Imágenes publicadas por los medios estatales mostraron al líder norcoreano, Kim Jong-un supervisando el lanzamiento del misil Hwasong-17 junto a su hija, cada vez más presente en el relato oficial del régimen.
Ambos aparecen examinando unas fotografías de la Tierra desde el espacio, tomadas supuestamente por una cámara instalada sobre el misil.
Aunque los medios oficiales nunca dieron detalles de la niña, la inteligencia surcoreana la ha identificado como la segunda hija del líder norcoreano, Kim Ju-ae.
KCNA señaló que el misil alcanzó una altura máxima de 6.000 kilómetros y recorrió una distancia de 1.000 "antes de aterrizar con precisión en la zona preseleccionada en aguas abiertas".
La agencia aseguró que el lanzamiento "confirmó la preparación bélica de la unidad ICBM" y destacó que su disparo "no tuvo un impacto negativo en la seguridad de los países vecinos".
Según el Estado Mayor Conjunto surcoreano, el misil fue disparado con una trayectoria hacia arriba, no hacia afuera, con lo cual se evitó que sobrevuele los países vecinos.
Se trata de la tercera demostración de fuerza desde el domingo, y coincide también con los mayores ejercicios militares conjuntos en cinco años entre Corea del Sur y Estados Unidos.
El nuevo lanzamiento se produjo horas antes de que los líderes de Corea del Sur y Japón se reunieran en Tokio para hablar, entre otros temas, de los programas nuclear y de misiles de Pyongyang.
Kim dijo ayer que Pyongyang "reaccionará con armas nucleares a las armas nucleares", y llamó a "reforzar de manera irreversible la disuasión nuclear".
El dirigente destacó igualmente "la capacidad de reacción rápida del Norte (...) para hacer frente a cualquier conflicto armado y a cualquier guerra".
Corea del Norte se declaró potencia nuclear "irreversible" el año pasado, y recientemente Kim pidió un aumento "exponencial" de la producción de armas, incluidas las armas nucleares tácticas.
Apodado el "misil monstruo" por los analistas militares, el Hwasong-17 puede en teoría golpear la parte continental de Estados Unidos.
Con este disparo, Pyongyang quiere demostrar el avance de sus sistemas de armamento, consideran los analistas.
"Con esas fotos de la Tierra, Pyongyang parece querer mostrar que es capaz de alcanzar con precisión cualquier objetivo designado por el régimen" con sus misiles balísticos, explicó Cheong Seong-chang, del Instituto Sejong, citado por la agencia de noticias AFP.
Soo Kim, exanalista de la CIA encargada de Corea, cree que en los próximos días "seguiremos viendo cómo Corea del Norte avanza y amplía la gama de sus capacidades armamentísticas".
Imágenes publicadas por los medios estatales mostraron al líder norcoreano, Kim Jong-un supervisando el lanzamiento del misil Hwasong-17 junto a su hija, cada vez más presente en el relato oficial del régimen.
Ambos aparecen examinando unas fotografías de la Tierra desde el espacio, tomadas supuestamente por una cámara instalada sobre el misil.
Aunque los medios oficiales nunca dieron detalles de la niña, la inteligencia surcoreana la ha identificado como la segunda hija del líder norcoreano, Kim Ju-ae.
KCNA señaló que el misil alcanzó una altura máxima de 6.000 kilómetros y recorrió una distancia de 1.000 "antes de aterrizar con precisión en la zona preseleccionada en aguas abiertas".
La agencia aseguró que el lanzamiento "confirmó la preparación bélica de la unidad ICBM" y destacó que su disparo "no tuvo un impacto negativo en la seguridad de los países vecinos".
Según el Estado Mayor Conjunto surcoreano, el misil fue disparado con una trayectoria hacia arriba, no hacia afuera, con lo cual se evitó que sobrevuele los países vecinos.
Se trata de la tercera demostración de fuerza desde el domingo, y coincide también con los mayores ejercicios militares conjuntos en cinco años entre Corea del Sur y Estados Unidos.
El nuevo lanzamiento se produjo horas antes de que los líderes de Corea del Sur y Japón se reunieran en Tokio para hablar, entre otros temas, de los programas nuclear y de misiles de Pyongyang.
Kim dijo ayer que Pyongyang "reaccionará con armas nucleares a las armas nucleares", y llamó a "reforzar de manera irreversible la disuasión nuclear".
El dirigente destacó igualmente "la capacidad de reacción rápida del Norte (...) para hacer frente a cualquier conflicto armado y a cualquier guerra".
Corea del Norte se declaró potencia nuclear "irreversible" el año pasado, y recientemente Kim pidió un aumento "exponencial" de la producción de armas, incluidas las armas nucleares tácticas.
Apodado el "misil monstruo" por los analistas militares, el Hwasong-17 puede en teoría golpear la parte continental de Estados Unidos.
Con este disparo, Pyongyang quiere demostrar el avance de sus sistemas de armamento, consideran los analistas.
"Con esas fotos de la Tierra, Pyongyang parece querer mostrar que es capaz de alcanzar con precisión cualquier objetivo designado por el régimen" con sus misiles balísticos, explicó Cheong Seong-chang, del Instituto Sejong, citado por la agencia de noticias AFP.
Soo Kim, exanalista de la CIA encargada de Corea, cree que en los próximos días "seguiremos viendo cómo Corea del Norte avanza y amplía la gama de sus capacidades armamentísticas".