Durante la jornada del martes 2 de mayo del corriente, en el sexto piso del edificio de tribunales de la ciudad de Trelew, comenzó un juicio oral y público por una causa en la que está acusado un Subcomisario de la policía provincial.
El fiscal general Gustavo Núñez inició sus alegatos exponiendo los hechos por los que se acusa al Subcomisario Rafael Zapata, de lesiones graves, calificadas por ser cometidas abusando de su función como integrante de las fuerzas policiales.
Según el relato acusatorio, en octubre de 2016 personal policial de la comisaría de Dolavon intervino en una chacra de la zona de Treorky por haber tomado conocimiento que alguien estaba ejecutando disparos al aire, y, además, había una persona lesionada. Al arribar se encontraron a Edelmiro Arévalo, de quien se supo luego, agredió con golpes de puño y con un cuchillo a su vecino infringiéndole lesiones leves.
Los efectivos de la fuerza, de los cuales uno portaba una escopeta anti tumulto, observaron al señor Arévalo blandiendo un cuchillo y manifestando que no se acercaran. En ese momento, llegó al lugar el jefe de la Comisaría de Dolavon, Diego Fasciutto y el Segundo Jefe, Rafael Zapata, este último pidió la escopeta que tenía el agente y le disparó a la víctima provocándole heridas de gravedad en cada una de sus rodillas, y luego lo golpeó en la cabeza.
Minutos después, llegó un hijo de la víctima que vio a su padre lesionado y al preguntar qué había pasado, Zapata le dijo que fue él quien disparó, que se equivocó y que por eso daba la cara.
Presente también en la audiencia y en calidad de querellante por la víctima, estuvo presente el Dr. Carlos Flores Pericich en representación del Área de Violencia Institucional, quien adhirió parcialmente con los términos planteados por la fiscalía, discrepando en cuanto a que la víctima no portaba un cuchillo al momento de arribar los primeros agentes de policía.
Por su parte, el defensor público, Lisandro Benítez centró su alegato inicial argumentando que la víctima contaba con un cuchillo que lo blandía al momento de manifestarles a los primeros policías que arribaron que no se acerquen. El defensor agregó que la policía debía detener a la víctima por las lesiones ocasionadas a su vecino anteriormente. La situación implicó que luego arribaran al lugar el comisario y su asistido con la intención de aplacar y contener la situación en virtud de contar con mayor experiencia y conocimiento en situaciones como las descriptas. En función de ello el defensor aclaró que su asistido disparo hacia abajo y no al cuerpo con la intención de hacer desistir al Sr. Arévalo de su accionar. El abogado defensor agregó que el accionar del Subcomisario Zapata estuvo justificado por la situación que se generó, encuadrándolo en la legítima de defensa de sí mismo y del resto de los efectivos policiales.
Luego de los alegatos de inicio, la jueza continuó con la etapa de producción probatoria.
Durante la jornada del martes 2 de mayo del corriente, en el sexto piso del edificio de tribunales de la ciudad de Trelew, comenzó un juicio oral y público por una causa en la que está acusado un Subcomisario de la policía provincial.
El fiscal general Gustavo Núñez inició sus alegatos exponiendo los hechos por los que se acusa al Subcomisario Rafael Zapata, de lesiones graves, calificadas por ser cometidas abusando de su función como integrante de las fuerzas policiales.
Según el relato acusatorio, en octubre de 2016 personal policial de la comisaría de Dolavon intervino en una chacra de la zona de Treorky por haber tomado conocimiento que alguien estaba ejecutando disparos al aire, y, además, había una persona lesionada. Al arribar se encontraron a Edelmiro Arévalo, de quien se supo luego, agredió con golpes de puño y con un cuchillo a su vecino infringiéndole lesiones leves.
Los efectivos de la fuerza, de los cuales uno portaba una escopeta anti tumulto, observaron al señor Arévalo blandiendo un cuchillo y manifestando que no se acercaran. En ese momento, llegó al lugar el jefe de la Comisaría de Dolavon, Diego Fasciutto y el Segundo Jefe, Rafael Zapata, este último pidió la escopeta que tenía el agente y le disparó a la víctima provocándole heridas de gravedad en cada una de sus rodillas, y luego lo golpeó en la cabeza.
Minutos después, llegó un hijo de la víctima que vio a su padre lesionado y al preguntar qué había pasado, Zapata le dijo que fue él quien disparó, que se equivocó y que por eso daba la cara.
Presente también en la audiencia y en calidad de querellante por la víctima, estuvo presente el Dr. Carlos Flores Pericich en representación del Área de Violencia Institucional, quien adhirió parcialmente con los términos planteados por la fiscalía, discrepando en cuanto a que la víctima no portaba un cuchillo al momento de arribar los primeros agentes de policía.
Por su parte, el defensor público, Lisandro Benítez centró su alegato inicial argumentando que la víctima contaba con un cuchillo que lo blandía al momento de manifestarles a los primeros policías que arribaron que no se acerquen. El defensor agregó que la policía debía detener a la víctima por las lesiones ocasionadas a su vecino anteriormente. La situación implicó que luego arribaran al lugar el comisario y su asistido con la intención de aplacar y contener la situación en virtud de contar con mayor experiencia y conocimiento en situaciones como las descriptas. En función de ello el defensor aclaró que su asistido disparo hacia abajo y no al cuerpo con la intención de hacer desistir al Sr. Arévalo de su accionar. El abogado defensor agregó que el accionar del Subcomisario Zapata estuvo justificado por la situación que se generó, encuadrándolo en la legítima de defensa de sí mismo y del resto de los efectivos policiales.
Luego de los alegatos de inicio, la jueza continuó con la etapa de producción probatoria.