¿Sabías que la primavera no empieza el día de la primavera?
Tradicionalmente se celebra la llegada de la primavera el 21 de septiembre, pero astronómicamente no es así. Enterate cuándo comienza realmente la estación de las flores.
El paso del tiempo nos acerca a la próxima estación del calendario: la primavera, cuya faceta astronómica siempre empieza en la Argentina (así como en todo el hemisferio sur) el 22 o el 23 de septiembre, cuando se produce el equinoccio de primavera.
Este fenómeno ocurre cuando el Sol se sitúa sobre el plano del Ecuador y sus rayos inciden en él, lo que ocasiona que la noche y el día duren lo mismo en todo el globo. De este hecho deriva su nombre, equinoccio, que proviene del latín aequinoctium o “noche igual”. Esto ocurre dos veces en el año: una en marzo para inaugurar el otoño en nuestro hemisferio; y la otra -ya mencionada- en septiembre, cuando comienza la primavera.
De todos modos, esto puede causar confusión respecto a lo que se observa en el calendario: por convención cultural, el inicio de esta estación se festeja de manera fija el 21 de septiembre, junto con el Día del Estudiante, aunque la fecha no siempre coincida con el evento astronómico que abre la estación.
De hecho, este año, según pudo determinar el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), “el equinoccio de septiembre, o equinoccio otoñal, ocurrirá el 23 de septiembre a las 01.04”. Tras este fenómeno, las noches se acortan y los días se hacen más largos.
La variabilidad en la fecha exacta de los equinoccios también es explicada por el SHN: “Esto se debe a que el año trópico, intervalo de tiempo entre dos pasos sucesivos del Sol por el equinoccio vernal, igual a 365.2422 días solares medios, no es divisible con el año del calendario gregoriano, de 365.2425 días solares medios”. Por esto, “solo después de un ciclo de 400 años, las estaciones vuelven a comenzar en los mismos días, aproximadamente”.
El paso del tiempo nos acerca a la próxima estación del calendario: la primavera, cuya faceta astronómica siempre empieza en la Argentina (así como en todo el hemisferio sur) el 22 o el 23 de septiembre, cuando se produce el equinoccio de primavera.
Este fenómeno ocurre cuando el Sol se sitúa sobre el plano del Ecuador y sus rayos inciden en él, lo que ocasiona que la noche y el día duren lo mismo en todo el globo. De este hecho deriva su nombre, equinoccio, que proviene del latín aequinoctium o “noche igual”. Esto ocurre dos veces en el año: una en marzo para inaugurar el otoño en nuestro hemisferio; y la otra -ya mencionada- en septiembre, cuando comienza la primavera.
De todos modos, esto puede causar confusión respecto a lo que se observa en el calendario: por convención cultural, el inicio de esta estación se festeja de manera fija el 21 de septiembre, junto con el Día del Estudiante, aunque la fecha no siempre coincida con el evento astronómico que abre la estación.
De hecho, este año, según pudo determinar el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), “el equinoccio de septiembre, o equinoccio otoñal, ocurrirá el 23 de septiembre a las 01.04”. Tras este fenómeno, las noches se acortan y los días se hacen más largos.
La variabilidad en la fecha exacta de los equinoccios también es explicada por el SHN: “Esto se debe a que el año trópico, intervalo de tiempo entre dos pasos sucesivos del Sol por el equinoccio vernal, igual a 365.2422 días solares medios, no es divisible con el año del calendario gregoriano, de 365.2425 días solares medios”. Por esto, “solo después de un ciclo de 400 años, las estaciones vuelven a comenzar en los mismos días, aproximadamente”.