noticias AFP.
El Gobierno iraní no hizo comentarios inmediatos sobre las declaraciones de la ONU, pero previamente había criticado la tarea de investigadores que han evaluado la cuestiones relativas a los derechos humanos en Irán.
La semana pasada, la policía iraní hizo públicos videos tomados por el circuito cerrado de cámaras de la comisaría que, según dice, muestran el momento en que Amini pierde la consciencia. En respuesta, su familia dijo que la joven no tenía antecedentes de problemas del corazón.
Amjad Amini, su padre, dijo a un portal de noticias iraní que testigos dicen haber visto que la policía la arrojó dentro de un patrullero.
"Pedí tener acceso a los videos tomados por las cámaras que hay adentro del auto y en la comisaría, pero no tuve respuesta", dijo.
El hombre acusó a la policía de no haber llevado a un hospital lo suficientemente rápido, y dijo que podría haber sido reavivada.
Agregó que cuando llegó al hospital, se le impidió acercase a ella, pero que pudo ver moretones en uno de sus pies.
Autoridades lo presionaron luego para que la enterrara de noche, al parecer para reducir la posibilidad de que hubiera protestas, pero Amini dijo que la familia las convenció de hacerlo a las 8 de la mañana.
Amini, que era kurda, fue enterrada el sábado pasado en la ciudad en que vivía, Saqez, en el oeste de Irán.
Luego de sus funerales estallaron protestas que la policía reprimió con gases lacrimógenos el sábado y el domingo.
Varios manifestantes fueron detenidos, según testigos y portales de noticias.
Las protestas se extendieron luego a Teherán y otras ciudades.
Un portal de noticias asociado a la TV estatal de Irán dijo hoy que 22 personas fueron detenidas en una protesta por la muerte de Amini en la norteña ciudad de Rasht, la primera confirmación semioficial de que hubo arrestos en relación con las manifestaciones.
Una ONG iraní de derechos humanos, Hengaw, dijo ayer que cuatro personas fueron muertas y 75 resultaron heridas por disparos de la policía durante manifestaciones por la muerte de la mujer.
La TV estatal mostró, también ayer, imágenes de algunas protestas, incluyendo de dos patrulleros con sus ventanillas rotas. Agregó que manifestantes quemaron dos motocicletas, así como banderas iraníes en la zonas de Irán de mayoría kurda.
La emisora acusó de los disturbios a otros países y a grupos opositores en el exilio, y dijo que su objetivo era usarla como pretexto para que se impongan a Irán más sanciones económicas.
La Policía de Teherán dijo ayer que la muerte de Amini fue un "incidente desafortunado que deseamos que no se repita".
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, habló el domingo por teléfono con la familia y les trasladó sus condolencias y les prometió una investigación minuciosa para esclarecer lo ocurrido.