El miércoles por la tarde se desató un incendio en una vivienda de Trelew, cuando los propietarios se ausentaron por una hora para ir a la Iglesia. El fuego se declaró cerca de las 20.00 hs en el domicilio ubicado en la calle 26 de Noviembre al 200.
Fueron los propios dueños del inmueble, una mujer de 42 años y un joven de 23, los que en primera instancia trataron de controlar el fuego con baldes de agua y ayuda de vecinos que dieron aviso a los bomberos. A los pocos minutos una dotación respondió a la escena y logró sofocar el foco ígneo.
Al principio se creyó que las llamas habían sido generadas por el funcionamiento defectuoso de una salamandra, pero esto fue descartado tras el peritaje de los Bomberos.
El fuego afectó de manera severa la cocina y el comedor, y en menor medida el dormitorio y un baño.
Según indicaron fuentes policiales, detectaron un gran desorden en la única habitación del domicilio. Sobre una de las camas hallaron una impresora y otros elementos que al consultarle a la propietaria esta aludió que no los habían dejado en ese lugar.
La mujer de 42 años agregó que en reiteradas ocasiones personas habían ingresado al domicilio con intenciones de robo y usurpación.
El miércoles por la tarde se desató un incendio en una vivienda de Trelew, cuando los propietarios se ausentaron por una hora para ir a la Iglesia. El fuego se declaró cerca de las 20.00 hs en el domicilio ubicado en la calle 26 de Noviembre al 200.
Fueron los propios dueños del inmueble, una mujer de 42 años y un joven de 23, los que en primera instancia trataron de controlar el fuego con baldes de agua y ayuda de vecinos que dieron aviso a los bomberos. A los pocos minutos una dotación respondió a la escena y logró sofocar el foco ígneo.
Al principio se creyó que las llamas habían sido generadas por el funcionamiento defectuoso de una salamandra, pero esto fue descartado tras el peritaje de los Bomberos.
El fuego afectó de manera severa la cocina y el comedor, y en menor medida el dormitorio y un baño.
Según indicaron fuentes policiales, detectaron un gran desorden en la única habitación del domicilio. Sobre una de las camas hallaron una impresora y otros elementos que al consultarle a la propietaria esta aludió que no los habían dejado en ese lugar.
La mujer de 42 años agregó que en reiteradas ocasiones personas habían ingresado al domicilio con intenciones de robo y usurpación.