La licenciada en Psicología, Julieta Verdiell, mp. 1226, visita cada semana los estudio de Cadena Tiempo para hablar de temas de actualidad.En este encuentro el tema principal fue cómo los niños y los adultos toleramos la espera y la frustración en un mundo actual donde todo es rapido y al parecer, necesario...
Mirá el video:
La frustración es una emoción desagradable que aparece en aquellas situaciones en que nos damos cuenta que no podemos conseguir algo que es importante por nosotros. Aprender desde pequeños a tolerar la frustración permite que los niños puedan afrontar de manera positiva los diferentes retos y dificultades que se les presentarán enla vida.Tolerar la frustraciónsignifica ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, y las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse. No obstante, hay factores que influyen en la capacidad que tendrá cada niño:
En la vida, hay situaciones en que conseguimos nuestros objetivos, deseos, etc., y otros en que no. Durante la etapa infantil, los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que se lo merecen todo, y que conseguirán en el momento loque piden.No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los otros. Es entonces cuando hay que empezar a enseñar los niños a tolerar la frustración. Si los padres siempre dan a los hijos todo aquello que piden, los pequeños no aprenderán a tolerar el malestar que provoca la frustración y a enfrentarse a situaciones adversas. Por eso, en la edad adulta seguirán sintiéndose mal cada vez que no consigan aquello que se han propuesto.
Intentar complacer siempre los niños y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no favorece su desarrollo integral como persona, puesto que cuando sean adultos tendrán que enfrentarse a circunstancias tanto de éxito como de fracaso:
Muchos padres intentan reducir las rabietas evitando las fuentes de frustración en el niño, y acaban convirtiendo cualquiera de sus fracasos en un nuevo éxito. Esto todavía dificulta más que el niño/a desarrolle su capacidad de tolerancia a la frustración. Para conseguir que los niños toleren la frustración,los padres tienen que evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad. La conducta permisiva se manifiesta, a menudo, al ceder ante cualquier requerimiento del niño, de forma que este siempre consigue loque quiere y nunca se enfrenta a situaciones negativas, difíciles o frustrantes.
En resumen, hay que recordar que la frustración forma parte de la vida. Aunque no se puede evitar, se puede aprender a gestionarla y superarla, y a aumentar de este modo la tolerancia a esta.Aprender a tolerar la frustración hace más fácil que nos enfrentemos con éxito en la vida. Por eso, cuanto antes aprendamos, será mejor para nosotros.
La licenciada en Psicología, Julieta Verdiell, mp. 1226, visita cada semana los estudio de Cadena Tiempo para hablar de temas de actualidad.En este encuentro el tema principal fue cómo los niños y los adultos toleramos la espera y la frustración en un mundo actual donde todo es rapido y al parecer, necesario...
Mirá el video:
La frustración es una emoción desagradable que aparece en aquellas situaciones en que nos damos cuenta que no podemos conseguir algo que es importante por nosotros. Aprender desde pequeños a tolerar la frustración permite que los niños puedan afrontar de manera positiva los diferentes retos y dificultades que se les presentarán enla vida.Tolerar la frustraciónsignifica ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, y las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse. No obstante, hay factores que influyen en la capacidad que tendrá cada niño:
En la vida, hay situaciones en que conseguimos nuestros objetivos, deseos, etc., y otros en que no. Durante la etapa infantil, los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que se lo merecen todo, y que conseguirán en el momento loque piden.No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los otros. Es entonces cuando hay que empezar a enseñar los niños a tolerar la frustración. Si los padres siempre dan a los hijos todo aquello que piden, los pequeños no aprenderán a tolerar el malestar que provoca la frustración y a enfrentarse a situaciones adversas. Por eso, en la edad adulta seguirán sintiéndose mal cada vez que no consigan aquello que se han propuesto.
Intentar complacer siempre los niños y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no favorece su desarrollo integral como persona, puesto que cuando sean adultos tendrán que enfrentarse a circunstancias tanto de éxito como de fracaso:
Muchos padres intentan reducir las rabietas evitando las fuentes de frustración en el niño, y acaban convirtiendo cualquiera de sus fracasos en un nuevo éxito. Esto todavía dificulta más que el niño/a desarrolle su capacidad de tolerancia a la frustración. Para conseguir que los niños toleren la frustración,los padres tienen que evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad. La conducta permisiva se manifiesta, a menudo, al ceder ante cualquier requerimiento del niño, de forma que este siempre consigue loque quiere y nunca se enfrenta a situaciones negativas, difíciles o frustrantes.
En resumen, hay que recordar que la frustración forma parte de la vida. Aunque no se puede evitar, se puede aprender a gestionarla y superarla, y a aumentar de este modo la tolerancia a esta.Aprender a tolerar la frustración hace más fácil que nos enfrentemos con éxito en la vida. Por eso, cuanto antes aprendamos, será mejor para nosotros.