Editorial / Nadie gana en la víspera

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Escenario. El rompecabezas electoral se va acomodando pero todavía faltan muchas piezas hasta el 30 de julio.
20 MAY 2023 - 20:54 | Actualizado 20 MAY 2023 - 22:58

A 70 días de las elecciones en Chubut, el rompecabezas se sigue armando y todavía hay muchos escenarios posibles que impiden arriesgar un resultado. Algo es seguro: ni los que parecían ir al trotecito hacia la gobernación ya ganaron; ni los que parecían estar condenados a la derrota ya perdieron. En el medio hay piezas que se siguen moviendo y decisiones que se toman a 1.500 kilómetros de la provincia que todavía pueden alterar las cosas.

Uno de los puntos a desentrañar es la dinámica que tendrá esta vez el voto. Desdobladas de las nacionales, las elecciones del 30 de julio en Chubut no tendrán el muchas veces decisivo arrastre de “arriba hacia abajo” que suele incidir cuando hay candidatos nacionales fuertes. En ese escenario, el que más envión podría perder es el senador y candidato de Juntos por el Cambio Ignacio Agustín Torres, que de haber ido en sintonía con las generales nacionales en una misma boleta con Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich podría haberle dado a su boleta una sustentabilidad mayor.

Otro que va a ceder terreno por el adelantamiento es el libertario César Treffinger: sin Javier Milei en la boleta, su desempeño en julio seguramente menguará. Encima, si hay polarización, hasta corre el riesgo de dilapidar casi todo el capital conseguido en las parlamentarias de 2021, cuando dio la sorpresa y se ubicó como tercera fuerza.

Para Juan Pablo Luque, el candidato de Arriba Chubut, el escenario de desdoblamiento es el menos negativo. Por supuesto, no es garantía de nada. Pero la chance de construir una oferta que seduzca al electorado se abre con mayores posibilidades con una elección provincializada en la que se discutirán capacidades de gestión en el territorio.

Los arrastres municipales

La boleta de Arriba Chubut tendrá a muchos intendentes con serias chances de repetir. Esa dinámica de un voto que va de “abajo hacia arriba”, de los municipios hacia la gobernación –inversa a la tradicional ecuación del candidato a gobernador fuerte que va por su reelección y arrastra a todos los intendentes que van pegados a su boleta-, podría ser novedosa y se sustenta en los recientes resultados electorales de otras provincias. En los ocho distritos del país en donde ya se eligieron gobernadores ganaron los oficialismos (la gran mayoría, peronistas o panperonistas, salvo Jujuy), y muchos de esos triunfos se construyeron con bases amplias y candidatos que aglutinaron a partir de gestiones municipales fuertes.

En ese juego de las gestiones, tanto el intendente comodorense como su vice, el vicegobernador y exintendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, le sacan ventaja a Torres. Administran o administraron ciudades complejas, con presupuestos gigantes y vienen armando equipos para gobernar hace años.

El senador, en cambio, construyó un capital electoral insoslayable pero en comicios en donde no se discutía quién iba a gobernar la Provincia en los próximos cuatro años sino de qué manera expresar el descontento social con los oficialismos de turno. Torres, por ahora, es él y un puñado de colaboradores leales. La construcción de poder para gobernar es otra cosa. Tampoco alcanza con tener los recursos económicos porque los aportantes terminan siendo siempre los mismos y apoyan a todos los que tienen chances. Juegan a ganador porque el objetivo es ganar, con uno o con otro.

Ambulancia peronista

Luque y Sastre hacen cuentas y los resultados les dan. Dicen que ganan en Comodoro Rivadavia y Madryn; que están cerca en la Cordillera y que la única duda es el Valle. Torres dice todo lo contrario. Todos coinciden en que el Valle es una incógnita y cada uno afila sus estrategias.

El senador, por ejemplo, ve con buenos ojos el lanzamiento del intendente de Trelew, Adrián Maderna, que se hará efectivo un día después del cierre de listas de Arriba Chubut. La “ambulancia” de Maderna recogiendo heridos del cierre de la lista de diputados del peronismo y sus aliados podría terminar convirtiéndose en un tren sanitario. La duda del millón es saber si los votos que pueda sumar Maderna de peronistas descontentos se restarán de la boleta de Arriba Chubut o de la de Juntos por el Cambio. Algunos veteranos de mil batallas argumentan que los peronistas descontentos no iban a votar a Luque-Sastre de ningún modo y hasta había serias chances de que muchos de ellos le dieran su voto a Torres como castigo a la dirigencia del PJ. Ahora que habrá una “ambulancia peronista” en los cuartos oscuros, muchos arriesgan que el “voto enojo” se terminará aglutinando allí.

Luque sabe que no tiene tiempo para derrochar y ya puso en marcha el plan para contrarrestar el “efecto Maderna”: convencer a una mujer importante del Valle para que encabece la lista de diputados provinciales. Era una de sus misiones centrales este fin de semana.

Juntos pero no tanto

Del otro lado, Torres también tiene cuestiones para resolver antes del 30 de julio. Por ejemplo, haber impulsado a Ariel Salvador como candidato a intendente de Puerto Madryn le trajo más de un dolor de cabeza, tanto con dirigentes y militantes de la UCR como del PRO de la ciudad portuaria. Se sabe que la gesta de competir con Gustavo Sastre es difícil, pero si el cierre es desordenado y con candidatos que miden poco, la boleta del senador puede sufrir el arrastre hacia abajo en un escenario en donde todos los votos cuentan, y mucho.

En Rawson, el candidato de Torres hasta hace muy poco, “Maxi” Valle, irá por afuera de JxC con una boleta corta porque no aceptó ir a una interna con Damián Biss. El actual intendente tiene grandes chances de repetir, pero los resquemores internos pueden terminar afectando los planes para la gobernación. En Esquel, otro tanto: Matías Tacceta va cómodo arriba en las encuestas pero también una interna con sectores radicales enojados puede generar errores no forzados a la hora de contar todos los votos.

La reciente visita de Bullrich a Comodoro también dejó ruidos en la línea. La foto de la candidata de la “mano dura” con Ana Clara Romero recorriendo el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut junto a Jorge “Loma” Ávila, tuvo un gran ausente. El candidato a gobernador eligió asistir a pocos kilómetros al lanzamiento de la lista de JxC en la localidad de Sarmiento. El que peor se lo tomó fue el sindicalista que acaba de dar un salto mortal invertido (tal vez, impulsado por la visionaria dirigencia del PJ que en 2019 lo echó del partido por acompañar a Mariano Arcioni) al aceptar ser candidato a diputado nacional en un terreno hostil y prejuicioso. El petrolero comprobó que no todo lo que reluce es oro negro.#

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Escenario. El rompecabezas electoral se va acomodando pero todavía faltan muchas piezas hasta el 30 de julio.
20 MAY 2023 - 20:54

A 70 días de las elecciones en Chubut, el rompecabezas se sigue armando y todavía hay muchos escenarios posibles que impiden arriesgar un resultado. Algo es seguro: ni los que parecían ir al trotecito hacia la gobernación ya ganaron; ni los que parecían estar condenados a la derrota ya perdieron. En el medio hay piezas que se siguen moviendo y decisiones que se toman a 1.500 kilómetros de la provincia que todavía pueden alterar las cosas.

Uno de los puntos a desentrañar es la dinámica que tendrá esta vez el voto. Desdobladas de las nacionales, las elecciones del 30 de julio en Chubut no tendrán el muchas veces decisivo arrastre de “arriba hacia abajo” que suele incidir cuando hay candidatos nacionales fuertes. En ese escenario, el que más envión podría perder es el senador y candidato de Juntos por el Cambio Ignacio Agustín Torres, que de haber ido en sintonía con las generales nacionales en una misma boleta con Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich podría haberle dado a su boleta una sustentabilidad mayor.

Otro que va a ceder terreno por el adelantamiento es el libertario César Treffinger: sin Javier Milei en la boleta, su desempeño en julio seguramente menguará. Encima, si hay polarización, hasta corre el riesgo de dilapidar casi todo el capital conseguido en las parlamentarias de 2021, cuando dio la sorpresa y se ubicó como tercera fuerza.

Para Juan Pablo Luque, el candidato de Arriba Chubut, el escenario de desdoblamiento es el menos negativo. Por supuesto, no es garantía de nada. Pero la chance de construir una oferta que seduzca al electorado se abre con mayores posibilidades con una elección provincializada en la que se discutirán capacidades de gestión en el territorio.

Los arrastres municipales

La boleta de Arriba Chubut tendrá a muchos intendentes con serias chances de repetir. Esa dinámica de un voto que va de “abajo hacia arriba”, de los municipios hacia la gobernación –inversa a la tradicional ecuación del candidato a gobernador fuerte que va por su reelección y arrastra a todos los intendentes que van pegados a su boleta-, podría ser novedosa y se sustenta en los recientes resultados electorales de otras provincias. En los ocho distritos del país en donde ya se eligieron gobernadores ganaron los oficialismos (la gran mayoría, peronistas o panperonistas, salvo Jujuy), y muchos de esos triunfos se construyeron con bases amplias y candidatos que aglutinaron a partir de gestiones municipales fuertes.

En ese juego de las gestiones, tanto el intendente comodorense como su vice, el vicegobernador y exintendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, le sacan ventaja a Torres. Administran o administraron ciudades complejas, con presupuestos gigantes y vienen armando equipos para gobernar hace años.

El senador, en cambio, construyó un capital electoral insoslayable pero en comicios en donde no se discutía quién iba a gobernar la Provincia en los próximos cuatro años sino de qué manera expresar el descontento social con los oficialismos de turno. Torres, por ahora, es él y un puñado de colaboradores leales. La construcción de poder para gobernar es otra cosa. Tampoco alcanza con tener los recursos económicos porque los aportantes terminan siendo siempre los mismos y apoyan a todos los que tienen chances. Juegan a ganador porque el objetivo es ganar, con uno o con otro.

Ambulancia peronista

Luque y Sastre hacen cuentas y los resultados les dan. Dicen que ganan en Comodoro Rivadavia y Madryn; que están cerca en la Cordillera y que la única duda es el Valle. Torres dice todo lo contrario. Todos coinciden en que el Valle es una incógnita y cada uno afila sus estrategias.

El senador, por ejemplo, ve con buenos ojos el lanzamiento del intendente de Trelew, Adrián Maderna, que se hará efectivo un día después del cierre de listas de Arriba Chubut. La “ambulancia” de Maderna recogiendo heridos del cierre de la lista de diputados del peronismo y sus aliados podría terminar convirtiéndose en un tren sanitario. La duda del millón es saber si los votos que pueda sumar Maderna de peronistas descontentos se restarán de la boleta de Arriba Chubut o de la de Juntos por el Cambio. Algunos veteranos de mil batallas argumentan que los peronistas descontentos no iban a votar a Luque-Sastre de ningún modo y hasta había serias chances de que muchos de ellos le dieran su voto a Torres como castigo a la dirigencia del PJ. Ahora que habrá una “ambulancia peronista” en los cuartos oscuros, muchos arriesgan que el “voto enojo” se terminará aglutinando allí.

Luque sabe que no tiene tiempo para derrochar y ya puso en marcha el plan para contrarrestar el “efecto Maderna”: convencer a una mujer importante del Valle para que encabece la lista de diputados provinciales. Era una de sus misiones centrales este fin de semana.

Juntos pero no tanto

Del otro lado, Torres también tiene cuestiones para resolver antes del 30 de julio. Por ejemplo, haber impulsado a Ariel Salvador como candidato a intendente de Puerto Madryn le trajo más de un dolor de cabeza, tanto con dirigentes y militantes de la UCR como del PRO de la ciudad portuaria. Se sabe que la gesta de competir con Gustavo Sastre es difícil, pero si el cierre es desordenado y con candidatos que miden poco, la boleta del senador puede sufrir el arrastre hacia abajo en un escenario en donde todos los votos cuentan, y mucho.

En Rawson, el candidato de Torres hasta hace muy poco, “Maxi” Valle, irá por afuera de JxC con una boleta corta porque no aceptó ir a una interna con Damián Biss. El actual intendente tiene grandes chances de repetir, pero los resquemores internos pueden terminar afectando los planes para la gobernación. En Esquel, otro tanto: Matías Tacceta va cómodo arriba en las encuestas pero también una interna con sectores radicales enojados puede generar errores no forzados a la hora de contar todos los votos.

La reciente visita de Bullrich a Comodoro también dejó ruidos en la línea. La foto de la candidata de la “mano dura” con Ana Clara Romero recorriendo el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut junto a Jorge “Loma” Ávila, tuvo un gran ausente. El candidato a gobernador eligió asistir a pocos kilómetros al lanzamiento de la lista de JxC en la localidad de Sarmiento. El que peor se lo tomó fue el sindicalista que acaba de dar un salto mortal invertido (tal vez, impulsado por la visionaria dirigencia del PJ que en 2019 lo echó del partido por acompañar a Mariano Arcioni) al aceptar ser candidato a diputado nacional en un terreno hostil y prejuicioso. El petrolero comprobó que no todo lo que reluce es oro negro.#


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