Aunque el gobernador Mariano Arcioni avalaba la movida, se tomó licencia hasta el 8 de enero y el vicegobernador Ricardo Sastre –a cargo del Ejecutivo hasta ese día- por estas horas se niega a rubricar el pedido que sí firmaron diez mandatarios provinciales.
Este diario pudo saber que al madrynense lo “apuran” para que remita su firma digital y respalde la embestida contra los jueces supremos. Pero Sastre no está convencido ni mucho menos le cae en gracia ninguna presión del entorno del presidente Alberto Fernández. En rigor, el vicegobernador es de la idea de un camino dialoguista para conflictos políticos de este tipo y no de encender más un escenario ya de por sí complejo ni de “salir a romper”.
Aunque el gobernador Mariano Arcioni avalaba la movida, se tomó licencia hasta el 8 de enero y el vicegobernador Ricardo Sastre –a cargo del Ejecutivo hasta ese día- por estas horas se niega a rubricar el pedido que sí firmaron diez mandatarios provinciales.
Este diario pudo saber que al madrynense lo “apuran” para que remita su firma digital y respalde la embestida contra los jueces supremos. Pero Sastre no está convencido ni mucho menos le cae en gracia ninguna presión del entorno del presidente Alberto Fernández. En rigor, el vicegobernador es de la idea de un camino dialoguista para conflictos políticos de este tipo y no de encender más un escenario ya de por sí complejo ni de “salir a romper”.